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Arte y Espectáculos 18 de abril de 2017

Un psicólogo ayuda a manipular jurados en “Bull”

Michael Weatherly (ex NCIS) es el protagonista de la nueva serie que llegará los jueves a la pantalla de A&E.

"Bull" llega a la pantalla de A&E.

“Bull”, nueva serie legal que presenta a un psicólogo y al equipo de expertos con el que analiza al detalle a jurados, abogados y testigos en los juicios en los que están acusados sus clientes para así elaborar las estrategias que les permitan salir absueltos, estrenará el jueves que viene a las 22 por la señal A&E.

La serie es parte del subgénero de las historias policiales o legales que en la industria se conocen como “procedural” (procesal), ya que en cada capítulo puede verse el paso a paso de cómo sus protagonistas resuelven un “caso” diferente, que puede ser un expediente criminal o, como aquí, un juicio.

Producida entre varios otros por Steven Spielberg, el programa fue una idea del famoso Phil McGraw, celebrity y doctor en psicología estadounidense que hace 15 años conduce y produce el amarillista talk show televisivo “Dr. Phil”, en el que el público expone sus problemas y él intenta guiarlos para encontrar una solución.

Según dice el propio McGraw, la serie está inspirada en sus años de juventud, cuando él mismo tenía una consultora que brindaba asesoría a firmas legales para contribuir desde el aspecto psicológico a la construcción de su coartada.

Jason Bull, sin embargo, no luce demasiado como el calvo y bigotudo Dr. Phil, ya que para el papel principal fue seleccionado el apuesto Michael Weatherly, con pasado en otra serie de procedimiento: “NCIS”.

En su empresa Trial Analysis Corporation (Análisis de Juicios), el Dr. Bull lidera un equipo con el que investiga hasta el último dato de los involucrados en un juicio, estudia puntillosamente sus reacciones y pareceres e incluso lleva a cabo simulaciones de las audiencias del juicio con la intención de anticiparse al pensamiento de los jurados e influir en sus decisiones.

La empresa está integrada por un abogado que actúa como fiscal en los simulacros de procesos judiciales que hacen puertas adentro y una experta en neurolingüística que ayuda a leer la gestualidad de las personas y saber qué piensan, si mienten o si, por ejemplo, votarían por un veredicto de culpabilidad o inocencia.

El plantel se completa con una investigadora privada, una hacker que recolecta toda la información útil para el caso en internet y un estilista encargado de generar el aspecto visual que ayude a sus clientes a proyectar una imagen de inocencia.

Con la asistencia de todos ellos, de la tecnología y de la buena predisposición de su cliente, Bull combina la psicología y la intuición para manipular el parecer de los miembros del jurado, aunque esto signifique jugar con los difusos límites de la ética profesional de la práctica legal.

Aunque envuelta en el rígido corset de un género ya muy explotado, el alto nivel de producción y la variada gama de personajes contribuyen a sostener en “Bull” un ritmo entretenido con la fórmula de la sorpresa como mejor aliada: ni el espectador ni el propio protagonista están seguros hasta el último minuto del episodio de cuál va a ser el desenlace de cada caso.

Mujeriego, entrador, irrespetuoso y soberbio hasta con el propio cliente, Jason Bull parece una suerte de combinación -con un aspecto más de galán- entre el emblemático y muy ácido “Dr. House” y el Dr. Cal Lightman de “Lie to me”, quien colaboraba con la policía al interpretar comportamientos involuntarios de gestualidad, expresiones faciales o posicionamiento de los cuerpos en el espacio para saber si alguien mentía.

Como en el argumento de “Tribunal en fuga”, novela de John Grisham llevada al cine por Gary Fleder, en el primer episodio “Bull” dirige al equipo de abogados de su cliente en el momento en que deben seleccionar a los jurados para luego perfeccionar la estrategia defensiva que pueda convencerlos de que es inocente.

El acusado es un adolescente millonario y malcriado que tuvo relaciones sexuales con una chica narcotraficante de su escuela que apareció asesinada y, si bien todas las pruebas apuntan en su contra, Bull logra identificar cuál es el jurado con la personalidad para influir a los demás en la sala de deliberaciones.

Si le presentaran los argumentos de la forma adecuada éste podría convencer al resto de sus compañeros.
“Para nosotros claramente representa el estreno más importante del año para A & E”, dijo a la prensa el Senior Vice President de Producción y Programación de A+E Networks Latin America, Miguel Brailovsky, quien aseguró que la señal “trata de ser un curador de contenidos que respondan al tono y personalidad” que tiene su grilla.

Brailovsky afirmó que “Bull”, al que considera “a la altura de los grandes personajes legendarios de la televisión”, “juega con una ambigüedad moral interesante”, ya que “leer las intenciones y predecir el comportamiento de los jurados para preparar mejor a sus clientes entra en la cuestionable línea extremadamente delgada entre lo correcto y lo incorrecto”.

La primera temporada de la serie, originalmente emitida por la cadena CBS en Estados Unidos, tuvo un buen rating y ya tiene garantizada la renovación para una segunda entrega que verá la luz más adelante este mismo año.