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Arte y Espectáculos 22 de agosto de 2018

“Todos estamos esclavizados en un sistema de creencias antiguo”

Lo dijo la actriz Angeles Marset tras una gira por México y Estados Unidos. Las emociones universales que disparó la emblemática "Exorcismo de mujer".

Marset, expresiva, es uno de los momentos de la emblemática "Exorcismo de mujer". Foto: Ulises Regueiro.

Después de siete años y con casi trescientas funciones cumplidas, siente que la obra sigue intacta. Es que, acaso, recién en estos últimos tiempos -con el feminismo copando las calles- el fondo de la historia cala más hondo. Con su espectáculo “Exorcismo de mujer”, la actriz Angeles Marset regresó de una gira de dos meses que realizó por ciudades de México y Estados Unidos.

“Al ser una obra tan universal permite a cualquier persona sentirse identificada, más allá de su lugar de nacimiento, experiencia de vida, creencias y mandatos”, dijo sobre la pieza, que dirigió Nora Fernández y que retrata el camino de una mujer por sacarse de encima todos los imperativos que la sociedad deposita en ella, desde la maternidad a la juventud y la delgadez.

“Teniendo en cuenta que fueron públicos tan diversos, pude observar aun más que las emociones son universales y nos pasan las mismas cosas, todos estamos esclavizados en un sistema de creencias antiguo y estamos batallando interna y externamente para encontrar el sentido de la vida misma”, analizó la actriz, que el sábado 25 de agosto a las 21 volverá a poner es escena esta obra en el escenario de Liberart (Moreno 2746), a la gorra.

Escenarios de Michoacan, DF, Cuernavaca y Mérida, más Miami en Estados Unidos fueron los sitios en los que se presentó con su unipersonal. “En ambos países viví la experiencia de estar en teatros del circuito independiente y espacios alternativos”, dijo.

Aunque era un largo anhelo de la actriz salir de Mar del Plata con esta historia tan actual, la gira recién se pudo realizar este año, gracias a Ana Kareno, “una actriz mexicana que vio la obra hace varios años en Buenos Aires”. “Desde entonces estuvo la idea presente de llevarme a su tierra”. Y junto con la obra, Marset montó una serie de seminarios escénicos para mujeres, en los que abordó la temática de género.

-¿Por qué era un viejo deseo hacer esta gira?

-Realmente anhelé realizar esta gira durante mucho tiempo porque sentía, en el caso de México, que es una tierra sagrada y la cultura maya siempre me atrajo. Sentía que tenía que estar allí. En el caso de Miami, el estímulo era por la diversidad de culturas, quería vivir y conectarme con ellos, aprender de ellos.

-¿Qué te dejó el periplo?

-En primer lugar, esta experiencia me remitía a preguntarme una y otra vez “¿por qué no la hice antes?” y rápidamente me respondía “Porque ahora no sentís miedo al rechazo”. Me reí mucho conmigo porque si bien siempre elegí arriesgarme y vivir nuevas experiencias, inconscientemente ponía resistencias. Darte cuenta de esto mientras lo vas viviendo es maravilloso, porque en realidad es uno el que lo hace posible. Estoy inmensamente agradecida a la entrega de todo el público y participantes de los seminarios.

-¿Qué notaste de la situación de la mujer en otros lugares a los que fuiste?

-En las distintas ciudades de México noté que la mujer está en una hermosa búsqueda por despertar, pero siento que están en proceso de escuchar su propia voz. Observé mucho miedo en ellas, es muy fuerte la presión en el discurso acerca del narcotráfico instalado en ese país. Son cuidadosas y amorosas al expresarse, esto no significa que se sometan todo el tiempo pero a la vez me pareció muy rico ver que no muestran competencia entre ellas, al menos yo no lo noté en los espacios que compartí. Están muy dispuestas a seguir conociéndose y aprendiendo, se abren a ello y no juzgan. Mi experiencia en los seminarios fue muy enriquecedora porque tuve mujeres con gran trayectoria de vida personal y profesional. En el caso de Miami, fue muy diferente. Todas las mujeres eran artistas profesionales y sin haber vivido la experiencia de las mujeres mexicanas, sucedió lo mismo. Hubo una entrega muy cálida y conmovedora. Un respeto hacia mi persona que me sorprendió. Fue un aprendizaje permanente esta gira y a tal punto fue productiva que en el mes de noviembre regresaré a México. Fui invitada al Festival Internacional de Monólogos en Mérida, Yucatán, una gira ya programada para 2019.

-¿Qué nuevo espectáculo estás preparando?

-En estos momentos, sigo avanzando en nuevas gestiones para llevar Exorcismo de mujer a otros países y seguir recorriendo Argentina. Un proyecto de obra con dos actrices de nuestra ciudad (Alicia Nevado y Adriana Vicente) en el cual participaré como actriz y directora, como así también un nuevo proceso de unipersonal que estoy creando.