LA PLATA (C) – Las residencias son un paso clave en la formación de los médicos. Aunque no son obligatorias, históricamente, son consideradas como la mejor forma de capacitarse antes de obtener el certificado de una especialidad. Sin embargo, por varios motivos, su reputación cayó como mampostería de obra pública y ahora los médicos recién recibidos salen directamente a atender en guardias, consultorios o a realizar prácticas u optan por tomar otros caminos para obtener la experiencia y la especialidad.
Es por eso que la gobernadora María Eugenia Vidal, a través del Ministerio de Salud, creó el Programa “Quiero ser residente”, una propuesta que busca iniciar un camino para “jerarquizar y fortalecer el sistema de residencias para profesionales de salud”.
Las primeras líneas de acción serán estudios para caracterizar los médicos que realizan su formación como especialistas en el marco del Sistema de Residencias para Profesionales de la Salud en la Provincia de Buenos Aires, explorar sus motivaciones, expectativas y proyecciones laborales futuras y su percepción sobre el ambiente educativo en sus lugares de “formación/trabajo”. “Se hace necesario consolidar información y proyectar el perfil de los especialistas que va a requerir el sistema de salud provincial en los próximos 10 años”, argumentaron oficialmente.
El programa, establecido por la Resolución 690 firmada por la ministra de Salud Zulma Ortiz, incluye también la creación de una Comisión Provincial Asesora de Residencias integrada por “actores representativos del campo de la formación y el trabajo en salud, que incluya la representación de los residentes en formación”.
También se plantea integrar a la Provincia el Examen Unico para el Ingreso a Residencias Médicas, así como también al proceso de acreditación a todas las sedes de residencias provinciales en el marco del Sistema Nacional de Acreditación de Residencias del Equipo de Salud.
Se compromete además a “mejorar las condiciones habitacionales de los residentes en las distintas sedes” y a “generar condiciones para contener y facilitar la continuidad del proceso formativo a aquellas residentes que cursan un embarazo y se encuentran en período de lactancia”.
También habrá un esquema de incentivos para la inserción de residentes en áreas alejadas o de baja cobertura.

Pocos especialistas

En Argentina egresan cada año entre 4.600 y 5.500 médicos jóvenes de facultades públicas y privadas. Ese título de grado es habilitante para el ejercicio profesional (incluso para operar y recetar drogas sin supervisión). Pero la mayoría de los graduados no se anima a hacerlo sin antes haber pasado por un proceso de acompañamiento con médicos con experiencia.
De acuerdo con los datos provenientes del Registro de Profesionales del Ministerio de Salud de la Nación, de 2.440 médicos que certificaron su especialidad entre 2009 y 2013, el 60% lo hicieron acreditando haber realizado una residencia.
La residencia consiste en un sistema de formación con dedicación exclusiva para graduados recientes. Se accede a una plaza mediante un concurso público, estableciéndose un contrato de trabajo (aunque no es considerado como tal) y formación entre la institución y el profesional. Puede durar entre 2 y 5 años según la especialidad.
Para el Estado provincial, el sistema de residencias implica “una oportunidad en términos de planificación de recursos humanos”, porque puede orientar la formación de postgrado por medio de la oferta de plazas de residencia según la necesidad de especialistas.

Conflicto de intereses

“Sin embargo, no todos los jóvenes médicos ingresan al sistema de residencias, desde el año 2009 hasta el 2015, la cobertura de los cargos ofrecidos en la Provincia ha disminuido, en razón que las residencias se han tornado una opción menos atractiva para los graduados recientes, debido a que las experiencias de aprendizaje que se configuran entran en conflicto con sus motivaciones y expectativas de formación y ejercicio profesional”.
El sistema de residencias es una formación intensiva, que implica muchas horas dentro de los hospitales o centros de salud, con guardias periódicas y muchas veces con poco descanso. En muchos casos, los residentes son el sostén del sistema en los hospitales públicos y se los termina utilizando para ese fin en detrimento de su formación. Por eso, muchos eligen pagar una formación de posgrado en hospitales privados donde les dejan un día para trabajar.
El Estado bonaerense cuenta con 4.384 residentes activos, entre los cuales 3.650 son médicos, cuyas plazas están distribuidas entre Centros de Atención Primaria de la Salud (CAPS), Hospitales provinciales, Hospitales municipales, el Instituto de Hemoterapia, la Dirección de Epidemiología, las Regiones Sanitarias y el Programa de Residencias Integradas Multidisciplinarias (PRIM), según datos oficiales.
“Es importante reconocer las motivaciones que subyacen a la falta de cobertura, al tiempo que se consolida una línea de base para la planificación de la formación de especialistas y se proyecta un escenario de formación para la próxima década”, dijeron desde la cartera. Para mejorar el sistema de residencias, desde el Gobierno reconocieron la necesidad de revisar los “nuevos desafíos relacionados con el sistema de salud, la cultura hospitalaria, los debates sobre las horas de trabajo, los aspectos de género y demás retos que determinan el pasaje de los jóvenes graduados por los programas de formación”.