Un delincuente de 36 años asaltó una estación de servicios ubicada en Luro y 206 pero fue reducido a golpes por su propietario y un cliente, quienes lo retuvieron hasta el arribo de la policía.

Para evitar que se fugue el dueño de la estación efectuó un disparo al aire con un arma que había adquirido para defenderse de algún episodio de inseguridad.

El caso ocurrió en horas de la noche de este lunes pero trascendió este martes y el ladrón quedó a disposición de la Justicia, alojado en la Alcaidía Penitenciaria Nº 44 de Batán.

De acuerdo a la reconstrucción del hecho, cerca de las 23.30 el asaltante ingresó al minimercado de la planta y casi sin mediar palabra extrajo un arma blanca con la que amenazó a la empleada, que tiene alrededor de 60 años. En ese momento, la víctima se asustó, gritó y salió corriendo hacia una propiedad que linda con la estación de servicios, con la que además está conectada por una puerta interna.

El ruido y la reacción de la mujer alertaron de lo ocurrido al propietario del comercio -que vive en la mencionada vivienda- y también a un cliente que se hallaba en la zona de los expendedores de combustible. Acto seguido, ambos hombres rodearon al delincuente en la puerta del minimercado y el primero de ellos le exhibió un arma de fuego que había adquirido para defenderse en este tipo de situaciones.

Pero eso no fue todo: cuando el asaltante quiso escapar, el dueño de la estación de servicios disparó al aire y lo amedrentó, tras lo cual ambos lo redujeron y golpearon hasta que quedó inmovilizado. Poco después llegó al lugar la policía, que detuvo al ladrón y secuestró el arma blanca que había utilizado en el intento de robo.

Una vez notificado el fiscal Fernando Berlingeri, especializado en casos de robos violentos cometidos en comercios, ordenó la captura del delincuente y su traslado al penal de Batán. Además, solicitó que los efectivos policiales de la comisaría sexta averiguaran si el dueño de la estación de servicios tenía permiso de portación de armas y su correspondiente documentación, lo que finalmente fue acreditado. Se trata de una pistola calibre 9 milímetros, que no fue incautada en el marco de la causa judicial ya que a pesar de su utilización no se registraron heridos como consecuencia de la misma.