En agosto de 2017, el Concejo Deliberante aprobó, después de varios meses de debate, la ordenanza N° 23354, que les auguraba a los feriantes de Plaza Rocha un marco de regularidad y, entre otras cosas, el traspaso de la feria a la vereda impar de la Ferroautomotora, en el perímetro delimitado por calles Neuquén, Don Bosco, Francia, hasta avenida Jara.

Si bien la normativa fue celebrada por todos los bloques políticos, este último punto nunca terminó de convencer a la totalidad de los trabajadores del sector, dado que aseguraban que la nueva zona no favorecía al desarrollo de la actividad. Hoy, la cantidad de gente en el lugar, hace de la propuesta una alternativa inviable hasta para el propio titular de Inspección General, Emilio Sucar Grau.

“Nos estamos reuniendo con concejales y presidentes de bloque para llegar a un nuevo acuerdo y que se cambie la ordenanza. Necesitamos que la feria esté más organizada, que podamos tener más días, ante el aumento del desempleo. Pero hoy el problema mayor es el tema de los tablones y los gazebos, eso fue un retroceso, no podemos tener todo en el piso”, señaló a LA CAPITAL, Andrea, una de las feriantes que participó de las mesas de negociaciones para la elaboración de la normativa vigente.

También asegura que los feriantes no están en contra de los controles, pero aseguró que la situación “se desmadró” y resulta difícil “decir que no, ante tanta necesidad de llevar algo de dinero a casa”.