La ministra de Desarrollo Social y su par de Ambiente y Desarrollo Sustentable coincidieron en la necesidad de profundizar las políticas de trabajo, educación y desarrollo social.
La ministra de Desarrollo Social, Carolina Stanley, y su par de Ambiente y Desarrollo Sustentable, Sergio Bergman, coincidieron hoy en la necesidad de profundizar las políticas de trabajo, educación y desarrollo social para construir un país económicamente próspero, a través del diálogo entre los distintos sectores y el cumplimiento de la ley.
“Trabajamos con la motivación de construir un país distinto, del que todos seamos parte y lo primero que tenemos que saber es que un tercio de los argentinos viven en la pobreza”, señaló Stanley durante la apertura del seminario ‘Prácticas éticas: el camino hacia la rentabilidad responsable’, organizado por la Cámara Argentina de Comercio (CAC).
La funcionaria recalcó que “hablar con la verdad no sólo es un valor en su mismo, sino una condición necesaria para el diálogo”.
“Bajar los índices de pobreza es una responsabilidad que el Gobierno asume como propia, y elegimos un camino seguramente más largo pero sincero y definitivo”, indicó Stanley.
Para lograr tal objetivo, asumió que está trabajando en tres ejes: primera infancia, educación de calidad y trabajo digno. “Trabajamos conjuntamente los ministerios de Trabajo, de Educación y de Desarrollo Social en estos ejes, aunque es indispensable el compromiso de la sociedad civil para que la Argentina salga adelante”.
Por su parte, Bergman dijo que “la Argentina perdió la capacidad de tener empresarios emprendedores y, además, las industrias pesadas las hemos olvidado de la agenda”.
“El Estado tiene que favorecer al emprendedurismo y debemos recuperar aquellas cuestiones marginadas de la agenda (industrias pesadas) como una estrategia”, afirmó el ministro de Ambiente y Desarrollo Sustentable.
Bergman instó a cumplir la ley y recordó que la “Constitución Nacional es un contrato que debiéramos firmar en vez de leerla”, a la vez que destacó la “trascendencia de los cambios culturales, que es una cuestión de generaciones y no de elecciones”.
“Un modelo empresarial de rápidas ganancias no deja nada. Vivir del Estado erosiona y degrada la capacidad de dejarle algo al país”, reflexionó el ministro.
En consecuencia, destacó que “tenemos que fijar las reglas de juego y no jugar con esas reglas, lo que significa que no existe otra alternativa que el cumplimiento de la ley”.
El ministro también cuestionó el rol de la industria extractiva y la carencia de un sistema de desguace en la industria automotriz.
“La industria extractiva puede ser responsable pero no es sustentable, por lo tanto es inviable. Y en el caso de los autos, fabricados con casi 50% de plástico, no tenemos en el país un sistema de desguace”, remarcó.
En tal sentido, consideró vital que “la economía y el comercio tengan ejemplos con desarrollo sustentable en términos de una práctica y no cómo una utopía”.
“Nos gusta ser víctimas. Llegó el momento de dejar de serlo y convertirnos en líderes”, concluyó el ministro de Ambiente y Desarrollo Sustentable, Sergio Bergman.