Thiago Passeri es subcampeón mundial de surf
El marplatense ratificó su apasionante momento con la medalla de plata en el Mundial Junior en Perú.
“Estuve muy cerca, es verdad, pero igual estoy muy feliz, por el resultado, por el nivel durante todo el torneo, por todo lo que vengo haciendo en este tiempo, por todos los progresos, por ver que los resultados ratifican un camino…”. Recién había salido del agua Thiago, con las pulsaciones a mil, pero su análisis era perfecto. No se había quedado con no poder ser campeón mundial, sino con todo lo otro. Luego del abrazo emocionante con papá Martín, el multicampeón nacional que también hace de coach, el rubio de 16 años tenía una sonrisa en su rostro. No le importaba haber perdido la chance de ser el mejor del mundo en U16, lo conseguido es demasiado importante para pensar en lo que no pudo ser.
Lo de este marplatense viene siendo demasiado impactante en estos años. En Junior y desde fines de 2024 también con adultos. Desde que surgió en la escena nacional, primero como hijo del gran Martín Passeri y luego como una nueva joyita del surf argentino, Thiago no ha parado de crecer. Y de arrasar en los torneos, primero como junior, ganando cada torneo nacional e internacional, y desde fin del año pasado como Open. Un crecimiento exponencial que ratificó en este Mundial ISA de Punta Rocas, Perú, con una histórica medalla de plata. Pensar que hace un año había logrado la medalla de bronce en este mismo torneo y ahora pudo superarlo.
Passeri había llegado a este Mundial con los dos triunfos más importantes en su carrera, seguidos, con semanas de diferencia, en fechas del circuito latinoamericano (ALAS), uno en Guatemala y el otro en El Salvador, ante los mejores rankeados. Por eso se esperaba mucho en este torneo y Thiago pudo ratificarlo, algo que nunca es fácil. Sobre todo por lo rápido que le viene pasando todo.
“Tal vez sea todo demasiado rápido, quizás inesperado, por el hecho de enfrentarme a gente más grande, con más experiencia. Pero yo, mientras lo disfruto y aprendo, me motivo. Y el poder ganar así me da la certeza de que vamos por el buen camino”, cuenta Thiago, que ya es la nueva figura del Team Quiksilver, el equipo de surf más importante del país.
En este torneo fue de menos a más, llegando a la final con dos australianos y un brasileño y si bien en la última batería, de 30 minutos, empezó sin agarrar muchas olas y quedó cuarto, luego metió una buena ola y otra monumental que le dio la chance de poder ser campeón mundial. Sólo el altísimo nivel del australiano Ocean Lancaster (justo el nombre de océano) le quitó el sueño, terminando con 17.13 puntos (de un máximo de 20) contra los 16.57 de Thiago. Una locura que ratifica un nivel que no es nuevo…
El 2024 fue un año a full que lo tuvo en nueve países, tomando 26 aviones, compitiendo en 21 eventos, llegando a 24 finales (hay más de una por evento) y logrando 16 primeros lugares. Una verdadera locura que sólo Thiago puede lograr. Un verdadero hijo ‘e tigre, de un animal competitivo como Martín Passeri, el más ganador de la historia nacional, que quedó en los libros por haber abierto la puerta al profesionalismo y dejado una huella que sigue hasta la actualidad, como coach.
“Desde los 12 años, cuando decidió dedicarse al surf, Thiago no se ha detenido ni un día. Tiene un sueño, llegar a lo más alto, y respeta cada entrenamiento, como un torneo. Está dedicado responsablemente a encontrar su mejor versión en cada sesión. No sé si está superando mis expectativas, me gusta decir que está cumpliendo las propias. Yo estoy para guiarlo y ayudarlo a levantarse cuando se caiga. Thiago entiende esta relación, para mé es más importante ser padre, si en algún momento el DT perjudica nuestra relación, voy a ser el primero en dar un paso al costado como coach”, cuenta Martín. “Yo no siento presiones por quién fue papá. Al revés, es una suerte enorme lo que fue y lo que es. En el surf y como persona. Yo no lo vivo como una sombra sino como un faro”, acota Thiago.
Tener al padre a su lado lo ayuda a sobrellevar el sacrificio que ha sido estar tan lejos de Mardel y su entorno. “Viajar es hermoso y tengo la suerte de hacerlo con él, pero no deja de ser un sacrificio que el de afuera no lo ve, tanto tiempo entrenando, cuidándome, fuera de casa, lejos de los amigos y la familia. Es agotador, se extraña mucho, a veces uno se siente solo, pero tenemos una misión y hay que cumplirla. Tengo claro que esto es realmente lo que quiero hacer el resto de mi vida y es el momento del esfuerzo. Ya vendrán tiempos más tranquilos, de mayor disfrute, ahora toca esta etapa…”, admite con una madurez que impacta.
El apoyo que ambos reciben, especialmente de empresas como Quiksilver y DC Shoes hace todo más fácil. Dos marcas que se fijaron en él, cuando tenía nueve años, casi al mismo tiempo que sumar a Martín al team, como capitán del barco del equipo. “Vimos su pasión por el deporte, su dedicación, cómo deja en cada sesión. Y cómo lo guía su padre, claro”, dicen desde las marcas que permiten que ambos puedan viajar tanto como necesitan. El roce y rodaje internacional lo son todo. Y Thiago no sólo no decepciona, impacta con sus resultados…
Ahora lo vuelve a ratificar, lo que no sólo supone una ilusión pensando en los Juegos Olímpicos de Los Angeles 2028 sino también en ser el primer argentino en llegar a la NBA del surf, el famoso Championship Tour, donde compiten los 34 mejores del mundo. “Eso siempre está ahí”, sólo comenta Thiago, sin querer sumarse presión. “Sobre ese sueño, siento que cada generación debe aprender de la anterior, de los referentes, de lo que les faltó. Y trabajar en consecuencia, sin perder de vista el sueño. Thiago puede”. Fe sobra en el coach y padre de la nueva ilusión argentina. Motivos abundan.


