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Enlace Universitario 21 de abril de 2024

Ventajas y desventajas de un país cenicero

Federico Ignacio Isla
CONICET-UNMDP

Argentina es un país cenicero. Los vientos dominantes del oeste (pamperos) nos traen las cenizas derivadas de los volcanes que se extienden por la mayor parte de la cordillera de los Andes. Son unos 3800 km con volcanes de diferentes tipos y peligrosidad. Los más recientes (Hudson en 1991; Chaitèn en 2008; Puyehue en 2011) nos han dejado apenas milímetros de ceniza en nuestra región. No obstante, tenemos registros de hasta 15 cm que ocurrieron hace sólo 20.000 años en vecindades de Mar del Plata.

La ceniza volcánica se preserva preferencialmente en los fondos de lagos y lagunas. Muchas localidades de la llanura pampeana se emplazan en relación a lagunas (Monte, Chascomús, Navarro, Bragado, Junín, Carhué, Guaminí, Puán, Pehuajó, Santa Rosa). No obstante ello, en muchos casos el abastecimiento de agua se orienta hacia el acuífero pampeano que contiene capas de cenizas.

Ventajas

En las cercanías del volcán las cenizas impactan en la biota, cuenca de drenaje y en las actividades humanas. En el campo lejano, en cambio, las cenizas volcánicas benefician con nutrientes al suelo aportando potasio, fósforo, calcio, magnesio, hierro, y óxidos de aluminio, silicio y manganeso que las convierten en fertilizantes naturales. A su vez mejoran la capacidad de retención de nutrientes y la calidad del suelo para retener agua. La alcalinidad de algunas cenizas volcánicas neutraliza los suelos ácidos, elevando el pH.

El suelo mejora su estructura al proporcionar una mayor porosidad. A su vez mejora la estabilidad física de las pendientes. Facilita la agregación de partículas del suelo como terrones con espacios porosos.

Desventajas

La desventaja principal de estas cenizas es el contenido en Arsénico asociado a las aguas subterráneas. La abundancia en óxidos de hierro y manganeso en sedimentos también aumentaría los contenidos en As en el agua.
Si bien se han detectado valores altos de As en momias de la Puna, en Argentina esta enfermedad cumplió 110 años. En 1913 el Dr. Mario Goyenechea informó los síntomas de dos enfermos por ingestión de agua contaminada con Arsénico en la zona de Bell Ville, Córdoba. Los síntomas ya eran conocidos en la zona y pronto se denominó a la arsenicosis como “Enfermedad de Bell Ville”. En otros países se conoce como “Enfermedad del pie negro”. Hoy la enfermedad se la conoce por la sigla HACRE (hidroarsenicismo crónico regional endémico). Sus síntomas van desde enfermedades en la piel (cáncer de piel incluido) y cáncer de órganos interiores dependiendo del tiempo de consumo y concentración en el agua.

Distribución

De acuerdo a la normativa vigente, 87% del territorio de la Provincia de Buenos Aires tiene aguas subterráneas por encima del límite de Arsénico permitido para la bebida (0,005 mg/l). Afortunadamente sólo el 9% de la población habita estos lugares.

Existe un mapa con el contenido de Arsénico en aguas

Los abastecimientos vinculados al Rio de la Plata (Gran Buenos Aires, La Plata), a barreras medanosas (Villa Gesell, Pinamar) y al sistema de Tandilia (Tandil, Balcarce, Mar del Plata) tienen aguas exentas de Arsénico.