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Trigo: a sorpresas del tiempo se agregó el hongo Fusarium

El ingeniero agrónomo Daniel Scioli, especialista del INTA Balcarce, ratificó que tres fuertes heladas perjudicaron al trigo en la zona, provocando una importante caída del rendimeinto cuando las perspectivas eran inmejorables. También señaló los efectos nocivos del hongo Fusarium debido a lluvias posteriores.

por Sebastián Plaza

Corresponsalía Balcarce

Todo iba viento en popa desde lo climático y eso hacía presagiar una cosecha récord en trigo con un área de siembra que lo permitiría. Sin embargo, en esta fábrica a cielo abierto que es el campo las imprevisibilidades están a la orden del día. Y cuando nadie lo esperaba aparecieron tres heladas que hicieron que todo se desbaratara y finalmente no se lograra alcanzar los promedios de la campaña 2017/2018.

El ingeniero Daniel Scioli expresó a LA CAPITAL que “hemos recogido la campaña de fina y hemos encontrado una gran variedad de rendimientos. Por un lado, lotes de alrededor de 6000 kilos o más, tanto para trigo como cebada. Por el otro, lotes que se vieron afectados por tres heladas, dos de ellas en noviembre y una en diciembre, que provocaron rindes menores a los 2000 kilos.

Las heladas

El analista indicó que “toda la campaña se vio empeorada por estos eventos de heladas que tuvieron lugar el 7 y 16 de noviembre y el 7 de diciembre. Estos días ocasionaron graves daños en las zonas más bajas u onduladas. Estos eventos de frío cambiaron totalmente el nivel de los lotes”.

Según los registros, el promedio de rinde en trigo estuvo entre los 4000 y 4500 kg por hectárea. En cambio en lo que respecta a la cebada fue mejor, ya que por cuestiones fisiológicas soporta de mejor manera el frío y eso le permitió hacer un promedio entre lotes de 4800 a 5000 kilos.

En ese marco, Scioli aseguró que “cuando los productores promedian todos los lotes de la zona sudeste lo lógico es estar entre los 5000 y 5500 kilogramos. Ahora estamos hablando de alrededor de 1000 kilos menos por hectárea”.

La cebada también se vio afectada por los eventos climáticos. Si bien en los últimos años mostró mejores rendimientos que el trigo en los últimos años y soporta de mejor manera el frío bajó en las expectativas que se tenían. “Cultivos que estaban en muy buenas condiciones se vieron afectados por las heladas y cayeron en rendimientos a unos 4000 kilos, que son bajos para esta zona”, apuntó.

El consultor recordó que “la campaña se inició con muy buenas condiciones climáticas, ya que se pudo sembrar en fecha. Una cosa muy importante para estos cultivos de invierno es que atravesamos momentos muy frescos con mínimas bastante bajas que favorecen a este tipo de cultivos. Luego se siguió bien porque no tuvieron que sufrir encharcamientos. Durante agosto y principios de septiembre que son momentos claves pasaron sin excesos de lluvias. Hubo un poco de sequía durante octubre y en el final del ciclo hubo temperaturas no muy altas que también colaboraron”.

En tanto, recordó que durante la campaña anterior no hubo heladas y eso provocó que hubiera rendimientos un poco superiores a los de la presente.

Calidad y precios

El otro problema que se suscitó en la presente temporada es una enfermedad que aparece en la espiga de los trigos que se llama Fusarium. “Se trata de un hongo que aparece cuando se dan una sucesión de dos días nublados o más o con lluvias que provocan que el suelo esté con mucha humedad. Esto se generó entre el 7 y el 10 de noviembre y tuvo una intensidad muy importante que hizo que se vieran seriamente afectados los cultivos”, indicó Scioli.

El profesional sostuvo que este hongo actúa afectando los granos y haciendo que se transformen las espigas en espiguillas que se caracterizan por la mala calidad del producto.

“Lo novedoso desde lo climático en este 2019 fue que llovió en épocas que antes no llovía. Esto hizo que la cosecha de trigo se viera muy interrumpida. Hay un momento que cuando el trigo ya está listo para ser cosechado y llueve mucho, se produce una especie de lavado que le hace perder su color y genera un mal aspecto que en realidad hace que disminuzca su calidad”, agregó.

En cuanto a los precios resultaron buenos tanto en trigo como en cebada. El agrónomo indicó que “el que logró los 4500 kilos de rendimientos le alcanzó para cubrir sus costos. El que tuvo un plus y le cerró mejor los números es al dueño del campo que se evita de pagar un arrendamiento”.

En tanto, reflexionó que “el precio salvó un poco a muchos productores que tuvieron bajos rendimientos. Si el trigo valiera 150 dólares como en campañas pasadas directamente no estaríamos cubriendo los costos”.

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