La Zona

Valores: Luis Landriscina tuvo un enorme gesto hacia la Fundación Fangio

Donó un poncho, un trofeo y un rolex que el propio Fangio le había dado. La amistad tuvo un lugar central en el Tributo Fangio.

BALCARCE (Corresponsal).- El Tributo a Fangio dejó bien sentado que hay cuestiones imperceptibles que trascienden por sobre todas las cosas. En el homenaje al quíntuple campeón del mundo quedó algo muy en claro: la amistad es un valor que no se negocia por nada del mundo y es algo para valorar.

Más allá de los campeonatos, los trofeos y las carreras ganadas en Balcarce se pudo apreciar que las amistades en el automovilismo existen y perduran en el tiempo.

Sir Jackie Stewart tuvo elogiosas palabras sobre Juan Manuel Fangio. En todo momento habló de su amigo el campeón, lo que disfrutó cuando el “Chueco” lo llevó durante un paseo en auto y las miles de charlas y anécdotas que compartió.

Sin dudas ya se conocía la amistad y el beneplácito que tiene Stewart pero ese valor que tiene la amistad fue ratificado ya que hizo miles de kilómetros para volver a estar a su lado. Y fue el único orador durante el responso y se atrevió a palmear al cajón en un gesto de complicidad.

Don Luis

Y si hablamos de valores, por supuesto, que Don Luis Landriscina encarna la argentinidad de la que todos podemos enorgullecernos. Claro está que este cuentista costumbrista también supo cosechar amigos en cada lugar que se hizo presente. Se trata de otro apasionado del automovilismo que con el paso del tiempo se transformó en un gran amigo del “Chueco”.

Cuando el quíntuple atravesaba una enfermedad y se encontraba en sus últimos días de vida, Don Luis lo fue a visitar y se transformó en una especie de despedida. En ese momento, le dijo que como símbolo de su amistad le iba a dar un regalo que le dolía y se sacó el poncho. Fangio, conmovido, hizo lo mismo: se sacó el reloj que le regaló Alfa Romeo por el primer título mundial donde en el cuadrante dice “Alfa Romeo per Fangio”.

Y fue durante una cena en la Estancia “El Casco” que Don Luis hizo propicia la oportunidad para desplegar la sorpresa que tenía preparada.  Lo llamó al presidente de la Fundación Fangio, Juan Carli, para hacer la donación. “De qué sirve que yo conserve esto y no lo pueda ver nadie”, dijo Luis entre los presentes.

Y sacó ese poncho y ese reloj y le sumó un increíble trofeo que le dio Froilán González en una oportunidad. Un gran gesto que conmovió a todos quienes fueron partícipes.

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