Policiales

Un policía al ver moribundo a Bustamante dijo que pensó: “Primero el nene y ahora el padre”

Los policías testigos aportaron datos precisos sobre cómo encontraron a Carlos Bustamante gravemente herido dentro de la casa en donde años antes había sido asesinado su hijo Gastón.

Uno de los primeros policías en ingresar a la vivienda de Miramar en la que Carlos Bustamante fue atacado mortalmente en marzo de 2019 aseguró que el lugar era “un mar de sangre” y que “no había signos” de puertas ni ventanas forzadas desde el exterior, al declarar como testigo en el juicio que se le sigue a la esposa de la víctima, como acusada del homicidio.

En la segunda jornada del juicio oral a Verónica Vilma González (54), acusada de asesinar a golpes a Bustamante (66), Matías César Villa, miembro del Comando de Patrullas miramarense al momento del crimen, relató que al llegar al inmueble en el que ocurrió el hecho encontró al hombre “en el piso, en posición fetal”, y “lo que se veía era todo sangre”.

“A mí me llaman de uno de los móviles y me dicen ´jefe baje al lugar, que esto es un mar de sangre´”, explicó el efectivo, ante el Tribunal Oral en los Criminal 4 de Mar del Plata.

Señaló además que durante el procedimiento realizado en el inmueble el 22 de marzo de 2019, intentó hablar con la víctima, que yacía recostada en el piso del living, y que al preguntarle “¿quién te hizo esto'”, el hombre “estaba helado” y solo soltó “un quejido”.

En la misma línea, Dolores Moncada, la primera policía en llegar al lugar tras un llamado de González al teléfono del móvil de la zona para solicitar una ambulancia, declaró ante los jueces Alfredo Deleonardis, Gustavo Fissore y Fabián Riquert que Bustamante estaba “muy golpeado, con el ojo cerrado, muchos tajos en la cabeza y en la parte de la boca”.

“Me acerque a hablarle pero solo se quejaba”, aseguró, y agregó que luego fue registrada la casa para determinar si en el interior había un posible agresor, pero “no había nadie más” y “no había ventanas ni puertas forzadas”.

Rubén Benavides, otro miembro del Comando de Patrullas que llegó al lugar, confirmó que el hombre “estaba golpeado y recostado en el suelo” de la casa ubicada en calle 27 entre 46 y 48, en la que vivía con la acusada.

Los tres policías coincidieron en que González aseguró que había encontrado a su marido herido al regresar de la calle y que no había ingresado a la vivienda para tratar de asistirlo.

Benavides declaró en ese sentido que le “llamó la atención” que, pese a sus dichos, tenía “una mancha de sangre en la pierna derecha del pantalón”.

“Había mucho desorden, manchas de sangre como si lo hubieran arrastrado. Yo pensé enseguida esto no es algo normal, no es un accidente”, agregó.

Villa declaró además que al llegar al lugar tuvo presente que se trataba de la misma vivienda en la que en noviembre de 2011 murió estrangulado Gastón Bustamante, hijo de 12 años del matrimonio, en circunstancias nunca esclarecidas e investigadas en el marco de otro expediente.

“‘Primero el nene y ahora el padre’, fue lo que pensé”, explicó el efectivo, en el quinto piso de los tribunales marplatenses.

En la audiencia declararon además cuatro vecinas, entre ellas la dueña de un almacén, quien recordó que González fue a comprar cerca del mediodía a su comercio y advirtió que “le temblaban las manos muchísimo más de lo normal y no podía sacar la plata para pagar”.

En ese momento, aseguró que la mujer le dijo “que Carlos no se había querido levantar, ni levantar las cortinas” de la casa.

La responsable de un local de cobro de servicios declaró por su parte que la mujer también pasó por ese comercio y “estaba muy nerviosa, no miraba a los ojos” y “se equivocaba en los números de cobro y con el dinero”.

La segunda ronda de testigos se completó con dos repartidores de productos cosméticos de la empresa con la que trabajaba la imputada, un funcionario municipal y un periodista de Canal 13 que había hablado días antes del crimen con la imputada, para coordinar una nota sobre el caso del hijo asesinado ocho años antes.

El juicio se extenderá a lo largo de otras dos audiencias con la declaración de un decena más de testigos, y se prevé que las partes puedan exponer sus alegatos de cierre el jueves próximo.

Bustamante murió el 23 de marzo de 2019 en el Hospital Interzonal General de Agudos (HIGA), luego de haber sido trasladado desde el Hospital Municipal de Miramar a causa de las heridas sufridas al ser atacado en su cama el día anterior.

De acuerdo a la hipótesis de la fiscal Ana María Caro, titular de la Unidad Funcional de Instrucción descentralizada de Miramar, González fue quien mató a su marido, en un hecho conmocionó a la comunidad miramarense, ya que fue cometido en la misma casa donde fue asesinado Gastón.

La mujer fue detenida el día del fallecimiento del hombre, y cumple prisión preventiva desde el 26 de abril de 2019.

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