Deportes

Tres leyendas del deporte argentino en la Costa del Sol

El ex Quilmes Rubén Wolkowyski, Walter Herrmann y Marcos Milinkovic se radicaron en Málaga y sueñan con emprender un proyecto deportivo juntos.

BENALMÁDENA, España.- Tres leyendas del deporte argentino, los campeones olímpicos de básquetbol Walter Herrmann y Rubén Wolkowyski y Marcos Milinkovic -considerado uno de los mejores voleibolistas de la historia-, eligieron la Costa del Sol malagueña como su nueva residencia tras poner fin a sus exitosas carreras deportivas y ahora valoran emprender juntos algún proyecto profesional.

Su vertiginosa carrera contrasta con su relajada vida actual. Wolkowyski y Herrmann, ganadores de la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004 con la llamada Generación Dorada, siguen de alguna manera ligados a su deporte. Este año entrenaron con el modesto equipo Cris Martia, con el que llegaron a participar en una liga amateur de la localidad de Mijas, aunque debido a la pandemia del coronavirus, la competición se suspendió y están a la espera de acontecimientos.

No obstante, Wolkowyski no renuncia a su gran pasión y acude un par de veces a la semana a entrenar a Benalmádena con su hijo, que sigue sus pasos y juega en las categorías inferiores de Unicaja.

Él fue el primero en llegar a la Costa del Sol, animado por sus suegros, y ya conocía España tras su breve paso por Tau Cerámica (actual Baskonia). Asegura que fue el básquet el que lo descubrió a él y reconoce que jugar en la NBA fue toda una experiencia, pero que era como vivir en una “burbuja” a la que no te podés acostumbrar ya que, cuando salís de ella, recibís “un golpe de realidad”.

Recuerda que en marzo padeció Covid y lo pasó francamente mal: “El día que entré al hospital me despedí de mi familia y no sabía si volvería a salir”, explica el pivote, que confiesa que tuvo “miedo a morir” ya que por aquel entonces era aún algo “desconocido”, lo que lp afectó fuertemente. “Posiblemente todos tengamos que pasar el virus como una gripe”, consideró.

El que fuera su compañero en la selección albiceleste Walter Herrmann es el más vinculado a esta provincia andaluza, ya que el alero jugó varias temporadas en la élite con Unicaja, con el que ganó la Liga española y una Copa del Rey. En esa época, se enamoró de una malagueña -su actual mujer- y de la ciudad, donde también vive su hermana.

Es todo un trotamundos del básquet, para quien la élite exige “mucho sacrificio” y también genera “frustración”, aunque la inercia de la competición al más alto nivel “ayuda a superar los malos momentos” personales y deportivos, recordó.

También pasó por la NBA. Llegó a los Charlotte Bobcats en 2006 y explica como, durante el Mundial en Japón, solo un jugador de la selección estadounidense se acercó a felicitarlo por su traspaso. Era Lebron James, icono y actual jugador de Los Ángeles Lakers. Ejemplo a su juicio de que la humildad y el éxito pueden ir de la mano.

El último en llegar a su retiro malagueño fue Marcos Milinkovic, que lo hizo hace un par de meses animado por su amigo Wolkowyski, quien lo alentó a seguir sus pasos. El opuesto, al que la Federación Internacional de Voleibol (FIVB) incluyó en el año 2000 entre los mejores 25 jugadores del siglo XX, terminó en España tras perder su trabajo en Emiratos Árabes por la pandemia, al igual que su mujer.

El que fuera capitán del combinado albiceleste opina que su inclusión en dicho listado de la FIVB es un mérito que pertenece al gran grupo que lo rodeaba. Ahora afronta una nueva vida en Marbella, rodeado de compatriotas y con ganas de seguir ligado como entrenador al deporte que se lo dio todo.

Las tres leyendas del deporte argentino quieren trabajar juntos y barajan crear una academia en la que puedan ejercer como entrenadores de sus respectivos deportes para formar a jóvenes, aunque por el momento es solo una idea que se ha visto algo frenada por el Covid.

Herrmann, Wolkowyski y Milinkovic se reúnen a menudo para comer asado, tomar mate y juntarse con sus familias. Por casualidad o destino, estas leyendas argentinas volvió a coincidir en su nueva vida, aunque ahora lo hacen en su nuevo refugio, a 10.000 kilómetros de su país natal.

EFE.

Te puede interesar

Cargando...
Cargando...
Cargando...