El Mundo

Una celebración atípica de la fiesta de las Fallas de Valencia

Por Mónica Collado

VALENCIA, España.- Las Fallas de Valencia, entre las fiestas más famosas de España, son atípicas este año debido a la pandemia, pues no pudieron celebrarse en 2020 y en 2021 se han trasladado de marzo, su mes tradicional, a septiembre, cuando aún es verano y en las calles hay más alegría y emoción de lo esperado.

Con la primera parte de los días y actos falleros cumplidos y con la sensación de cierta normalidad, Valencia encara este sábado la recta final de las Fallas de 2021 con una jornada de pasacalles, ofrenda floral a la Virgen de los Desamparados (la patrona) y el espectáculo pirotécnico de la Nit del Foc (la Noche del Fuego).

Todo ello marcado por las restricciones sociosanitarias, y con todo preparado también para la ansiada Cremá de este domingo (normalmente es el 19 de marzo), cuando se queman las esculturas alegóricas de cartón piedra que dan nombre a la celebración.

La calma tras el temporal

Atrás queda también el temporal de lluvia y viento que hace unos días causó desperfectos en algunas fallas y dos personas heridas por la caída de una de ellas. En otros lugares de España, la borrasca causó grandes inundaciones y daños millonarios.

Pero siempre que llueve, escampa. Y a Valencia volvió el cielo soleado para empezar a celebrar los actos falleros, pasacalles y primeras mascletás (petardos que explotan en cadena) que, por la pandemia, dejaron su tradicional ubicación en la plaza del Ayuntamiento y se dispersaron por la ciudad, en lugares sin anunciar para evitar aglomeraciones.

La primera sesión de la ofrenda a la Virgen, el más multitudinario y devoto acto de las fiestas, estuvo aderezada con abanicos por el calor y las mascarillas y la estricta separación entre personas por la pandemia.

Pero sin restar un ápice de la emoción que sienten los que participan (este año solo en torno al 40 % de lo habitual) cuando dejan las flores a la patrona, cariñosamente conocida como “Geperudeta”, en pleno centro histórico de la ciudad, este año sin público también por las restricciones.

La recta final: ofrenda, Nit del Foc y cremá

Este sábado hay dos nuevas sesiones de la ofrenda floral, de nuevo con sol, para completar el manto del enorme catafalco de la Virgen, este año sin diseño, que mostrará un dibujo multicolor como solía hacerse antaño y que quedará expuesto tras las Fallas.

La fallera mayor, Consuelo Llobell, y su corte de honor cerrarán este acto, en un horario adelantado por el toque de queda vigente entre las medidas de prevención de contagio de coronavirus, mientras el cielo de Valencia se llenará de luz y color pirotécnico con el espectáculo de fuegos artificiales más esperado, la Nit del Foc.

No será en su habitual ubicación, en el antiguo cauce del río Turia, ya que, para evitar que se agrupe el gentío -ha habido años con decenas de miles de personas-, se han programado cuatro castillos de artificio de gran alcance visual en puntos “secretos” de la ciudad.

Y como remate, la Cremà del domingo, cuando las fallas son quemadas, aunque el espectáculo no esperará esta vez a que sea de noche para comenzar debido al toque de queda. La última que caiga devorada por las llamas será la municipal, llamada este año “Esto también pasará”, un símbolo de la resistencia contra la pandemia.

EFE.

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