El Taller de Arquitectura Marplatense, (TAM-Guillermo Elgart), obtuvo por tercer año consecutivo, el primer premio Capba 2022, en el que todos los colegiados de los distintos distritos de la Provincia de Buenos Aires, están invitados a presentar sus obras construidas.

Casa Arenas 388 fue la obra ganadora en esta última oportunidad. Previamente, el estudio había sido galardonado por sus Casa 81 Las Prunas en 2021 y Casa Celina en 2020.

El estudio está integrado por Silvia Tammone, Guillermo Elgart, Juan Albarenque y Andrés López y con la colaboración de Juan Icarde, Nano Peralta, Delfina Diaz, Fiorella Colautti y el estudio fotográfico Obra Linda.

En una charla con LA CAPITAL, el marplatense Guillermo Elgart, detalló el estilo y la línea conceptual y principios que los guiaron en el diseño de estas viviendas.

– ¿Hay un estilo que identifique a las obras ganadoras de los tres últimos premios?

– Uf. Tu pregunta encierra años de trabajo no solo en el estudio sino como docentes en la facultad. En principio, y lo más importante, es que trabajamos como un taller de la facultad, un taller exploración y estudio. Cada obra es una excusa para ponerse a estudiar y todas las obras las trabajamos entre todos. Se tiran varias propuestas, se debaten, se trabaja mucho con maqueta de cartón y se evita la computadora hasta muy avanzado el proyecto. Consideramos a nuestro estudio como un taller de investigación y por eso su nombre Taller de Arquitectura Mar del Plata – TAM.

– ¿Siguen una línea conceptual, además, en su sus proyectos?

– Hay constantes en nuestro trabajo. Podríamos iniciar por el Respeto: al entorno y al medio ambiente. Un ejemplo de esto es la Casa de Prunas que en gran parte debe su forma al principio de adaptase al bosque existente y no tocar un solo árbol.

La economía: en gran medida se alista con el concepto anterior. Usamos materiales comunes y los colocamos de forma que resulten simples en su ejecución. Reutilizamos materiales. Y por sobre todo, eliminamos totalmente el ornamento. Nuestras obras son la estructura y luego el vidrio que separa el interior de exterior. En la pequeña casa del barrio de Santa Celina es muy evidente esto, donde la estructura toma un carácter expresivo que define toda la obra.

Por otro lado, tenemos algunas constantes que nosotros denominamos espaciales (en relación al estudio del espacio arquitectónico). Hacemos mucho hincapié en el manejo de las sensaciones que se perciben en el tiempo y no en forma estática. Uno siente a medida que recorre la obra y esto conlleva el paso del tiempo… como en el cine, el director te va haciendo sentir cuando el film transcurre, te tensiona, te relaja, te sorprende… Este manejo de sensaciones se da muchas veces por pares opuestos, pasar de claro a oscuro, de alto a comprimido, etc.

– En la obra reconocida en 2022 ¿cuáles fueron los principios del diseño?

– Dos temas se suman a los conceptos generales. Primero el del trabajo en corte, que es una constante primordial en nuestro estudio. Es decir, para los arquitectos hay dos formas de representar; dibujando en planta y dibujando en corte. El hecho de pensar la obra más en corte que en planta nos da resultados totalmente distintos. A esto se le suma nuestro proceso de trabajo en maqueta y no en computadora que también aporta a ver el espacio con mayor facilidad. En la última casa premiada, este trabajo en corte nos permite algo muy importante que es el dominio de lo privado sobre lo público. Como el terreno tenía una fuerte pendiente que se eleva hacia el pulmón de manzana, al poner un plano horizontal de piso apoyado en el punto más alto, quedas dominando la calle, lo que te genera privacidad y una mejor calidad de vida.

Y en esta obra volvemos a la eliminación de ornamentos. Esta el plano de piso, sobre este un gran plano de techo que se suspende se agrega una línea de vidrio zigzagueaste y sentarse a disfrutar.