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La Ciudad 4 de diciembre de 2021

Una multitud peregrinó en la tradicional Marcha de la Esperanza

La 48° edición de la peregrinación religiosa volvió a realizarse en su formato habitual, con las escalas en las parroquias de siempre y misa final en la Catedral. El obispo, en su mensaje, pidió seguir el ejemplo de la virgen Maria: "Marchamos, caminamos, avanzamos juntos y en plural, no vamos solos".

Miles de fieles participaron este sábado  de la Marcha de la Esperanza, que se desarrolló en el formato tradicional de peregrinación callejera con paradas en distintas parroquias. En la culminación de la 48° edición, con la celebración de la misa en la Catedral, el obispo Gabriel Mestre aseguró que “con María marchamos en esperanza, este es el tiempo favorable”.

Pañuelos blancos y celestes y multiplicidad de barbijos, además de carteles identificatorios de muchas de las congregaciones participantes, enmarcaron la entrada de la Gruta de Lourdes, desde donde apenas un minuto antes de las 16 emergió la imagen de la Virgen al son de los aplausos.

Detrás del cartel con el lema de este año – “Este es el tiempo favorable”-, se ubicaron fieles seguidos por la imagen de la Virgen María, a bordo de un carruaje que había sido adornado para la ocasión por los trabajadores del astillero Contessi. Dos pasos más atrás caminaron el obispo, monseñor Gabriel Mestre, y el intendente Guillermo Montenegro que llegó con su hijo menor, Tomás. “Vine a agradecer”, explicó.

Como una señal, las nubes amenazantes se disiparon apenas comenzó la peregrinación y el sol brilló en todo su esplendor durante el primer trayecto, con las visitas a las iglesias San Antonio, Jesús Obrero, San José y la Asunción.

“No es la primera vez que la hacemos. Venimos a agradecer, porque este año él estuvo internado a punto de morir y se salvó”, contó Silvia, de la mano de su hijo Lian, ambos con barbijo.

La mayoría de los fieles, a pesar de estar al aire libre, portaban barbijos, accesorio que sumaron al habitual kit de botellita de agua y calzado cómodo para poder completar la peregrinación.
Para Ida, en cambio, la de ayer fue su primera participación de la celebración religiosa. “Mi amiga venia y me sumé”, explicó y expresó su deseo de “poder terminarla”.

Protocolos

En el marco de la pandemia por Covid19, el año pasado la marcha no se realizó en su formato habitual, sino que mutó a caravana de autos que recorrieron distintas parroquias.

Hoy  se volvió al modo de siempre, aunque con recomendaciones sanitarias como el uso del barbijo y alcohol en gel, además de la sugerencia de mantener la distancia. Y, para tal fin, dispusieron de 14 vehículos con la amplificación del audio de la marcha para garantizar que todos pudieran escuchar y seguir los rezos y cánticos a la Virgen.
Algunos, ya desde el inicio, caminaron portando las velas con las correspondientes tulipas para no quemarse. Como Denise, que hizo su debut en la celebración cristiana junto a su hija Ainoa y su amiga Paula. “Esperamos poder llegar hasta el final”, se ilusionó la mujer.

Después de su paso por la iglesia de la Asunción, el tramo final concluyó en la Catedral, dónde monseñor Gabriel Mestre presidió la misa.

En la homilía destacó sus tradicionales “tres puntitos” con que enumera sus ideas indicando que “con Maria marchamos en esperanza”.

“La mujer que tuvo el sí decisivo para la humanidad aceptando ser la madre del Salvador -explicó-, es también nuestra madre y representa el cuidado la protección femenina de Dios en nuestra vida”.

En ese sentido, detalló que “María fue una gran protagonista de la historia y sentimos su protección maternal que nos acompaña en las distintas circunstancias que la vida nos propuso en este tiempo de pandemia. A ella le entregamos nuestros dolores y nuestras dificultades”.

Juntos

En la continuidad de su mensaje, el obispo pidió que “en este tiempo difícil imitemos la ternura de María con su pueblo. Marchamos, caminamos, avanzamos juntos y en plural, no vamos solos” y citó al Papa Francisco que “nos dice con claridad que somos parte de la misma barca, avanzamos en este Adviento de manera sinodal hacia la Navidad”.

“Al caminar juntos en esta marcha -añadió- nos reencontramos con gente amiga y con otros que no conocemos pero todos nos reconocemos como parte de la misma humanidad y la misma barca aceptando el desafío de caminar juntos”.

En ese sentido, Mestre advirtió que “caminamos en esperanza porque sabemos que la última palabra y todo el poder lo tiene Dios. También sabemos que todas las dificultades de nuestra vida tienen un sentido final para la historia, por eso avanzamos con María en esperanza hacia la Navidad, donde el Jesús niño viene a redimirnos y a darle un sentido distinto a nuestra vida, renovando lo más profundo de nuestro corazón”. Ya de noche, los fieles se despidieron en paz



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