Arte y Espectáculos

Una nueva temporada de Sex Education: los motivos de su éxito

En ocho nuevos episodios nos volvemos a enamorar de cada uno de los protagonistas de la serie británica, que con esta tercera entrega nos deja con ganas de más. Amistad, amor, derechos, perspectiva de género, sexualidad, educación y mucho más, son los temas principales de esta trama.

Por Lucía Borello

¿Por qué ‘Sex Education’ tiene tanto éxito? La fusión de las temáticas sexo y adolescencia, vino a instalar en el consumo audiovisual, dos fenómenos que muchas veces no se quieren poner juntos pero, sin embargo, con el tiempo hemos aprendido que van de la mano por un lógico proceso biológico hormonal.

Con un elenco estelar, un guion sofisticado y la sutileza del humor británico, desde su inicio nos hizo reír, reflexionar e incluso llorar. Y por qué no, como su nombre lo indica, educarnos de manera sexual. A una semana de su estreno, todo indica que estos frescos 8 episodios han sido muy bien recibidos por el público según las repercusiones en redes sociales, incluso en Argentina.

 


Mirá el trailer de Sex Education:

 

 


 

La verosimilitud y la actualidad que plantea la trama atrapa a cualquiera desde el primer instante. Aborto, acoso, abuso, identidad de género, orientación sexual, apertura y liberación sexual son los principales pilares que hacen que ‘Sex Education’ sea una de las series más emblemáticas del mainstream del momento.

Esta tercera parte viene a poner un conflicto en el centro de la escena: hay cambio de directora en la secundaria ficticia “Moordale Secondary School”. Nuevas y estrictas reglas, tradicionales y conservadoras que respetar. El problema es que no hay normas que prohíban los derechos que estos jóvenes se merecen. No hay reglas que frenen las hormonas que a los y las jóvenes les brotan de la piel y traspasan la pantalla.

El argumento no se centra únicamente en el tan esperado romance entre Otis y Maeve, que hubiese sido el camino fácil y, quizás, cliché para los guionistas; sino que hay un buen balance del desarrollo de todos los personajes, haciéndonos sentir que todas las figuras son igual de protagonistas. De todas maneras, todavía seguimos ansiosos para que se concrete el amor que sienten los personajes principales el uno por el otro.

Uno de los ejes narrativos más interesantes son las amistades, con duplas especiales y mágicas: Aimee y Maeve, Eric y Otis e incluso Ola y Adam. A diferencia de otros contenidos que priorizan los grupos de amigos y amigas, aquí el mano a mano prevalece, con su intimidad, complicidad, conversaciones profundas, clásicas peleas propias de la edad, risas, incondicionalidad e intensidad adolescente.

Asimismo, en la tercera entrega hay una continuación del sufrimiento de Aimee por el abuso que padeció en el colectivo yendo a la escuela durante la segunda temporada. La mejor amiga de Maeve atraviesa el trauma en las sesiones terapéuticas con Jean, la madre de Otis.

Aimee quiere sanar las marcas, las heridas. Está muy bien abordada la temática del abuso, porque además mucha gente no considera grave que alguien eyacule encima de otra en un espacio público, o incluso le quitan seriedad. Entonces ‘Sex Education’ viene a ponerle a esta problemática el peso que se merece.

ESI en Argentina y RSE en Reino Unido

La historia pone en evidencia que la Educación Sexual es esencial para el desarrollo de las y los estudiantes. Nos lo pone en la cara. De frente. Sin lugar a dudas es primordial para un respetuoso funcionamiento social y más aún en la infancia y la adolescencia que es puro descubrimiento personal, del mundo y de la otredad.

Es evidente que quieren saber de qué se trata, tienen sed de conocimiento, tienen muchas preguntas que llevan a otras. Quieren experimentar, tocarse, olerse, besarse, conocerse y compartir sus miedos, angustias y alegrías.

Muchas veces, creemos que en países europeos, las leyes de educación sexual funcionan de manera correcta y en todas las escuelas, tanto privadas como públicas. Pero es solo cuestión de investigar un poco para descubrir que en el Reino Unido, la política “Relationships and Sexuality Education (RSE)” no funciona como debería desde su sanción allá por el año 2000. En definitiva, no es todo color de rosas en materia de sexualidad en las aulas británicas.

En 2020 incluyeron nuevos temas como salud mental, menstruación, abuso, mutilación genital femenina, relaciones homosexuales, información sobre personas trans, entre otros. Con estas incorporaciones, hubo muchas familias que realizaron manifestaciones en el Reino Unido, quejándose sobre la ampliación del programa RSE.

Desarrollo de los personajes

Si nos remontamos al primer episodio de la primera entrega, podremos recordar a una versión de Adam que no puede eyacular al tener relaciones sexuales, que le hace bullying a diario a Eric, que tienen una relación distante y fría con sus padres, que no puede expresar sus emociones y que todavía desconoce su orientación sexual. Por lo tanto, podemos considerar que es uno de los personajes con mayor evolución; a tal punto, que le escribe un poema de amor a Eric.

