CERRAR

La Capital - Logo

× El País El Mundo La Zona Cultura Tecnología Gastronomía Salud Interés General La Ciudad Deportes Arte y Espectáculos Policiales Cartelera Fotos de Familia Clasificados Fúnebres
La Ciudad 14 de mayo de 2020

Una joven marplatense está varada en Nueva York y dio positivo de Covid-19

La ilusión del primer viaje sola se convirtió en una pesadilla para Valentina Sosa, de 17 años. Hace dos meses busca sin éxito la forma de regresar de Estados Unidos. Y encima ahora contrajo coronavirus. “Intento mantenerme fuerte por mi familia. Nunca estuve tanto tiempo separada de ellos”, le dijo a LA CAPITAL.

Por Juan Miguel Alvarez

“Estamos desesperados”. La frase de Marcelo Sosa resume el sentimiento de una familia marplatense que atraviesa una situación dramática. Valentina, su hija de 17 años, hace dos meses está varada en Nueva York y el sábado dio positivo de Covid-19. La ilusión del primer viaje sola se convirtió en una verdadera pesadilla.

La joven partió de vacaciones el 3 de marzo rumbo a La Gran Manzana. No eran tiempos de barbijos ni aislamiento. La OMS todavía no había declarado al coronavirus como una pandemia y tampoco había restricciones para viajar. “Quería ir a pasear y practicar el idioma”, cuenta Valentina, hospedada en la casa de Rubén Darío y Adelina -también marplatenses-, matrimonio amigo de sus padres, en el barrio de Queens.

La primera semana fue tal las expectativas. Visitó todos los lugares deseados en un país que miraba con cierta indiferencia cómo la enfermedad cruzaba el océano. Pero todo cambio radicalmente poco antes del regreso, programado para el 23 del mismo mes.

Días antes, ya con el coronavirus infiltrado en este continente, Latam reprogramó su vuelo para el 1 de abril. Luego lo pasó al 12 de abril, más tarde al 1 de mayo y por último al 3 de junio.

Valentina fue al consulado argentino en Nueva York, llenó el formulario correspondiente, pero nunca la contactaron. Desde la ciudad más poblada de Estados Unidos todavía no hubo vuelos de repatriación. “Acá hay muchos argentinos y nadie sabe cómo ni cuándo va a volver”, explica la marplatense.

Como si fuera poco, su situación se tornó más dramática con el correr de los días. Porque sus “tíos” -así llama de forma cariñosa a quienes la hospedan- y el hijo del matrimonio contrajeron Covid-19. Y, tras eso, Valentina también dio positivo en el test que se realizó días atrás. “Ellos tuvieron síntomas: fiebre, descompostura, les costaba respirar. Se quedaron encerrados en el cuarto. Yo soy asintomática. Siempre tratamos de repartirnos los lugares de la casa para no estar juntos. El viernes me voy a hacer un nuevo test para ver si me da negativo. Lógicamente es necesario para poder regresar”, razona.

El sábado dio positivo de Covid-19.

El sábado se realizó un test de Covid-19 y dio positivo. Es asintomática.

A casi nueve mil kilómetros de su casa, sin la presencia de sus familiares, con coronavirus y sin fecha de regreso, Valentina afronta la situación con una personalidad asombrosa. “Me costó sobrellevar todo esto, pero intento mantenerme fuerte porque entiendo que es una situación complicada para mis padres. Nunca estuve tanto tiempo separada de mi familia. Soy resistente para poder ayudar a ellos”, explica con una madurez impropia para su edad.

“Es una chica muy fuerte”, la describe su padre Marcelo Sosa (ex futbolista marplatense). Con 17 años, la alumna del Colegio Fasta San Vicente de Paul (cursará el último año) se enfrenta a una situación que no imaginó jamás. Antes de partir, sólo la atemorizaba viajar sola, ya que siempre tuvo pánico a volar. Hoy sólo piensa en subirse al avión lo antes posible para poder abrazar pronto a su familia.

“Nadie nos da respuestas”

Marcelo Sosa hace todo lo que está al alcance para intentar ver lo antes posible a su hija Valentina, varada en Nueva York desde hace dos meses. “Nadie nos da respuestas. A veces ni siquiera te atienden los teléfonos. Hace meses intentamos contactarnos con Latam para resolver esto. Incluso al principio la empresa pedía dos mil dólares para poder adelantar el viaje (antes de la suspensión de vuelos), pero con escalas que eran imposibles de hacer porque eran en aeropuertos que estaban cerrados. Estuvimos a punto de pagar, pero los vuelos no existieron”, dijo indignado.

Marcelo y Magalí (su esposa) habían llevado a Valentina y su hermano Santino a Nueva York para su cumpleaños de 15. Dos años después, decidieron regalarle un viaje para que lo disfrute sola, teniendo en cuenta que tienen amigos cercanos que la podían hospedar y acompañar. “Nunca imaginamos esto. Cuando se fue no se hablaba del coronavirus. Nuestra ilusión era que pueda practicar el idioma, que a ella le encanta, y disfrutar del lugar”, deslizó Marcelo.

“Ella es fuerte, tiene una personalidad especial para la edad. Pero lógicamente es una situación muy difícil. Lo único positivo es que con los medios de comunicación podemos hablar varias veces mediante mensajes o videollamadas. El grupo de familia es nuestro canal de comunicación”, detalló sobre el contacto con su hija.

Mientras, busca con desesperación -y sin resultado positivo- el conducto que traiga de regreso a su hija.



Lo más visto hoy