La Ciudad

Tolerancia cero: empezaron los controles y las multas superan los 9.000 pesos

El municipio llevó adelante el primer operativo con la nueva disposición en la avenida Luro. Apunta a que los que beben no conduzcan.

El municipio llevó a cabo este miércoles el primer control de alcoholemia bajo la disposición de “tolerancia cero”. Los test se realizaron en la avenida Luro entre 14 de Julio y Dorrego y fueron supervisados por autoridades comunales.

Las multas para los que den positivo van de los $ 9.000 a los $ 11.000, según se desprende del decreto del intendente. Concretamente, según indicó el subsecretario de Transporte y Tránsito, Claudio Cambareri, van de 250 a 300 “unidades fijas”, que se desprenden del valor de un litro de nafta súper informado por el Automóvil Club Argentino. En la provincia de Buenos Aires, en septiembre y octubre ese valor oficial fue establecido en $ 36,51.

“Las multas son muy severas. Lo que se busca con esta decisión es impedir que quienes consuman bebidas alcohólicas estén al volante, porque está debidamente demostrado que los últimos siniestros que han causado muertes en Mar del Plata han sido producto del alcohol”, dijo el secretario de Gobierno, Alejandro Vicente.

“La severidad de la sanción obedece a que se quiere establecer que la prohibición sea realmente asumida y que todo conductor de vehículo se concientice de que no puede consumir cuando va a manejar una moto, un auto, un camión o una camioneta”, agregó.

La prohibición alcanza a las drogas. “No va a haber ningún tipo de tolerancia”, advirtió Vicente. Y si bien dijo que la pipeta con que se realizan los controles de alcoholemia no miden la droga en el organismo, “se puede establecer su presencia con la ayuda de las fuerzas federales”.

Vicente sostuvo que “está probado que el organismo, cuando tiene alcohol o drogas, produce una reducción en la capacidad de reacción, en los reflejos, y eso muchas veces genera accidentes”.

El funcionario negó sea una medida recaudatoria que pueda ahuyentar a los turistas. “Lo que estamos buscando es cuidar la salud y la vida de nuestros visitantes y residentes”, aseguró. Mientras calificó a la concientización como “un pilar” de la política de tránsito municipal, consideró que “la cuestión recaudatoria es accesoria”.

Cambareri calificó de “fundamental” la medida para continuar los controles de alcoholemia. “Si uno va a conducir, no debería beber. Y si va a beber, lo puede llevar un taxi o un remís. El beber y el conducir no son compatibles”, definió.

Si el test da un resultado punible, el conductor no solo deberá pagar una multa. Antes, se le retiene el carnet de conducir, se le secuestra el vehículo y se lo inhabilita para manejar. Esa inhabilitación puede ser de seis meses. Según el caso y si el conductor es reincidente, hasta puede ser de por vida.

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