Policiales

Video: así fue la pelea que terminó con un turista apuñalado en la costa

Un video registró el momento en que Leandro Figueroa y un grupo de amigos se enfrentaron con los detenidos Alejandro López Zarazuela, Juan Pablo Flores y Jonatan Holt. Para los imputados de "lesiones graves" se trató de una pelea en la que ellos se habrían defendido de una agresión.

Las imágenes de unas cámaras de seguridad podrían aportarle un nuevo enfoque a la causa que investiga las lesiones que sufrió Leandro Figueroa, el turista que fue apuñalado a la salida de un boliche en La Perla, ya que muestran cómo los dos grupos se enfrentan en la vía pública a la vista de los policías de un patrullero.

La versión de la víctima siempre se orientó a un intentó de robo, pero la secuencia parecen mostrar un desenlace desconectado, al menos en lo inmediato, de algún tipo de delito previo. Los detenidos juran que los agredidos fueron ellos y que se defendieron al sentirse en peligro.

Toda la acción sucede en menos de dos minutos. Las imágenes de una cámara de seguridad registraron como el 9 de enero a las 6.32 de la mañana, dos grupos de jóvenes se enfrentaron en la Costa, en la vereda de una estación de servicios. En un grupo se encontraba Figueroa y sus amigos y en el otro Alejandro López Zarzuela, Juan Pablo Flores y Jonatan Holt.



En principio, las imágenes (que tienen la indefinición propia de las cámaras de seguridad) parecen mostrar que el grupo de Zarzuela intenta retirarse, pero son alcanzados por otros jóvenes, con quienes quedan frente a frente. Entonces comienza la pelea, los golpes, las corridas y los segundos de caos.

En el video también se ve que un patrullero estuvo presente en toda la secuencia pero que sus policías, superados evidentemente en número, permanecieron en el móvil hasta que la gresca terminó. Entonces quien va como acompañante en el auto policial desciende y se lo ve detener a un joven, Holt, a quien tira violentamente contra el piso.

Estas imágenes, la forma en que se ve la secuencia, son algunos de los argumentos que esgrime la defensa de Zarazuela, Holt y Flores para asegurar que la imputación de “lesiones graves” es, cuanto menos, exagerada.

Un testimonio desde la cárcel

Alejandro “El Gordo Ale” López Zarazuela se encuentra detenido en la Unidad Penal 44 de Batán desde el 12 de enero, cuando se entregó en la comisaría primera por ser el hombre que había apuñalado al turista Leandro Figueroa en La Perla, a la salida del boliche Tolk.

López Zarazuela, representado por la abogada Paula Ferreira, se había negado a declarar ante la fiscal Andrea Gómez, pero tras pasar casi 10 días encerrado en la Unidad Penal 44 de Batán privado de su libertad, se contactó con LA CAPITAL para dar su versión de lo que sucedió: “Ellos nos atacaron a nosotros y ahora estoy preso por defenderme“.

Esa madrugada del domingo 9 de enero, López Zarzuela cuenta que había salido a celebrar el alta del seguro médico, porque se había roto los ligamentos de la rodilla. Según explica, en el boliche Tolk habrían sido ellos los hostigados por Figueroa y su grupo de amigos.

“Ellos nos atacaron. Yo soy una persona trabajadora, padre de familia y ahora estoy preso por defenderme. ¿Qué es lo que tenía que hacer? ¿Dejarme matar?”, dice el hombre que reconoce haber apuñalado a Figueroa, pero que asegura que la navaja no era suya, sino que se la habría “sacado” a un joven durante la pelea.

“Nos emboscaron. Uno ya tenía la navaja y en el tumulto se la saco. Cuando se me tiran encima giro y lastimo a este chico sin querer, no es que sigo lastimándolo, sino que me alejo, mientras me intentaban pegar”, explicó López Zarazuela y agregó: “Yo lo que hago es acercarme para el lado del móvil policial, buscando protección y les digo que tengan cuidado”.

“Esto te quita las ganas de seguir, yo no salí a matar a nadie ni llevaba una navaja ni todo lo que se dijo. Yo trabajo en el pescado y trabajo de 80 a 100 horas por semana para poder pagar las cuentas. Ahora tengo mi familia desamparada y acá adentro estoy amenazado, porque soy familiar de las fuerzas y más de uno le gustaría cobrarse justicia conmigo. Es cuestión de tiempo para que me maten”, dijo el detenido y agregó: “La Justicia no apura las investigaciones, total al chivo expiatorio ya lo tienen detrás de rejas“.

En la cárcel, privado de su libertad, López Zarazuela asegura que él se defendió de “al menos 10 personas” que intentaron golpearlo. “Yo me presenté por mis propios medios y sé que hice mal en defender mi integridad, pero uno tiene miedo de estas situaciones”.

Por lo pronto, la investigación se centra en las consecuencias de la pelea (un joven gravemente lesionado) y en quienes causaron o motivaron la agresión.

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