Se llevaba “de tiro” una moto por las calles del barrio San José
El joven, de 28 años, no pudo justificar la propiedad del vehículo, que fue secuestrado por la policía.
El joven, de 28 años, no pudo justificar la propiedad del vehículo, que fue secuestrado por la policía.
Tiene 26 años y lo aprehendieron en el barrio Las Heras. Quedó imputado por el delito de "encubrimiento".
Los operativos se llevaron a cabo en el marco de las investigaciones por múltiples robos de cables que contienen cobre y herrajes de bronce de las viviendas.
Ambos sospechosos fueron detenidos luego de la colisión en Fortunato de la Plaza y Rufino Inda. Tanto ellos como la mujer que iba en el automóvil embestido salieron ilesos del siniestro.
El delincuente, de 25 años, fue atrapado después de que la propia víctima pactara con él un encuentro para recuperarla a través de la red social Facebook. Al momento de la aprehensión, el ladrón iba armado con una pistola semiautomática cargada.
Poseía nueve plásticos cuya procedencia no pudo justificar. En su poder, la policía secuestró además un automóvil y otros objetos de valor como una notebook donde tenía anotados datos financieros de otras personas.
En su indagatoria el oficial Alejandro Nahuel Cepeda (24) dijo que “no ayudó a Maximiliano González”. La fiscalía lo acusa de “encubrimiento” por “ocultar el teléfono y entorpecer la investigación” hacia el responsable de matar al joven de un disparo en el pecho tras una persecución en Miramar.
La detención se registró en Juan B. Justo y México, por donde circulaba el sospechoso con el vehículo que no llevaba puesta la patente. Al interceptarlo e identificar el rodado, se supo que tenía pedido de secuestro activo desde principios de mes por una denuncia de robo en la comisaría segunda.
Cargada de la buena intención de varias personas, se produjo una secuencia de hechos que permitió que una menor discapacitada recuperara un elemento clave para su mejor calidad de vida. Si bien se realizó una investigación judicial y policial, la clave del hecho fue la difusión y la solidaridad de la sociedad. Un relato que sirve como prueba de que todavía queda buena gente.
Tienen 18 y 20 años, y se trasladaban por la zona sur en un vehículo que había sido sustraído en horas de la madrugada. El menor de ambos quedó detenido, mientras que el otro recuperó su libertad después del operativo.