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Policiales 9 de marzo de 2018

Tres años de prisión para un entrenador de fútbol infantil por intentar corromper a una menor

El hombre de 59 años le envió una carta a una niña de 11, hija de un amigo, en la que le ofrecía pagarle para verla semidesnuda, acariciarla y tocarla. Lo descubrieron tras un análisis de caligrafía y le realizaron un juicio abreviado.

Para tocarle “los pechitos” vestida le ofrecía 200 pesos, más 100 por mes. Si quería recibirlo con remera, pero sin corpiño, le daba 400, más otros 100 mensuales. Otra propuesta era que lo dejara tocárselos y chupárselos, por 500, cada vez que ella quisiera.

Además de esas tres opciones, otras dos muy similares componían la carta que un entrenador de fútbol infantil de 59 años le dio en mano a una niña de 11, hija de un amigo suyo, en mayo de 2016. Por el hecho, denunciado e investigado rápidamente, el hombre fue condenado ayer a tres años de prisión en suspenso.

El caso fue descubierto luego de que la menor le diera la hoja de papel escrito de puño y letra a su madre. No tardó en ocasionar un escándalo entre la familia de la víctima y el autor de la indecente propuesta, quien se desempeñaba como director técnico y dirigente del club Al Ver Verás, y en ese lugar se había hecho amigo del padre de la niña hacía más de dos décadas.

Durante un juicio abreviado, Héctor Daniel Pradas fue sentenciado por el juez Facundo Gómez Urso, después de que un análisis de caligrafía determinara su responsabilidad en el hecho, calificado como “tentativa de corrupción de menores”. El magistrado también le solicitó al Ministerio Público que inicie una investigación para saber si abusó sexualmente de la hermana mayor de la víctima, de 15 años.

La pena redactada es de ejecución condicional y fue la mayor que se le podía dictar al imputado por el delito mencionado. Además, fue aceptada por las partes: tanto la fiscalía como la defensa, ejercida de oficio, validaron los peritajes que motivaron la condena.

El hecho

De acuerdo a la investigación realizada, en mayo de 2016 Pradas le dio a la menor, cuya identidad es resguardada en esta nota, una carta que había escrito de puño y letra. En la misma, le proponía distintas cinco situaciones sexuales a cambio de dinero.

La entrega del papel, al que tuvo acceso LA CAPITAL, fue hecha en una de las muchas visitas que Pradas hacía a la casa de la familia, ubicada en el barrio Las Américas. Es que el hombre era muy amigo del dueño de la vivienda, a quien conocía del club desde hacía más de 20 años.

También había sido entrenador de sus hijos mayores y conocía a su mujer y a las hijas menores de edad.
Es que Pradas, además de ser técnico de fútbol infantil, se desempeñaba como dirigente de la entidad mencionada, por lo que lo conocían todos. Por supuesto, la institución actuó rápidamente al conocer la denuncia realizada y desde entonces al imputado no le volvieron a permitir pisar la institución.

Vale aclarar que quienes integran Al Ver Verás son en su mayoría trabajadores que colaboran con la sociedad y acercan al deporte a niños y adolescentes para rescatarlos de la calle y la marginalidad. Por ese motivo, cuando los dirigentes tomaron conocimiento de la causa judicial, decidieron apartar a Pradas inmediatamente.

Según puede verse en la carta, analizada por peritos taquigráficos que determinaron que fue escrita por el imputado, existió una propuesta sexual hacia la niña, que podía elegir entre cinco opciones diferentes por las que recibiría dinero. Entre ellas estaban: “agarrarle los pechitos”, “tocárselos y chupárselos”, “recibirlo con remera pero sin corpiño”, darle un “pico” y “acariciarla hasta el fondo por debajo de la pollera”.

Además, el adulto le indicaba a la niña los días que podía elegir cada propuesta. Y también le pedía que marcara con un círculo el número de opción y le devolviera la carta para conocer su respuesta, sin decirle a nadie lo que ocurría.
Lejos de hacerlo, la menor le entregó la carta a su madre, que denunció el hecho a la policía. La mujer dijo ante los uniformados que Pradas había sido la única persona adulta, fuera del núcleo familiar, en mantener contacto con sus hijas, quienes también solían asistir al club.

Esa denuncia, apoyada en los análisis de la caligrafía del imputado, confirmaron su responsabilidad. El hecho causó una gran conmoción en el club, debido a que tanto Pradas como la familia de la víctima eran miembros concurrentes de manera asidua al club, por lo que los conocía mucha gente.

En suma, durante los últimos días, cuando se realizaba el juicio abreviado, la hermana mayor de la niña a la que el entrenador de fútbol infantil -que también trabaja como barrendero-, acusó al hombre de haber abusado sexualmente de ella. Por ese motivo, el juez Gómez Urso solicitó a la fiscalía interviniente que lleve a cabo una investigación para saber si el caso existió.

Condena

La condena establecida por el delito de “tentativa de corrupción de menores” contempla tres años de prisión de cumplimiento condicional, debido a que se trata de una pena baja. Además, para determinar ello el juez Gómez Urso consideró que Héctor Pradas no tiene antecedentes penales y siempre se ajustó a derecho durante el proceso judicial.