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Interés general 9 de enero de 2018

Un nene de 2 años murió al comer una galletita envenenada

Su papá había untado el tóxico sobre una oblea para matar a ratas en su casa. El chico se la tragó.

Un nene de 2 años murió al comer una galletita con veneno para ratas que había preparado su papá para matar a los roedores de su casa, ubicada en una zona rural de la localidad santafesina de Alvear, a 20 kilómetros de Rosario.

Los padres lo llevaron a un centro de salud de la zona, aunque por la gravedad del cuadro fue derivado de urgencia a un hospital.  El nene entró al hospital sin signos vitales.

La tragedia golpeó y conmovió a un pueblo chico habitado por 4.500 vecinos. Según la información recabada por la Fiscalía de Rosario, el chico estaba sentado junto al padre al momento del fatal desenlace. El hombre le manifestó a la policía que untó obleas con veneno para ratas y que en un momento de descuido, su hijo agarró una y se la comió.

De inmediato lo subieron a un auto y lo llevaron al centro de salud de la localidad. Su directora, Dora Prada, fue la primera médica que trató al nene, quien para ese entonces ya tenía signos de descompensación.

“El cuadro nos golpea como sociedad y nos da mucha impotencia. Es una muerte que se podría haber evitado. Por su corta edad y por su peso, toda sustancia tóxica genera muchas complicaciones. Ingresó en muy mal estado y lo derivamos al hospital Gamen de Villa Gobernador Gálvez”, explicó en diálogo con Canal 3.

Lo doctora contó que el papá les rogó que “salven” a su hijo y que repetía que había “comido veneno para ratas”. “Este sabor amargo a nosotros los médicos y al pueblo nos tiene que dejar un aprendizaje. Hay que trabajar mucho en las medidas de información y de prevención en el hogar para que casos como estos no se repitan”, señaló.

Los médicos de guardia del hospital realizaron durante 50 minutos tareas de reanimación al constatar que el chiquito había perdido los signos vitales en la ambulancia. “Son las informaciones que uno no quiere dar. Intentamos reanimarlo pero no pudimos. Estamos hablando de accidentes hogareños que no deben ocurrir”, reflexionó Marcelo Minucucci, director del hospital.