El asado resiste: ¿por qué la carne sube menos que la inflación?
Aunque los aumentos se mantienen por debajo de la inflación, el consumo per cápita de carne vacuna sigue cayendo por la pérdida de poder adquisitivo.
Aunque los aumentos se mantienen por debajo de la inflación, el consumo per cápita de carne vacuna sigue cayendo por la pérdida de poder adquisitivo.
El primer semestre de 2025 cerró con un promedio de consumo de 49 kilos por habitante por año, contra 44 de 2024. En cambio, entre pollo y cerdo se pasó de 12 a 65 kilos por habitante por año.
El consumo aparente de carne vacuna por habitante, en el primer mes de 2025, fue equivalente a 47,0 kilos/año, es decir 3,2% menor que el de enero de 2024. Los argentinos consumen 1,5 kilos menos de carne que un año atrás.
Un escenario de sustitución de alimentación de origen animal por vegetal del 50 % reduciría sustancialmente los crecientes impactos del sistema alimentario sobre el medio natural en 2050, en comparación con 2020.
Productores porcinos advierten, según esta estadística, que "con el correr de los años, el argentino se va a volcar a esta carne de forma intensa"
La nueva escalada del dólar produjo otro aumento y muchas familias cambiaron sus hábitos de compra: cada vez se usa más el pago con tarjeta de crédito. También se incrementó el valor del pollo y el cerdo.