Adam y Maeve son dos típicos adolescentes enojados con el mundo, con hogares complejos, angustias y dolores no elaborados. Sin embargo, su furia va disminuyendo a medida que empiezan a relacionarse con los demás. De a poco nos vamos adentrando en sus difíciles historias familiares, lo cual hace que podamos empatizar con ambos y que sean de nuestros personajes favoritos.

El desarrollo de Jackson Marchetti resulta impresionante: pasa de ser el ‘head boy’, chico popular, atleta y nadador estrella de Moordale a ser un adolescente que tras varias lesiones baja a tierra y se conecta más con la realidad de su escuela y las disidencias, que se ve reflejado en el vínculo sexo-afectivo que establece con Cal (personaje nuevo no binario).

¡Alerta de spoilers!

Lxs alumnxs de Moordale saben que hablar de manera abierta sobre sexualidad es el camino para disfrutar de manera plena, informada y cuidada de la misma. Que el respeto, la información y la comunicación son pilares fundamentales para vivir de manera plena su sexualidad. Es por eso que deciden, hacia el final, hacer una revolución contra Hope (la nueva directora), para imponer sus voces y posturas en cuanto a la educación de abstinencia sexual recibida. Además, la nueva dirección no considera al no binarismo como una identidad de género válida, con lo cual allí hay dos casos de discriminación para con dos personas no binarias que son nuevas en la institución.

Curiosidades de la serie del momento

¿Por qué históricamente muchos programas de televisión, con personajes adolescentes son interpretados por jóvenes adultos? ‘The O.C’, ‘Gossip Girl’, ‘Élite’, son muchos los títulos que se nos pueden ocurrir. Sin embargo, los actores y actrices de ‘Sex Education’ tienen una construcción de personajes, actuaciones extraordinarias, un maquillaje y vestuario excelente que disimula bastante bien que quienes están detrás, han abandonado hace ya varios años la adolescencia.

Quizás mientras la vieron se preguntaron: ¿De dónde conozco a Hope la nueva directora? Me suena el tío de Adam, el hermano de Michael Groff ¿de dónde lo tengo? Tengo las respuestas a sus curiosidades: ¡Hope es Jenna de ‘Girls’ (HBO) y Groff es Lucius Malfoy en ‘Harry Potter’! Tampoco hay que olvidar que Gillian Anderson, quien interpreta a Jean, la madre sexóloga de Otis, es Margaret Tatcher en la recién galardonada en los Emmys ‘The Crown’.

La tercera temporada trae a dos personajes nuevos muy interesantes: dos personas no binarias que generan conversaciones en la mesa. En la cuenta @CheNetflix se armó un hilo de tuits en los que se explica qué significa ser una persona no binaria, cuáles son las situaciones sociales de discriminación e incomodidad que atraviesan, entre otras cuestiones. Las personas no binarias muchas veces son incomprendidas por gran parte de la sociedad, por eso, las interacciones que tiene el personaje de Cal con el chico popular Jackson, son muy ricas en cuanto a lo que realmente le sucede a muchos y muchas cuando se vinculan con aquellas personas que no se sienten ni mujeres ni varones.

Conclusiones que deja ‘Sex Education’

La cuarta no está confirmada, pero los cabos sueltos indican que la continuación podría ser muy potente. Quedamos a la expectativa por saber cómo sigue el vínculo entre Otis y Maeve, cuál es la experiencia de Maeve en Estados Unidos, si Eric y Adam tienen un capítulo más juntos.

Pasaron tantas cosas en Moordale desde aquel primer episodio de la primera temporada que quizás nos hayamos olvidado del noviazgo entre Aimee y Adam y las aventuras entre Jackson y Maeve. Lo que sí quedó más impregnado en los recuerdos de la audiencia es que desde el minuto uno nos están bajando data sobre sexualidad: cómo poner de manera correcta un preservativo a las partes del aparato reproductor femenino hasta definiciones de conceptos como “pansexual” o qué pronombres personales debemos usar para referirnos a personas “no binarias”.

A lo largo de la ficción, vimos crecer a los personajes, los acompañamos en su despertar sexual de la mano de Otis, Maeve y Jean, y por qué no de Hope (no de la manera que queríamos). Todos los adolescentes de ‘Moordale’ se transforman en líderes positivos frente a la ideologización negativa que traen los nuevos directivos de la institución. Corrijo: los y las estudiantes se convierten en transformadores de su propia realidad.

El poder y la verosimilitud de ‘Sex Education’ radica en que muestra cómo en la vida pasamos situaciones no muy gratas, como por ejemplo, abuso, acoso, discriminación, bullying, adicciones, discriminación. Pero también viviremos muchos otros momentos de felicidad, goce y risas, como lo desopilante que es tener una cabra de mascota, relaciones de amigas/madres como Maeve y Aimee, vivir el beso tan esperado, entre tantos otros.

Es una historia que tiene todos los condimentos: amistad, amor, sexo, etnias, peleas, besos, risas, romanticisimo y la infaltable y esperada tragicomedia británica. Una serie que viene a reafirmar la idea de vivir nuestros cuerpos y sexualidad de manera genuina y transparente, sin presiones ni represiones, ponernos la ropa que más nos guste, besar (con consentimiento) a quien más nos guste y nos sintamos conectados y, por sobre todas las cosas, a patear el tablero de lo establecido y salir a luchar por nuestros derechos.

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