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Arte y Espectáculos 6 de febrero de 2019

“Valoro que venga gente a dejarse contar cosas y lo devuelvo en entrega”

Gato Peters, no se arrepiente del humor Entrevista con Gato Peters. Habla del trabajo con su hijo, la dedicación, la atención a cada palabra y la clave de ponerle pasión y esfuerzo a lo que uno hace, en una nota con el "standapero criollo", como él mismo se define.

Como todas las temporadas, Gato Peters trae a Mar del Plata su humor. Este año no ha sido la excepción y todos los jueves a las 22 presenta en la sala Melany (San Luis 1750) “No me arrepiento de este humor” (Los cuadernos baratos del chofer del Gato).

El “standapero criollo”, como se denomina, sube al escenario junto a su hijo, Santiago Peters Bastién, y a Carlos “Carli” García que lo acompaña con su infaltable guitarra.

“Valoro que venga gente a dejarse contar cosas y lo devuelvo en entrega” asegura en una nota con LA CAPITAL, el veterinario que en 1975 inició su camino sobre las tablas y hoy, más de 40 años después, sigue apostando a la dedicación, a la atención a los detalles, a la pasión y al esfuerzo, para generar un espectálulo nuevo cada año y para recorrer todo el país con su propuesta.

Como es habitual, Peters ofrece en sus monólogos una pincelada de la idiosincrasia argentina, con detalles, descripciones, como si mirara todo con una lupa y a lo que observa lo pasara por el tamiz del humor.
En este último espectáculo, aborda temas variados en los que el público se reconoce, como el clima y los meteorólogos, los albañiles en casa, la elección de la Reina en los pueblos y hasta la sobre la excéntrica presentación de una vaca rellena.  Autos, talleres y mecánicos y los profesionales de la salud, tampoco faltan en su compendio de humor provinciano.

– ¿Cómo surgieron las anécdotas, las historias que cuenta en “No me arrepiento de este humor”?

– Como siempre, la gente manda cosas. Les voy buscando la vuelta, las ordeno, las”traduzco”, a veces les sumo énfasis, las exagero (les pongo un poco de color). Tengo también un par de colaboradores, proponemos un tema, sobre él cruzamos cada uno su mirada y va saliendo la cosa.

– ¿Es metódico para generar los espectáculos, se dispone especialmente a escribirlos o van surgiendo cuando ellos quieren?

– Se que todos los años debo estrenar espectáculo en enero, así que me voy preparando, le voy buscando la vuelta a cada cosa que llega (o que se me ocurre) cómo y cuándo decirlo… Así ando todo el año; haciendo un espectáculo y preparando el próximo.

– Su trabajo es el resultado de una observación atenta de la realidad ¿la practica conscientemente o es natural en usted?

– Algo de natural hay, luego es pura deformación profesional, buscarle un costado ocurrente a cada cosa, ponerle una acotación, un “entre paréntesis”. Pensar en clave de humor.

– Tomando en cuenta el título del espectáculo ¿alguna vez se arrepintió de algún cuento o humorada?

– No. Si a alguien le molestó algún relato o alguna referencia, bueno…no entendió la humorada. Pido disculpas y sigo, esto sólo es humor.

– ¿Cómo autodefine su estilo de humor?

– Es humor de costumbres, son monólogos, relatos, monografías enlazadas y dichas a todo ritmo. Cuidando mucho los textos que tienen mucho trabajo. Me han deslumbrado Pinti, Tato, Guinzburg, quise ser un Landriscina de esta region central del país pero dicho ATR (dirian los chicos, a todo ritmo). Debe ser intenso el texto y no tener desperdicio. Valoro que venga gente a dejarse contar cosas y lo devuelvo en entrega, no quiero que pierdan tiempo, ni dinero en ese intento.

– ¿Por qué cree que las personas se reconocen y se ríen con las anécdotas que cuenta?

– Se encuentran en la foto que voy pintando, es eso… Suelo verlos como asienten, es un permanente juego de emoción y ocurrencias. Al que no vivió los tiempos de algún paisaje que pinto, tengo que ser muy didáctico y explicárselo al toque así nivelo y entiende.

– ¿Cómo está siendo la experiencia de trabajar con su hijo Santiago en este espectáculo?

– Santiago vibra la misma cuerda que vibro, de las emociones fáciles, escribe muy bien pero todavía no se anima a sus textos en escena. Los pone en las redes, sólo eso.

– ¿Le ha dado recomendaciones, sugerencias a la hora de preparar su parte?

– Suelo ayudarlo corrigiéndole una frase, agregándole un efecto, alejándolo de mi para que funde su estilo en esto de hablar en público.

– Se está hablando de una temporada floja, en lo económico, en la venta de entradas. ¿Cómo lo está observando usted? ¿Qué perspectiva tiene para este invierno?

– Estamos llenando, pero hago salas chicas, no soy un indicador. Tengo mi público, se que soy un humorista de catálogo. Lo mismo para el invierno. Todos los años igual hacemos más de cien salas todas en el interior. Producimos nosotros, vamos de pueblo en pueblo desde hace nuchos años; siempre un nuevo espectáculo y un disco (que sacamos cada año y llevamos veintiseis) y siempre hay un público para nosotros. Nunca seremos suceso, no estamos en la farándula pero estamos contentos disfrutamos de esto y lo hacemos. No hay que trabajar para ser famoso, hay que ponerle pasión y esfuerzo a lo que uno hace, la fórmula es muy simple.