El ex base es el nuevo manager deportivo de Peñarol.
La esquiva temporada 2018/19 que atravesó Peñarol sin dudas movió la estantería del “milrayitas”. Y entonces, asegurada la permanencia en la Liga Nacional de Básquetbol en la última fecha de la fase regular -tras la victoria frente a Quilmes-, se esperaban cambios. Si no drásticos, al menos significativos.
Más allá de las cuestiones que tienen que ver con el aspecto económico -que seguramente requerirán de un gran esfuerzo e ingenio dirigenciales-, antes de cualquier movimiento estructural, este miércoles se conoció la primera contratación. Y es ni más ni menos que Pablo Sebastián “Tato” Rodríguez, quien ocupará el cargo de manager deportivo.
Toda una innovación para el básquet profesional de la ciudad, que ha tenido jefes de equipo que se han encargado de diversas aéreas, aunque nunca formalmente un manager deportivo.
Y ¿cuáles serán las funciones de quien fuera “el gran capitán”? De acuerdo al presidente de Peñarol, Domingo Robles, Tato Rodríguez será un manager integral. “Se va a ocupar tanto de cuestiones del plantel de Liga Nacional como del resto del básquet del club, divisiones formativas, reclutamiento, asesoramiento y gestiones para incorporar jugadores y también en la elección del entrenador”.
Si bien no será un manager plenipotenciario, sí tendrá opinión en casi todas las decisiones. Y será un puntal en la formulación del plantel y el cuerpo técnico para la campaña 2019/20. Por otro lado, hasta el momento no está prevista una presentación oficial de quien será el nexo vinculante entre el equipo y la dirigencia.
Como jugador, Tato Rodríguez ha sido uno de los grandes ídolos históricos de Peñarol. Ganó dos Ligas (además de otra con Boca Juniors), tres Súper 8, una Copa Argentina y trascendió a nivel internacional, con dos títulos en Liga de las Américas y otro en el Torneo Interligas. Tuve que retirarse imprevistamente en 2011 a causa de una afección cardíaca.
Tiene el récord de presencias con la camiseta “milrayitas” y el hombre que más clásicos jugó en el historial contra Quilmes. Además, en su honor, la camiseta N° 8 fue retirada y nunca más podrá ser utilizada.
Todo parece apuntar a que su primera gran decisión será disponer la continuidad o no de Leonardo Gutiérrez como entrenador.