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Arte y Espectáculos 16 de julio de 2019

“Trato de crear una evocación de temas universales a partir de pequeñas historias”

Ricardo Preve, estrena su documental "Volviendo a casa". Se trata de la historia de un marino italiano, cuyo cuerpo fue abandonado en una isla desierta, tras el naufragio del submarino "Macalle" en el Mar Rojo durante la Segunda Guerra Mundial.

Ricardo Preve, director de "Volviendo a casa".

La “injusticia” del caso motivó al cineasta, fotógrafo y activista argentino Ricardo Preve a investigar, rescatar, reconstruir y contar la historia del marino italiano Carlo Acefalo, el único fallecido como consecuencia del naufragio del del submarinoMacalle” en el Mar Rojo durante la Segunda Guerra Mundial.

Ochenta años después del siniestro en el que sobrevivieron 44 tripulantes, el documentalista trabajó incansablemente junto a un gran equipo, para desarrollar este proyecto. Como en otras premiadas obras del autor, el objetivo es “crear una evocación de temas universales a partir de pequeñas historias”.

Hoy los marplatenses tendrán la oportunidad de conocer a este realizador y ver en calidad de pre-estreno “Volviendo a casa“, el documental en cuestión, a las 18, en el MAR (Félix U. Camet 800).

La posibilidad de contar con esta propuesta se dio “gracias a la amabilidad del concejal Marcelo Carrara, quien se interesó por el proyecto y por la posibilidad de traerlo a una ciudad tan ligada a los temas del mar y a la cultura italiana y a Daniel Alberto Mesa, presidente de la Comunidad Submarinista Latinoamericana, un fiel amigo que hace años nos apoya con el proyecto” valoró el cineasta a LA CAPITAL.

Antes de su llegada a Mar del Plata, el autor de obras como “Niños momia: sacrificados en Salta”, “Los Cuadernos Secretos de Darwin” y “Los Gemelos de Mengele” para National Geographic Television; “Chagas: un mal escondido” (2005), “Esperanza Means Hope” (2006), y “Los huesos de Catherine” (2015) y la ficción “José Ignacio” (2009), entre otras, contó detalles de este original relato que considera “simbólico”.

– ¿Qué le impactó de la historia y lo motivó a emprender la investigación y el desarrollo documental del rescate del cuerpo del soldado?

– La injusticia. Me pareció una injusticia que este chico de 24 años al morir en 1940 hubiera quedado abandonado en una isla desierta por casi 8 décadas. Carlo Acefalo era hijo de un huérfano (“Acefalo” en italiano quiere decir “sin cabeza” y era uno de los apellidos usados para los niños nacidos de relaciones ilegítimas), Pietro Acefalo, quien había muerto -cuando nuestro Carlo tenía solo 1 año-, como soldado en la Primera Guerra Mundial. Y su madre era una pobre campesina. Entendí en seguida que, si Carlo hubiera provenido de una familia rica, su cuerpo habría regresado a Italia muchos años antes. Y fue para reparar esa injusticia, ese abandono de un submarinista, que decidí lanzar el proyecto “Volviendo a casa”.

– ¿Hay en su trabajo un interés, voluntad, de dar voz a perspectivas personales, recuperar identidades perdidas en procesos globales? Esta historia del marino Acéfalo, se relaciona en ese punto a la de la galesa Catherine, a la de los fantasmas de Machu Pichu, la de la modelo franco-argentina…

– Sí, absolutamente. Creo que la historia de Carlo Acefalo, y también las otras que usted menciona, se encuadran dentro de un simbolismo que trato de crear, una evocación de temas universales que surgen de pequeñas historias. Algunos me preguntan por qué elegí la historia de este submarinista para contar… ¿Qué lo hacía importante? En realidad, yo creo que Carlo Acefalo es un símbolo de todos aquellos jóvenes que fueron a morir en una guerra hecha para satisfacer los caprichos y las locuras del fascismo italiano, y luego, una vez concluida la guerra, abandonados en el olvido porque su presencia, su historia, es algo que incomoda. Pero a mi no me importa incomodar, es más creo que las historias que más merecen ser contadas son muchas veces las más ignoradas por todos. Y me gusta mucho crear de una pequeña historia un relato que abarque temas universales.

Volviendo a casa

Investigación y reconstrucción

– ¿Cómo fue el trabajo de reconstrucción del hecho y de la época?

– He trabajado en numerosas reconstrucciones históricas cuando estaba en National Geographic Television, y para un proyecto tan difícil como este elegí como directora de arte a mi amiga Graciela Fraguglia, quien ha hecho la dirección de arte en la mayoría de mis películas (entre ellas “Niños Momia Sacrificados en Salta” que ganó una nominación a los Emmy por el diseño de escena). Sabía que Graciela y su equipo (Alicia Macchi hizo los vestuarios de época) no me fallarían, no solo en los vestuarios (copias fieles de los uniformes italianos de la Segunda Guerra Mundial), maquillaje, peinado etc., sino además en la construcción de una copia parcial del submarino italiano en escala 1 a 1, y del barquito de 3 metros de eslora que usaron tres marineros italianos para buscar ayuda y rescatar a sus compañeros luego del naufragio en una isla en el Mar Rojo.

– ¿Qué desafíos implicó recrear la isla, el clima de Sudán, en una playa del atlántico sur como Claromecó?

– Tuvimos que soportar la semana más fría de 2017 durante la filmación de las escenas de exteriores en Claromecó. Fue un desafío tremendo luchar contra el frío y lograr escenas que parecieran cálidas, con actores y extras casi desnudos, y sudados. Los hechos reales ocurrieron en el verano africano, con temperaturas de 45 grados. Pero por suerte el trabajo de casting hecho por Marina Guerrero no solo resultó en actores y extras que trabajaron con gran talento, sino que le pusieron verdaderamente “garra” para tirarse (literalmente) a un agua que estaba casi congelada y pretender estar en el calor del Mar Rojo en Africa.



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