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Arte y Espectáculos 12 de febrero de 2022

Victoria Carreras: “El teatro sigue vivo, más vivo que nunca”

Dice que elige ver "el vaso medio lleno" y destaca la oferta teatral que pone a disposición Mar del Plata. En "Radojka", profundiza en los límites éticos que cruzan dos personajes desesperados.

En escena, Victoria interpreta a una adulta mayor.

 

Criada en Mar del Plata, Victoria lleva un apellido con linaje de artistas. Su madre Mercedes es actriz, su padre Enrique fue director de cine y teatro y una figura clave de la producción audiovisual de los años ’50 y ’60. Y si mira para atrás, encuentra que desde hace trescientos años las mujeres de su familia se dedican a la actuación.

También cineasta, Victoria encontró en su familia temas aptos para profundizar cámara en mano. Así nació “Hijas de la comedia”, un documental que estrenará este año y en el que cuenta, siempre con mirada de género, esa rica herencia de mujeres actrices y los costos que pagaron por ello.

Además, está cerca de retomar el rodaje de “Amor y cine”, una película en la que se mete con su padre y con el enorme caudal de producciones cinematográficas que dejó, más de cien. “Soy una militante en el campo audiovisual, trato de conseguir espacios de decisión, de creación y de producción para las mujeres y disidencias. Luchamos por eso”, cuenta a LA CAPITAL.

Tras varios años de ausencia de las temporadas marplatenses, en 2022 se dio el gustazo. Es una de las actrices de la comedia “Radojka” junto a Patricia Palmer en el Teatro Provincial. Sube a escena todos los lunes y martes de febrero y los demás días combina teatro y mar, encuentro con colegas y entrenamiento en la costa.

“Creo que no hay ninguna capital en el mundo que tenga una oferta teatral tan intensa como la de esta ciudad, es extraordinario”, indica la intérprete. Y elige ver el “vaso medio lleno” de cara a una coyuntura a veces más complicada.

“Hago teatro, salgo a comer, voy a entrenar a las 7,30 de la mañana a la playa o al Primavesi y estoy disfrutando mucho, quizá el efecto de la pandemia, esta limitación hizo que valore cada minuto de aire libre y de encuentro, además este año recuperé la mística de encontrarme con otros compañeros de elencos y confraternizar y eso se da acá, en Buenos Aires no se da, es hermoso”.

-¿Podés combinar descanso con teatro en Mar del Plata?

-Hay algo de estar afuera de tu casa, en un lugar que te recibe en su casa, porque esta ciudad es la casa de todos los artistas y te cruzás, no solo con los colegas de Buenos Aires, empezás a conectarte con los artistas locales, hay una continuidad muy buena. Se pone lindo y está bárbaro. Aunque el mundo está difícil, pero es un regreso, yo trato de mirar el vaso lleno y el vaso lleno es que hay muchos espectáculos en cartel, no hay miedo. El teatro sigue vivo, más vivo que nunca.

-¿Qué desafío actoral supuso la comedia “Radojka”?

-Me atrajo de una manera particular, primero la disfruté como espectadora, en el momento en que asistí el teatro no tenía idea de que me iban a convocar en algún momento. Es una comedia escrita con un texto muy interesante y una estructura diseñada que permite un duelo entre actrices, un esgrima verbal entre actrices para desplegar un gran lucimiento. Y además está el desafío de componer a una adulta mayor que es una mujer muy vulnerable y que ahí irradia comicidad, porque cuanto más perdedora es este personaje más gana en comprarse al público.

-Tu personaje y el de Patricia están desesperadas, piensan que pueden perder su trabajo.

-Son dos cuidadoras de una adulta mayor y por algo que ocurre ambas pueden perder el trabajo. Y toman conciencia de que por la edad que tienen no van a conseguir otro. Me interesaba la temática, el planteo, los límites éticos y morales y cómo los podemos llegar a correr cuando nos vemos en una situación sin salida. Están en una situación de extremo agobio y sin salida. Sin escapatoria, el ser humano empieza a cuestionarse su propio límite, sus límites éticos y morales y empieza a reaccionar de manera inesperada. Esto es lo que les pasa a las mujeres. Por momentos la comedia se vuelve bizarra.