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Arte y Espectáculos 23 de septiembre de 2020

“Vamos a vivir”, la canción que unió a dos generaciones de la familia Albornoz

Escrita por Norberto Albornoz y cantada por Gloria Llunez en 1990, ahora llega reversionada por Lucía, la hija de ambos. Con un mensaje esperanzador, la canción le canta a la primavera y está dedicada a las familias que fueron víctimas del Covid.

 

Desempolvó una canción que escribió su papá, el folklorista Norberto Albornoz, y que cantó su mamá, Gloria Llunez, hace treinta años. Entonces, fue un éxito para la familia de músicos. Se trata de “Vamos a vivir”, ahora convertida en una versión en tiempo de pop que ya suena en las redes sociales en la voz de Lucía Albornoz.

La joven cantante volvió a grabarla, esta vez junto al músico Pulpo Ponce, porque cree que, tal como aquella primavera de 1990, éste es también un buen momento para avivar la esperanza, esperar el amor, dejar de lado las penas e ir a buscar el sol.

“En esta época tan difícil, en medio de una pandemia mundial junto a Pulpo Ponce hacemos propio el canto aquel y nos sumamos a buscar ese sol que tanto hace falta”, argumentó Lucía, entrevistada por LA CAPITAL. Ambos artistas dedicaron esta nueva versión a las familias de personas que fueron víctimas de Covid-19, de acuerdo a lo que señala el video de la canción que se conoció el lunes último.

“Mi padre presentó Vamos a vivir en un certamen y fue elegida como canción de la primavera. Gracias a eso, ellos pudieron viajar a Buenos Aires. Y grabaron un cassette de siete canciones, seis de las cuales eran autoría de mi papá”, historió. Era el primer disco de la pareja de músicos que llevó el mismo nombre que la canción.

Y siguió, con un detalle no menor: “Cuando mi mamá la grabó estaba embarazada de mi, aunque todavía no lo sabía. En casa, mis hermanos cantaban esa canción mientras jugaban”.

Desde que llegó al seno de esa familia, la música fue más que el telón de fondo de Lucía: fue un juego, un territorio a explorar y hoy su camino personal y su trabajo. “La música es vital para mí. Pisé los escenarios desde muy chica, eso enriqueció mi camino. Pienso que el explorar no se acaba jamás”, dice la artista, graduada en 2016 en canto en el Instituto de Profesorado de Arte de Mar del Plata.


Podés conocer la nueva versión de Vamos a vivir acá:

Antes de que terminara el secundario, también pasó por clases particulares de violín y guitarra, pero se quedó definitivamente en el canto: “Lo mío siempre fue cantar, ahí soy más sincera”, reconoció.

“En casa hacemos todas y todos música. Mi hermana Tamara, mi hermano Ariel Albornoz, mis viejos, tíos, primos cuando digo todos es literal. Mis abuelos no eran músicos, pero cantaban siempre en reuniones o mientras hacían sus quehaceres. Los iniciadores de todo fueron Gloria y Norberto. Cuando era chica, en vez de agarrar un juguete, tocaba el bombo, cantaba, entonces mi mundo infantil fue explorar la música. Era despertarse y respirar una canción nueva, acompañada de un mate y un pan casero”, actualizó recuerdos.

Lejos de renegar de ese mandato artístico, la joven de 29 años tomó la herencia sonora que siempre dio vueltas en su hogar y se empeña hoy en buscar su camino personal. “Mi sentimiento es popular, es latinoamericano. En mi repertorio van a encontrar obras del cancionero popular argentino, canciones nuevas y en su mayoría de autores marplatenses”, contó y recordó que su primer disco, “Coplas para un corazón”, lo grabó a los 17. Más tarde vendrían varias canciones de su autoría, todos simples que se pueden encontrar en su canal de Youtube.

Tal como su papá, que es un prolífico compositor de canciones que vinculan el folklore con la geografía bonaerense, ella defiende también su terruño marplatense y saborea el mar cada vez que canta. “Soy una eterna agradecida de lo heredado. Creo que pude encontrar mi propia impronta, que es la de una canción sincera y valiente. La música que hago tiene aroma a urbe, sabor a mar, eso que tenemos los de acá, los bonaerenses. Una canción, una chacarera, una zamba o una huella que fue creada en la cuidad tiene otro aire, ni me mejor, ni peor, diferente”.

Con esa impronta, conoció a Pulpo Ponce, con quien comparte una historia similar. Pulpo es hijo de un compositor salteño (Lucho Ponce) y se convirtió en multinstrumentista que acompaña y produce cada nuevo desafío del dúo. “Hacemos un buen equipo. La verdad es que trabajamos todos los días por nuestros sueños, es por eso que hemos recibido muchas satisfacciones, viajes, grandes escenarios”, contó y adelanta que se viene una nueva canción: “Milonga en mano”, tras dar a conocer “Vamos a vivir”.