El protagonista de El Angel pasó por el 33° Festival Internacional de Cine de Mar del Plata y habló con LA CAPITAL.
El actor Lorenzo Toto Ferro, quien protagoniza al asesino Carlos Robledo Puch en la película “El Angel”, llegó a Mar del Plata para participar de la proyección de ese filme en el Museo MAR, una de las actividades especiales de este 33°Festival Internacional de Cine. El joven actor alcanzó relevancia esta semana al recibir el premio Fénix, en México, por su actuación en ese filme. Desde el escenario, lanzó dos especiales dedicatorias: “Estando en México fuck Trump y siendo argentino fuck Mauricio Macri”, dijo.
Ahora, consultado por sus dichos, dijo: “A mí me sorprendió, qué payaso, no me arrepiento (de lo que dijo) pero me hago reír a veces”.
A sus 19 años, el actor que es hijo de Rafael Ferro, dijo que espera estrenar un disco de free style, género en el que venía trabajando antes de saltar a la popularidad y mientras tanto, se prepara para el estreno de un unitario que se verá el año que viene.
“Estoy esperando que pase rápido el tiempo como para que la gente se olvide de mí por lo menos por tres meses hasta que vuelva a hacer algo”, confió el actor, siempre descontracturado. “Está bueno generar un poco de misterio así no saben todo el tiempo donde estás… el tema es que tengo Instagram, me lo tendría que sacar”, agregó.
– ¿Cómo estás viviendo el post estreno de El Angel?
– Fue muy rápido todo como para poder tener un discurso o una respuesta, pero es una ola muy grande y si no la surfeás con estilo te volvés loco. Yo trato de hacer eso, no te digo que me salga.
– ¿Encontraste cosas tuyas en Robledo Puch?
– Sí, en la rebeldía del espíritu joven que fue de los factores más importantes que me ayudaron a construir el personaje, eso y la edad. Además, vivía en mi barrio, había cosas relacionadas que si yo hubiera nacido en otra época podría haber sido él, se movía por el mismo barrio. Yo vivo a dos cuadras de donde el mató a un tipo. Si nacía cincuenta años antes era él.
– ¿Te sentís rebelde?
– Ahora intento ser más cauto pero en el colegio era muy rebelde, era empalagosa mi rebeldía, no podían hablar los profesores. Ahora soy rebelde pero dejo hablar a la gente.