CERRAR

La Capital - Logo

× El País El Mundo La Zona Cultura Tecnología Gastronomía Salud Interés General La Ciudad Deportes Arte y Espectáculos Policiales Cartelera Fotos de Familia Clasificados Fúnebres
El Mundo 28 de febrero de 2018

Tras el tiroteo en la escuela de Florida, lo estudiantes vuelven a clase

El 14 de febrero último, Nikolas Cruz, alumno de la Marjory Stoneman Douglas High School ingresó al establecimiento y asesinó a 17 personas.

Los estudiantes de la escuela Marjory Stoneman Douglas High School, en Parkland, Florida, retomaron hoy las clases, a dos semanas de la masacre de San Valentín, en la que fueron asesinadas 17 personas por el alumno Nikolas Cruz y que abrió el debate nacional sobre la tenencia de armas y los tiroteos masivos.

Con sensaciones diversas, pero en las que primó el nerviosismo y la esperanza, los chicos volvieron al establecimiento que, hace unos días, fue un escenario de pesadillas. Allí, el 14 de febrero último, compañeros de clase y docentes gritaban desesperados, se escondieron en armarios y aulas y corrían atemorizados mientras el tirador Cruz recorría los pasillos, disparando y matando.

Con altares y ofrendas, globos rojos, fotos y dibujos de las víctimas se abrieron las puertas de la escuela, mientras que en los pupitres de los chicos asesinados pusieron flores para recordarlos.

La vuelta a la escuela fue planeada en fases. Las autoridades del condado de Broward planificaron una apertura, primero con los maestros y el personal no docente el lunes y el martes, mientras que los alumnos retomaron hoy con clases de cuatro horas, de 7.40 a 11.40 de la mañana.

Según explicó el director Ty Thompson, el regreso de los estudiantes se enfocará “en la preparación emocional y la comodidad” y no en el plan de estudios, por lo que “no hay necesidad de mochilas esta semana”.

Y agregó que la seguridad será la “más alta de todos los tiempos”.

Mientras tanto, el edificio 12, donde se produjo la mayor parte de la carnicería, permanece cerrado, pero prevén demolerlo y hacer un monumento conmemorativo en su lugar.

“Por ahora, se considera una escena del crimen”, aclaró Robert Runcie, superintendente de las Escuelas Públicas del Condado de Broward.

“¿Cómo reaccionas cuando sucede algo? No hay un código de conducta, no hay un reglamento, no hay pautas que seguir, solo estamos adivinando en la oscuridad”, contó ansioso a la CNN, Sawyer Garrity, de 16 años.

Los chicos vuelven también tras un torbellino de activismo político que puso en el centro de la escena política el debate nacional sobre armas y seguridad escolar.

Charlotte Dixon, de segundo año, contó que para muchos es difícil regresar a clases, pero ella se siente esperanzada por la atención que se puso a las leyes de armas. “Estoy muy contenta de que la gente dé un paso al frente y hable, porque esto no debería ocurrir de nuevo”, dijo.

Anoche, Isabela Barry tocó su guitarra para calmar sus nervios. Para ella, la idea de volver a la escuela era tranquilizadora de alguna manera. “Hay gente que ya no va a estar allí, va a ser realmente triste, pero a la vez será reconfortante regresar a un lugar donde todos pasamos por una experiencia similar”, contó a los medios.

El 14 de febrero pasado, Nikolas Jacob Cruz asesinó a 17 personas con su propio fusil AR-15, en la peor masacre escolar en Estados Unidos en cinco años. El joven estadounidense de 19 años compró legalmente el arma de asalto que fue usada en el ataque.

El letal tiroteo volvió a poner sobre el tapete la epidemia de violencia armada en el país y el fácil acceso a las armas de fuego, que dejan 32.000 muertes anuales, y volvió a desatar el debate sobre la necesidad de controlar la venta y la tenencia de armas en el país.

El presidente estadounidense, Donald Trump, ofreció su apoyo a un proyecto de ley para mejorar la base de datos del FBI de personas que tienen prohibido comprar armas y también sugirió “armar a los profesores” para repeler a posibles atacantes.

Mientras tanto, miles de estudiantes alzaron la voz para acabar con este flagelo y organizaron para el próximo 24 de marzo la “Marcha por nuestras vidas”, una manifestación en Washington para llevar el debate de las armas al Congreso y frenar “la epidemia de tiroteos masivos en las escuelas” .