Interés general

Un emprendedor que se diversificó para seguir creciendo y creando

Enfocado en distintos rubros, pero sin perder de vista a la moda como eje, el creador de Cardón, Gabriel "Gabo" Nazar, contó su experiencia profesional, sugirió recomendaciones a los emprendedores.

Hace casi 30 años, mientras estudiaba Veterinaria en Buenos Aires, Gabo Nazar encontró su vocación y se decidió -“hay que elegir en la vida, elegir es descartar alternativas”, aseveró- a seguir sus impulsos creativos y así nació Cardón. Eso fue en 1988 y hoy cuenta con 97 locales en todo el país (la mayoría son franquicias) y trabaja con 27 licenciatarios, que son los proveedores, que integran la reconocida “marca tradicional argentina”.

Con el ánimo del comienzo, aseguró que eligió “el camino poceado de crear una marca propia y con identidad nacional, que le ganó a la expectativa de ser un buen veterinario”.

El emprendedor aseveró tener “intacta la pasión por la naturaleza, por el campo, y pongo dentro de la coctelera de Cardón todas las facetas, inquietudes y hobbies para el impulso productivo y creativo que uno tiene al servicio de una marca, que es muy demandante”.

“El mundo de la moda es muy demandante -describió-, porque requiere ser reinventada cada 6 meses y eso pone a una infraestructura de trabajo y a una red de proveedores y de distribución frente al desafío de demostrarle al mercado por qué ocupa el lugar que ocupa y por qué está para crecer o no”.

El Grupo Cardón se diversificó más allá de la moda, ya que también se dedica a desarrollos inmobiliarios, gastronomía y hotelería. “Soy inquieto y me gusta hacer -explicó en diálogo a LA CAPITAL- y en Argentina está todo por hacerse”.

Actitud

Nazar dejó muy claro que, en todos los ámbitos, aplica la misma energía a la hora de encarar los proyectos. “El concepto de cómo hacer las cosas con esta filosofía Cardón se aplica -detalló- y nosotros vemos oportunidad en agregar valor, que son cosas que van más allá de fabricar una camisa”.

En ese sentido, describió que “hay cosas más obvias y más primarias, como un perfume o un accesorio, pero después la gente también viaja, duerme, se transporta. Y hay una manera Cardón de pensar todo eso”.

Este oriundo de Ramallo, actualmente vive con su familia (tiene 5 hijos de entre 6 y 14 años) en el norte del conurbano bonaerense, sede central de la firma.

Al frente de la convención semestral de la empresa, que se realizó en el NH Gran Hotel Provincial, Nazar les recomendó a los emprendedores que “hagan lo que les apasiona, lo que los haga sentirse vivos y saque lo mejor de ellos” y advirtió que no siempre se trata de dinero.

“Quizás sea una vocación social -dijo- y tal vez no sea una empresa. Emprendedores no son los que son capaces de crear solamente valor económico, sino que son aquellos que están inquietos frente a una realidad que los incomoda y sienten el impulso interno, fuerte, de transformar una realidad que no les gusta y que la quieren ver diferente”.

En ese sentido, amplió: “Puede ser su propia realidad y condiciones económicas o puede ser una realidad social o una carencia física o de infraestructura. Eso genera un impulso transformador que hace que el sueño se vaya transformando en realidad de a poco”.

Trabajo

Nazar, siguiendo su propia experiencia, recomendó al emprendedor “darle rienda suelta a ese sentimiento de deseo de transformación positiva y luego de empezar a dar ese primer paso, que es animarse y decir por qué no, tener la humildad para asumir lo que no tiene y dejarse ayudar por el que tiene lo que a uno le falta y a integrarlo al emprendimiento de alguna manera, sea un colaborador, un socio, un financista o el sector público al que seamos capaces de convencer de que cambie la política pública para que un emprendimiento determinado pueda tener lugar”.

En cuanto a la situación actual del país, calificó al actual como “un año muy difícil y desafiante, bisagra, de transición” que en su opinión “nos va a obligar a transitar un proceso de cambio y de transformación, de inmigración, de mutación de un ciclo económico o otro”.

“De un ciclo signado por determinadas características imperantes -añadió- pasamos a otro que va a tener, como todo, comienzo, desarrollo, una ralentización de su crecimiento, y una nueva caída para una transformación”.

Nacido en 1968, Nazar opinó que “lo único constante es el cambio y desde que nací estoy acostumbrado a vivir 4 o 5 ciclos económicos muy claros, fuertes, marcados”.

Oportunidades

En ese sentido, aseguró que “estamos en Argentina y es intrínsecamente latinoamericana, por lo que el realismo mágico `garciamarquesco´ se impone y estamos acostumbrados. Los ciclos económicos, que son naturales en el mundo, acá son más intensos: crecemos a tasas chinas y caemos a tasas brasileras. Eso hace que estemos viviendo un proceso que requiere especial atención”.

Optimista por naturaleza, Nazar vaticinó que “este año es desafiante para cualquier emprendedor o cualquier empresario. No quiere decir que no sea un buen año para arrancar, al contrario, porque en los procesos de transformación y de los cambios de los ciclos económicos se dan los procesos de reacomodamiento de variables y de actores”.

“Crisis y oportunidad se escriben en chino con los mismos caracteres -añadió- y tiene que ver con las dos caras de una misma moneda. Este año es una buena oportunidad para reacomodarse. Este zapallo se va a acomodar con el carro en movimiento, que pase por caminos poceados, lo que genera posibilidades de reacomodamiento mucho más claras”.

En ese sentido, aventuró que “el deseo irrefrenable de hacer algo es bueno para empezar, porque las personas que ya están hechas, que están tratando de mantener el `statu quo´ (que es inconservable) van a estar más remisas a tomar decisiones, en cambio el emprendedor en parte por inconsciencia está más dispuesto a tomar riego y asumir la cuota de osadía que se requiere en los momentos de tanta transformación”.

Y remató: “El emprendedor es el que elige ir por el camino poceado y no por el lisito”.

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