El fiscal Fernando Castro pidió a Interpol que se emita una alerta internacional para detectar a Ricardo Rodríguez y a Claudia Repetto en el caso de que transiten fuera de la Argentina.

Dicha medida pretende cubrir la demanda de la familia Repetto que en las últimas horas reiteró con insistencia que no quieren que “se busque un cadáver”. Castro hizo la solicitud en la noche del viernes a la Policía Federal mediante un escrito en el que se aportan datos filiatorios, fisonómicos y fotografías de Rodríguez y Repetto.

Según señala Interpol en su página web las notificaciones amarillas “se publican para ayudar a localizar a personas desaparecidas, a menudo menores, o a descubrir la identidad de personas incapaces de identificarse a sí mismas”.

Mientras se avanza con la investigación en distintos frentes aún no se pudo detectar la comisión de ningún delito, pese a la sospecha cuasi unánime de que Rodríguez intervino en la desaparición forzada de Repetto. Por ello sigue siendo una doble averiguación de paradero, de modo que si Rodríguez fuera localizado no se lo podría detener. No se descarta que esas averiguaciones que hacen por estas horas -en especial el análisis de más cámaras de video- pueda traer novedades judiciales.

Este sábado, a tono con el pedido de la familia Repetto, se buscó a dos personas con vida en el sur de Mar del Plata, con inspección de hosteles, viviendas y sitios abandonados que puedan servir para pernoctar.

Sin embargo lo más trascendente y que causó alarma fue el hallazgo de restos junto a un árbol del barrio Alfar. Perros entrenados de la policía siguieron rastros de olor y dieron con un envoltorio que tenía varias ataduras. De inmediato fueron convocados policías de todas las jerarquías e incluso el fiscal Castro. Pelos de color claro sobresalían de las maltas que cubrian los restos y se temió un escenario que finalmente no se dio: se trataba de un perro de gran tamaño.

Pruebas al caer

La pesquisa para saber qué sucedió con Claudia Repetto y Ricardo Rodríguez tiene dos capas. La superficial, esa que trasciende, la que se da a conocer a través de los medios, y la otra, la que los investigadores protegen de cualquier filtración.

Hay datos incontrastables e imposibles de mantener en secreto: Claudia Repetto está desaparecida en contra de su voluntad. Eso lo respalda el cambio repentino de actitud en los minutos previos a que se dejara de saber de ella. A las 19 llegó a su casa de calle Don Orione en la camioneta de Fabián, su amigo, y la hora y media siguiente la pasó entusiasmada en prepararse para esa noche. Justamente había programado que Fabián la pasaría a buscar. A las 20.31 Repetto le envió un mensaje a Fabián en el que coordinaba el momento en el que se reencontrarían (“Bueno dale, cuando ya estés avisame y me decís de qué cuadra voy corriendo”) y a las 20.42 el último que se cree que mandó ella (“Yo voy a salir para la izquierda y me voy a quedar ahí a la vueltita ¿Sabés? Ya me voy para caminando para allá, si veo a alguien me meto pa dentro jaja, no pero me voy corriendo”).

Después de esa serie de mensajes, en la que se puede advertir cierto temor de Claudia por ser vista, se cortó el contacto hasta que a las 21.09 y 21.10 dos textos -no audio, que era el método hasta ese momento elegido por ella- ingresaron al teléfono de Fabián: “Estoy muy cansada. otro dia. Beso” y “Chua. Otro día mejor”.

Ese cambio inesperado evidencia que un factor externo alteró la vida de Claudia a partir de las 21.42, probablemente cuando se disponía a salir al encuentro de Fabián.

Numerosos testimonios dan cuenta del hostigamiento de Rodríguez hacia Repetto y de un episodio puntual ese mismo día: cuando el amigo de Repetto la dejó a las 19 y se fue en su camioneta fue perseguido por Rodríguez con su moto.

Todos esos elementos consolidan la hipótesis de la intervención de Rodríguez. No obstante, el fiscal Castro aguarda otras pruebas para avanzar en una imputación. “Por el momento no puedo hacer más de lo que la prueba me indica. Pero estoy esperando que me lleguen distintos resultados de peritajes y estudios”, dijo Castro a LA CAPITAL.

Lo que resta conocer es el resultado del estudio químico que busca determinar si las dos gotas de sangre halladas en la casa de Repetto (una junto a una barra y otra en la puerta de acceso) le pertenecen a ella o a Rodríguez.

También, y no menos importante, es el análisis de nuevas cámaras de seguridad que se descubrieron que había cerca de la vivienda de la calle Don Orione.