Los tres propietarios del geriátrico Sagrada Familia que se incendió esta madrugada y provocó la muerte de tres mujeres residentes y heridas graves en otra fueron imputados tras encontrarse una serie de irregularidades durante el allanamiento entre ellas, la falta de  habilitación provincial.

Además, las dos cuidadoras que estaban en el turno cuando se inició el siniestro también afrontan cargos por homicidio culposo, lesiones culposas e incendio culposo, de acuerdo a la acusación impulsada por el fiscal Rodolfo Moure.

Según la información a la que tuvo acceso LA CAPITAL, en el allanamiento realizado en la tarde de este miércoles el personal de Policía Científica, Bomberos, Inspección General de la Municipalidad, comisaría primera, DDI y fiscalía de Delitos Culposos se detectaron varias anomalías e irregularidades, la principal de ellas es que no contaba con habilitación provincial para funcionar.

Al respecto, se confirmó que el geriátrico ubicado en Jujuy al 1100 tiene un expediente en trámite desde 2019 y que incluso, por medio de inspecciones municipales, se lo había intimado a regularizar esa situación.

Por otro lado el personal de Bomberos revisó todo el edificio y estableció que carecía de detectores de humo en cantidad suficiente y que los que estaban cerca de donde se desató el incendio no habrían funcionado. Por ese motivo secuestraron varios de esos artefactos.

Una fuente de la investigación confió a LA CAPITAL que en el geriátrico había lojadas 38 personas y que según reglamentaciones vigentes se necesitan entre 6 y 8 cuidadores, sin embargo solamente había 2.

A raíz de estas irregularidades, el fiscal Moure decidió imputar a los propietarios (serían tres hermanos, dos mujeres y un hombre), además de las cuidadoras.

De ahora en más se inicia una etapa de peritajes con la labor fundamental de Bomberos y de Policía Científica que entregarán a Moure la evidencia para sostener o no algún grado de responsabilidad penal.