Arte y Espectáculos

Veintiuna fotos de Astor en Mar del Plata, la obra de un amigo personal del músico

La amistad empezó por las madres de ambos, que se conocían. Pupeto Mastropascua le llevó una carta de Nonina a París y no dejó de fotografiarlo desde los años '50 a los '80 largos. El detalle de los conciertos de 1971 en el Teatro Diagonal.

 

“A mi amigo Astor” es la muestra de fotos que se puede recorrer en el Teatro Auditorium, con motivo de los cien años del nacimiento de Astor Piazzolla. Veintiuna imágenes del músico lo muestran en Mar del Plata, en años diversos, en situaciones familiares y, sobre todo, arriba de un escenario.

Las fotografías seleccionadas son algunas de las cientos que le tomó Pupeto Mastropascua, fotógrafo y reportero local, en una larga vida de amistad con al artista.

 




“Yo lo fotografiaba mientras estaba tocando y no lo molestaba, utilizaba luz ambiente”


 

“Fueron tomadas durante aproximadamente treinta años, incluso puede ser un poco más, desde los años ’50 y hasta los ’80 y pico largos, en distintas ocasiones todas acá en Mar del Plata, las que son más de mi gusto fueron tomadas en el Teatro Diagonal, en 1971″, repasa Pupeto, de 86 años.

“En el ’71 Piazzolla hizo dos recitales en una misma noche, además había tenido un compromiso con la televisión brasileña y con Canal 8. Y a la noche hizo dos recitales. Cuando terminó me dijo: ‘Nunca estuve tan cansado en mi vida, pero nunca toqué tan bien’. Me lo dijo en una comida que tuvimos en el Viejo Pop, en el Puerto”.

Recuerda Pupeto que él integraba “un pequeñísimo grupo” que seguía de cerca la música del marplatense. Además, la madre de Piazzolla (Nonina) se atendía en la peluquería de la mamá de Mastropascua.

“Yo veía seguido a su mamá, y en el primer viaje que hice a Europa en los ’80, Nonina se entera de que iba a París y me pide que le lleve una cartita a Astor. En esa ocasión hice de cartero. El estaba viviendo a pocos metros de la Catedral de Notre Dame, tenía un pequeñísimo departamento con un pianito de cola, ya había empezado la relación con Laura Escalada”, rememora.

Los viajes a Mar del Plata siempre eran oportunidad para que ambos se encontraran. Astor pasaba por el estudio que Mastropascua tenía en la calle Belgrano, charlan de música y a veces iban a ver algún recital. Como el que dio Dino Saluzzi que los tuvo a ambos como espectadores.

 


 “Los tangueros lo odiaban, incluso cuando hizo los dos recitales en el Diagonal en el ’71 hubo un detalle importante: perdió dinero”


“En Mar del Plata había un pequeño grupo al que le gustaba lo que estaba haciendo Piazzolla, pero los tangueros lo odiaban, incluso cuando hizo los dos recitales en el Diagonal en el ’71 hubo un detalle importante: perdió dinero porque no hubo la cantidad suficiente de gente. Nunca tuvo multitudes, siempre tuvo en todas partes un grupo que lo admiraba, lo apreciaba, lo seguía y en algunos casos fanáticamente”, cuenta.

Dos son las imágenes que Pupeto guarda con mayor afecto: aquella en la que logró juntar a tres generaciones de Piazzolla: Astor, su hijo Daniel y Nonina en Cabo Corrientes. Son los tiempos del Octeto Electrónico en el que tocaba su hijo. “Piazzolla está muy contento y la mamá también”.

La otra imagen es aquella en la que Astor aparece detrás del bandoneón. “Se entregaba de una manera.., por eso nadie pudo tocar el bandoneón como él, no los tocaba, los destrozaba, tenía una pasión tal en la ejecusión que se notaba cuando lo estabas viendo. Y eso se ve en la fotografía, en la que aparece casi oculto detrás del bandoneón”, comenta.

¿Era fácil fotografiarlo? “Sí, por la confianza que existía, aparte yo lo fotografiaba mientras estaba tocando y no lo molestaba, utilizaba luz ambiente, no usaba flash, fui un testigo lo menos molesto posible para documentar la cosa de una manera viva”.

 


“‘Nunca estuve tan cansado en mi vida, pero nunca toqué tan bien’. Me lo dijo en una comida que tuvimos en el Viejo Pop”


 

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