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Opinión 18 de septiembre de 2018

Un presupuesto con “la marca distintiva” del FMI

Nicolás Dujovne.

por Alejandro Robba

El proyecto de Presupuesto 2019 tiene como premisa la marca distintiva del ajuste firmado con el FMI, lo que permitiría -si se cumplen las metas acordadas, todavía en veremos- que no se corten desembolsos comprometidos por el organismo y es optimista en que se llegará a un nuevo acuerdo para adelantar para 2019, los fondos que fueron previamente pactados para 2020 y 2021.

Un dato preocupante en este presupuesto es la proyección de caída de la economía del 0,5%, porque teniendo en cuenta el “optimismo exacerbado” que el propio gobierno reconoce como un error, se estaría ocultando una caída mucho mayor debido a dos motivos, el primero es que existen antecedentes concretos de que después de una gran devaluación como la de este año, sobreviene una gran recesión y segundo, que los motores por los que crece la economía argentina (mercado interno) son muy diferentes a los que adopta el gobierno como puntales en el presupuesto exportaciones).

Veamos un ejemplo tristemente célebre. El proyecto de presupuesto de 2002 estimaba una caída del 4,9% y los datos reales más que la duplicaron (11%).

Por lo tanto, además de proyecciones optimistas y un modelo de crecimiento que no refleja la realidad argentina (crecimiento conducido por exportaciones), el Presupuesto 2019 da indicios sobre qué tipo de país están pensando para la Argentina: un modelo exportador de materias primas, sin valor agregado que deja en caída libre el entramado industrial del país que, con marchas y contramarchas, comenzó con el Plan Pinedo de 1940 y hoy está en riesgo de extinción.

La mayor integración comercial y la decisión de mantener la flotación del tipo de cambio permitirán un crecimiento significativo de las exportaciones.

Proyectamos un crecimiento de las exportaciones en torno al 21% motorizado por el rebote de las exportaciones agrícolas, que cayeron en 2018 por la sequía, la mejora en las exportaciones energéticas como consecuencia del desarrollo de Vaca Muerta y a una aceleración de las exportaciones manufactureras de origen industrial”, expresa el proyecto.

Debería saber Cambiemos, que aun durante su Gobierno que llevó el valor del dólar de $9 a $40 -la devaluación más grande del Siglo XXI-, las exportaciones no han crecido.

(*): Economista. Coordina la Licenciatura en Economía de la Universidad Nacional de Moreno.



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