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La Ciudad 28 de mayo de 2018

“Son muchos los que creen que hace falta más radicalismo en Cambiemos”

Ricardo Alfonsín aseguró que la UCR debería disputar la interna de Cambiemos en 2019. Además, cuestionó el acuerdo con el FMI, los tarifazos y el rol de su partido.

Ricardo Alfonsín.

Ricardo Alfonsín nunca disimuló sus diferencias con la conducción política de Cambiemos. A pesar de que su partido, la Unión Cívica Radical, forma parte de la coalición de gobierno, Alfonsín se mostró crítico casi desde el inicio de la gestión.

La poca influencia de la UCR en las decisiones políticas es el principal cuestionamiento que realiza el ex diputado quien apuesta que su partido presente un candidato para disputar la interna de Cambiemos el año que viene.

“Espero que el radicalismo tenga su propio candidato”, remarcó en un mano a mano con LA CAPITAL en el que se manifestó en contra del acuerdo con el FMI y con los tarifazos impuestos por el gobierno.

Alfonsín también volvió a expresar sus diferencias con el presidente de la UCR, Alfredo Cornejo. “Son muchos los que creen que hace falta más radicalismo en Cambiemos, al revés de lo que dice el presidente del partido”, destacó y admitió que gran parte de la sociedad está decepcionada con el gobierno: “Había una expectativa diferente de parte de la sociedad”, dijo.

– ¿Cuál es su visión sobre el complicado contexto económico actual?

– Efectivamente es un momento complicado. Nosotros decíamos en 2015 que la Argentina que íbamos a enfrentar iba a ser complicada y lo decíamos por los indicadores socioeconómicos. Hoy no son muy diferentes esos indicadores y no podrían serlo. Los problemas que tenemos son severos, no se resuelven de un día para el otro. Espero que de aquí en adelante seamos capaces de ponernos de acuerdo todas las fuerzas políticas, por lo menos las más representativas, y entre el capital y el trabajo, para resolver los problemas estructurales que nos tienen anclados en el atraso. El desafío debe ser abandonar la condición de país subdesarrollado y esa no es una tarea de un solo partido político. Tanto que les gusta hablar de la nueva política, creo que la novedad sería intentar por la vía del consenso, que es la que ha resuelto los problemas en otros países del mundo.

– El desafío suena difícil porque la “grieta” no sólo no se achicó sino que pareciera que se agrandó.

– Tal cual. Y en eso tiene responsabilidad la dirigencia en general y en parte, el periodismo. No todo porque sería injusto generalizar, pero algunos no han comprendido la necesidad de terminar con la grieta para poder avanzar en la solución de los problemas más agudos que tienen los argentinos. Con la grieta no hay diálogo y sin diálogo no es posible hacer consensos.

– ¿Está decepcionado con Cambiemos?

– Cambiemos es un frente que reúne fuerzas que piensan distinto. No me sorprende que haya diferencias. Lo que no esperaba es que la UCR actuara de la manera en que lo ha hecho durante estos dos años de gestión, como disimulando las diferencias, como si no tuviera derecho a opinar, como si todas las decisiones que tomara el PRO fueran las que hubiera tomado la UCR. Cualquiera que conozca un poco la historia reciente sabe que no es así. Eso sí me sorprendió. Pero espero que de ahora en adelante, el radicalismo haga lo que tiene que hacer: evitar que se cometan errores y trabajar para el diálogo.

– ¿El regreso de Ernesto Sanz a la “mesa chica” del gobierno significa una perspectiva de mayor presencia de la UCR?

– Yo decía que el hecho de que la UCR hubiera estado como un convidado de piedra, no era responsabilidad del PRO. No le podíamos pedir al PRO que hiciera por la UCR lo que la UCR no hacía. Curiosamente, ocurrió que fue el PRO el que le pidió a la Unión Cívica Radical que se comprometa en las decisiones. Espero que no se sigan los concejos del presidente del partido que dijo que se necesita menos radicalismo y más Cambiemos. Yo creo que se necesita mucho más radicalismo en las decisiones. Desde luego, no somos dueños de la verdad. Tenemos que tratar de procesar las diferencias.

Ricardo Alfonsín -

– ¿Qué significado tiene el acuerdo con el FMI?

– Por lo pronto es algo que no es grato. Uno va al FMI cuando hay problemas. Me preocupan los condicionamientos o las recetas que pueda imponernos el FMI porque si insisten con las recetas de la década del 90′ o con sus condicionamientos, los problemas económicos, no sólo no se van a resolver sino que se van a agravar, como los problemas sociales.

– ¿La economía es la principal debilidad del gobierno?

– Argentina es muy difícil, muy compleja. Evidentemente había una expectativa diferente de parte de la sociedad, que creo que fue generada en parte por responsabilidad de Cambiemos. Se instaló la idea de que una vez que se produjera el cambio de gobierno, lloverían las inversiones, la economía crecería inmediatamente, se generaría empleo de mayor calidad, etc. Esta visión acerca de lo que iba a ocurrir en 2016, que desde mi punto de vista era inocente e ingenua, es la que explica el hecho de que se hayan tomado algunas decisiones. Por ejemplo, las retenciones que eliminaron de manera indiscriminada o el aumento de las tarifas en una proporción que no era social ni políticamente sostenible. Lamentablemente, la UCR no hizo lo que tal vez podría haber hecho para que comprendieran que los problemas no se resolvían tan fácilmente.
Ahora están comprendiendo que las cosas no son tan fáciles. No es lo mismo manejar una empresa que un país. Es mucho más complejo.

– ¿Donde va a estar ubicado el radicalismo en 2019?

– Se ha ratificado el acuerdo. Espero que decidan algo parecido a lo que se decidió en 2015 y que el radicalismo tenga su propio candidato para que sea el universo de Cambiemos el que decida qué partido hay que fortalecer hacia adentro de la alianza. Si el partido más liberal, más pro mercado o un partido que piensa que la política debe preocuparse en inmiscuirse en las cuestiones económicas.
Si hiciera esto, nos llevaríamos una sorpresa grande porque nos acompañarían muchos. Son muchos los que creen que hace falta más radicalismo en Cambiemos, al revés del que dice el presidente del partido.

– ¿El escenario ideal sería una interna dentro de Cambiemos?

– Creo que sí, puedo estar equivocado, pero sería lo ideal que sean los propios ciudadanos los que decidan con su voto qué partido hay fortalecer hacia adentro, en el marco de un discurso en el que quede claro que representa cada uno. Ahora, si tenemos miedo a no actuar con seriedad en un proceso electoral, estamos en problemas.

– ¿Con los últimos hechos, cómo cree que está posicionado Cambiemos de cara a una reelección?

– Es evidente que se han producido muchos cambios en las expectativas de la sociedad. Así como el PRO creyó que al poco tiempo la situación de la economía sería muy distinta, también la sociedad creyó eso. Al ver que en la realidad no se ha verificado, las expectativas se han modificado pero no creo que sea irreversible. Para poder recuperar la confianza de la sociedad, se necesita primero discutir mucho hacia adentro de Cambiemos y que la UCR no tenga miedo de opinar. Y por otro lado se necesita mucho diálogo con todos.