por Micaela Martínez

“Nadie puede y nadie debe vivir, vivir sin amor” reza Fito Paez en su tema “El amor después del amor”, canción que tranquilamente puede reflejar la emotiva historia de Andrea y Jorge. Ambos se conocieron en el Hogar “Nazaret” de Cáritas Mar del Plata, un espacio que brinda un lugar seguro y contención. Allí ellos encontraron el amor.

Cada uno llegó al hogar con sus historias difíciles a cuestas. En el lugar no sólo encontraron un techo, también comprensión y compañía junto a los otros huéspedes, al tiempo lograron forjar una una familia. Hoy en día, la pareja disfruta de la tranquilidad de su propio hogar, donde hace dos meses llegó Bastian, su pequeño bebé.

“Fue amor a primera vista”, asegura Jorge con una sonrisa que ocupa todo su rostro y su hijo a upa, y también riéndose de que la entrevista para la nota en el diario se esté haciendo en el Día de los Enamorados.

Andrea relata que llegó al hogar con temores. Hacía poco tiempo que estaba viviendo en Mar del Plata, no tenía familia y se había quedado sin empleo. Un amigo le habló “del Nazaret”, un espacio donde podía encontrar refugio hasta que su vida se acomodara nuevamente. Al llegar, fue recibida con los brazos abiertos por Mirta, la encargada del lugar.

Las primeras miradas

El primer día que ingresó al hogar se conocieron. “En el momento que nos miramos sabíamos que algo pasaba”, resalta Andrea.

La pareja decidió ir conociéndose de a poco y descubrir hacia donde los llevaban sus sentimientos. “Nos esperamos, nos conocimos”, explica Jorge y agrega que una vez que su vida laboral comenzaba a reencausarse decidieron abandonar el hogar para apostar a la convivencia.

Luego de dos años en pareja, la noticia de que esperaban su primer hijo juntos hizo que volvieran a “Nazaret”con el objetivo de juntar dinero y darle un mejor futuro al bebé en camino. “Todo el embarazo de ella lo transitamos en el hogar. Siempre contamos con el apoyo de los huéspedes y encargados del lugar”, afirma Jorge, para quienes sólo tiene palabras de elogio.

Un mes antes del nacimiento de Bastian lograron alquilar una casa en Santa Clara, espacio donde la familia hoy se encuentra establecida disfrutando de la tranquilidad del lugar. Jorge es pintor y Andrea ama de casa, día a día luchan por avanzar y construir un futuro mejor para su familia.

“En ese momento no teníamos dinero para acceder a nuestra casa. Había poco trabajo. Nos costo un montón. Seis meses estuvimos en el hogar hasta que pudimos salir adelante, conseguir la casa. Ahora estamos tranquilos”, confiesa Jorge.

Un día se presentaron por sorpresa en el Hogar “Nazaret” con Bastian en brazos. Allí recibieron la calidez de toda la gente, que sienten como una segunda familia.

“Siempre hay que volver al lugar de donde uno salió y nosotros vamos a seguir yendo. Lo que hacen por los demás no tiene palabras, son casi 60 personas todos los días”.

“Nos esforzamos por él”

Con ambición y esfuerzo Andrea y Jorge destacan que lo importante es “salir adelante, no bajar los brazos”. “Pasamos momentos muy duros pero hoy en día nos esforzamos por él, porque el chiquito nos necesita más que nada en este mundo”, manifiesta Jorge. A lo que Andrea agrega “Lo importante es estar juntos. Lo bueno está en los pequeños momentos, con poco podes ser feliz. No necesitas grandes cosas”.

“Ella fue mi salvación. Gracias a ella volví a tener un motivo para vivir. Alguien que me llene el corazón.” expresa Jorge con emoción, mirando a su esposa. Por su parte, Andrea describe que “descubrió el amor”. Antes de conocer a su pareja había abandonado una relación tóxica, y con Jorge conoció que “el amor es lindo, entre otras cosas significa que te cuiden”.

“Lo importante en nuestra vida es que estamos siendo a volver lo que eramos antes, lo que habíamos perdido. Recuperar nuestra vida, recuperarnos por dentro. Uno está como vacío por los golpes de la vida y juntos nos vamos llenando”, cierra Jorge.

El Hogar “Nazaret”

Hace 11 años que las personas que integran el Hogar perteneciente a Caritas Mar del Plata trabajan arduamente. Este espacio funciona los 365 días del año, desde las 18 horas hasta las 8 horas del día siguiente. Los huéspedes reciben la merienda, cena y el desayuno, una ducha de agua caliente, artículos de higiene, un lugar para dormir, ropa limpia, así como la calidez de los encargados. El hogar tiene espacio para albergar a 60 personas, 50 hombres y 10 mujeres.