Policiales

Un policía enfrentará juicio por jurados por el asesinato de Luciano Olivera

El debate contra Maximiliano González, que permanece detenido por el crimen del adolescente de 16 años en Miramar, comenzará el martes en el Tribunal N° 1, con el juez Facundo Gómez Urso. Los otros cuatro policías, imputados por encubrimiento, serán juzgados por separado.

El policía que realizó el único disparo que impactó y mató al adolescente Luciano Olivera en Miramar en diciembre de 2021 comenzará a ser juzgado por un jurado popular este martes 25 de noviembre en el Tribunal N° 1, mientras que los otros cuatro policías que estaban con él, acusados de encubrimiento, serán juzgados por separado.

El oficial de la Policía Bonaerense Maximiliano González permanece detenido, imputado por el crimen de Olivera por el delito de “homicidio triplemente agravado por su condición de miembro de fuerza de seguridad, uso de arma y alevosía”, y decidió, junto a su defensa oficial, ser juzgado por un jurado popular y no por un tribunal técnico, por lo que sus cuatro compañeros imputados por haberlo encubierto –Nelson AlbornozKevin Gerricagoitía, Rocío Mastrángelo y Alejandro Cepeda- serán juzgados por separados en Juzgados Correccionales, sin fecha estipulada todavía.

Del debate, que comenzará casi cuatro años después de ocurrido el crimen, participará el juez Facundo Gómez Urso; fiscal Fernando Berlingeri, en reemplazo a su colega Ana Caro; el abogado Gregorio Dalbón en representación de la familia de Luciano Olivera y la Defensoría Oficial acompañará al policía González.

El martes 25 de noviembre se espera que la primera jornada sea de selección de las 12 personas que se desempeñarán cómo jurados, elegidos por las partes en un proceso de negociación y vetos para lograr una representación democrática para impartir, de seis hombres, seis mujeres y seis suplentes.

Luego de conformado el jurado, será el turno de que las partes hagan sus alegatos de apertura del caso, para plantear qué es lo que intentarán demostrar durante las cuatro audiencias que se espera que dure el debate.

“Por primera vez el pueblo de la provincia de Buenos Aires -(Mar del Plata)-juzgará violencia institucional y racismo. Basta de matar chicos humildes por su aspecto”, expresó el abogado Dalbón en su cuenta de la red social X y agregó: “A Luciano lo ejecutaron. No tenía arma”.

Cabe recordar que la familia de Olivera había planteado que el juicio no se hiciera bajo la modalidad del jurado popular y que se desarrollara con un tribunal técnico, con todos los policías implicados a la vez. Sin embargo, la solicitud fue rechazada porque, cabe recordar, en delitos gravísimos (con una pena en expectativa superior a la de 15 años) como este que se investiga es el imputado el que decide si quiere ser juzgado por jurados populares o por un tribunal compuesto por tres jueces.

Independientemente de que el juicio se haga con jurados, en todo momento los familiares de la víctima, representados por Dalbón, sostuvieron que buscarán una pena ejemplar de prisión perpetua para González, y del máximo posible para los otros cuatro policías.

El crimen de Luciano Olivera ocurrió el 10 de diciembre de 2021, cuando el joven de 16 años estaba con amigos en la plaza central de Miramar jugando al fútbol y escuchando música.

Según la versión policial un llamado de un vecino alertó sobre ruidos molestos hizo que un patrullero se dirigiera a la plaza, pero en el mismo momento en que llegaba, Olivera se iba con su motocicleta. “Tengo mis serias dudas de que Luciano se haya enterado de que la policía lo estaba persiguiendo”, dijo en su momento la fiscal Ana Caro a LA CAPITAL.

Lo cierto es que el menor aceleró su motocicleta y tras algunas vueltas con el patrullero a no menos de 100 metros de distancia, tomó por la avenida 9. Por radio los policías emitieron la novedad de que la moto estaba huyendo y otro móvil, en el que iban González, Albornoz, Gerricagoitía y Mastrángelo cortó el paso en la calle 34.

El análisis inicial de una cámara de video que toma en baja calidad y condiciones no óptimas la secuencia determinó que González bajó por la puerta trasera derecha, sacó su arma y disparó. Según la acusación fiscal, la distancia entre González y Olivera fue no menor a un metro, esto solamente para referenciar que no fue a quemarropa. El video mostró un supuesto destello con la motocicleta mucho más allá de la “trompa” del patrullero que se estimó en 32 metros.

Sin embargo los tres policías -González no declaró- dijeron que el disparo fue efectuado cuando la moto ya había sobrepasado el patrullero y se le había ido encima al tirador. Ante este relato, la Fiscalía los acusó de falso testimonio y encubrimiento agravado.

Un nuevo análisis del único video, ya con herramientas de optimización más precisas, arrojó que hay un destello en el momento en que la moto alcanza la posición del patrullero. Esto podría llevar a algún planteo de las defensas, porque se sostiene desde un principio que no está acreditada la distancia del disparo y que la hipótesis no es del todo precisa. De todos modos, para la fiscalía no es solo el video lo que sostiene la prueba de cuándo disparó González, sino testimonios y peritajes.

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