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Una semana de confinamiento en España, pero el coronavirus se triplica

La curva de contagio no deja de subir y las autoridades insisten en que lo peor aún no ha llegado. La pandemia también se hace sentir en la economía y el sector laboral.

MADRID.- España cumple este sábado una semana de confinamiento después de que el Gobierno decretara el estado de alarma para frenar la expansión del coronavirus, pero la pandemia no cede, y tanto los fallecimientos como los contagios se multiplicaron por tres.

Si el 14 de marzo se confirmaban  6.233 casos y 193 personas habían fallecido, las cifras oficiales del viernes daban vértigo: los fallecimientos se acercaban a los 1.100 y había registrados 21.571 contagios.

Pese a las medidas de confinamiento, que en general la población cumple de manera cívica, la curva de contagio no deja de subir y las autoridades insisten en que lo peor aún no ha llegado.

“Los días difíciles, duros, vienen ahora”, afirmaba ayer el director del Centro de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón,  portavoz sanitario de la pandemia, y pedía a los ciudadanos mantener  “la tensión” de las medidas relacionadas con el confinamiento.

La inmensa mayoría de ciudadanos cumple las normas y solo sale de casa por causas de fuerza mayor,  para ir a trabajar o para realizar compras imprescindibles, aunque hay excepciones, que son perseguidas y sancionadas por los agentes.

El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, destacó que después de la pedagogía de días anteriores,  ahora la coacción “es imprescindible”, y pasar a sancionar a los insolidarios que no respetan el confinamiento.

Desde que el pasado sábado se declaró el estado de alarma, los distintos cuerpos de las fuerzas de seguridad llevaron a cabo más de 31.100 denuncias  por incumplir las normas de movilidad  y detuvieron a 350 personas por desobediencia grave, según los datos actualizados del Ministerio del Interior.

Y este sábado, la Dirección General de Tráfico estableció controles en las carreteras de salida de las grandes ciudades para evitar el desplazamiento de las personas a sus segundas residencias.

De los mensajes de humor a través de las redes, se  ha pasado a los de ánimo, para tratar de compensar las imágenes de hospitales colapsados y médicos exhaustos demandando más material para combatir la pandemia.

Las Unidades de Vigilancia Intensiva (UCI) de algunos  hospitales están saturadas, como reconoció este viernes el ministerio de Sanidad, lo que los está obligando a ser “un poco más restrictivos” a la hora de admitir pacientes.

Por otro lado, la economía española se frenó y sectores como el turismo, clave en el país, está paralizado, con los hoteles cerrados y algunos de ellos convertidos en hospitales provisionales.

También otros sectores como el textil, el automovilístico, el comercio o el ocio, están recurriendo estos días a expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE), que dejan a sus trabajadores sin trabajo hasta que se retome la actividad.

EFE

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