“Viene el presi a Mar del Plata”, tiró en medio del asado –uno de los tantos del fin de semana largo con variada concurrencia y periodistas con oídos atentos– el secretario privado de ministro del Gabinete nacional, dando uno de los títulos para esta columna. Con un movimiento turístico “moderado”, pero sorprendentemente con reuniones sociales que se multiplicaron en restaurantes, quinchos y otros eventos, el fin de semana largo fue rico en información a partir de la confluencia en la ciudad de consultores políticos, operadores, periodistas, hombres de negocios y funcionarios distendidos, en un alto en la rosca electoral que viene mucho más tranquila que otros años, pese a que faltan pocas semanas para la presentación de alianzas y frentes ante la Junta Electoral. El Mundial de Clubes, la prisión domiciliaria de la expresidenta, los dólares en el colchón, el recital de Lali Espósito, el avistaje de las ballenas, las encuestas, el furor por el chocolate Dubai, el histórico triunfo de Los Pumas, la demencial y trágica caravana de motociclistas, el avance de las obras en Bendu y en el DAD, la inseguridad y la baja en la tasa de la natalidad fueron algunos de los temas que desfilaron en las sobremesas del frío fin de semana en el que hizo su presentación el invierno, estación que, aunque parezca mentira, tiene sus propios amantes. Y no son pocos.

El presidente Javier Milei vendrá a Mar del Plata. El mes que viene, o a más tardar en agosto, Milei dará una charla en un teatro de la ciudad. Todavía no se confirmó el día exacto ni el lugar, pero en las próximas semanas van a anunciar todo con más precisión. La actividad forma parte de una serie de “clases públicas” que Milei está organizando en distintos puntos del país, lejos del circuito porteño y sus grandes estadios. La idea es hacer algo más íntimo y directo, donde el líder libertario pueda charlar cara a cara con la gente, contar sus ideas, responder preguntas y debatir con Alejandro Fantino, que lo va a acompañar como entrevistador. Tal lo señalado en la noche del sábado por el secretario de activo ministro del Gabinete nacional, cuya hermana se casó el fin de semana en Mar del Plata. Una fiesta que se prolongó hasta la madrugada y que “levantó” a partir de la decisión del DJ de lanzar batería de éxitos de los 80.

Fantino va a ayudar a darle un formato más ameno y cercano a la charla, que no será un discurso político clásico ni un acto masivo. “Esto busca acercar a Milei a públicos que tal vez no lo vieron en sus presentaciones habituales o que prefieren un formato más conversacional. También se apunta a reforzar la base de seguidores en el interior, un terreno que Milei quiere consolidar para las elecciones que se vienen”, indicó el visitante mientras sonaba “Fanfare for the Common Man”, un himno de Emerson, Lake & Palmer y algunos parecían transportados a la pista de Light Power o María López. En un principio, para esta serie de eventos, se había pensado en escenarios más grandes y tradicionales de Buenos Aires, como el Luna Park o el Movistar Arena. Pero finalmente se decidió apostar por ciudades del interior para salir un poco del ruido de la Capital y llegar a la gente “de a pie”, con espacios más acotados y encuentros más personales. “Esta clase pública permitirá que el público pueda escuchar sus ideas sin intermediarios, hacer preguntas y entender mejor qué propone para el país”, se insistió.

En otra mesa, recién llegado de CABA, el empresario local amigo del productor teatral Carlos Rottemberg traía información fresca y algunos adelantos para la cartelera de la próxima temporada. Dijo, por ejemplo, que Luis Brandoni y Soledad Silveyra estarán en Mar del Plata con la obra “Quién es quién”, que se estrenó en el Liceo de CABA este año. Además, a cuarenta años del estreno mundial de “Made in Lanús”, hecho registrado en Mar del Plata en el verano de 1986, se recreará esta reconocida obra que sin duda será uno de los atractivos principales de la próxima cartelera. Además, llegará “La cena de los tontos”, la comedia protagonizada por Martín Bossi, Mike Amigorena y Laurita Fernández. “Carlos está de reunión en reunión y seguramente en los próximos días cerrará nuevas obras para el verano marplatense”, señaló finalmente el empresario, a quien más tarde también se vio bailando frenéticamente con su esposa.

Lo cierto fue que pasó un nuevo fin de semana largo y si bien vino a la ciudad más gente que el anterior, lejos estuvo de moverse claramente el amperímetro para el sector turístico. De hecho, hubo una caída en las ventas con respecto a la misma fecha del año anterior, según advirtió la Unión del Comercio, la Industria y la Producción (UCIP). En un país donde los números duelen más que los feriados que se van, el turismo interno sigue dando señales de vida, aunque cada vez más contenida. Los dos fines de semana largos de junio –el de Güemes y el del Día de la Bandera– movilizaron a 2,1 millones de turistas por todo el país. El dato, aunque en sí mismo muestra movimiento, esconde una tendencia: cada vez se viaja menos y se gasta menos. Y no por elección.

La Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), en su clásico termómetro turístico federal, informó que el gasto total fue de 412.372 millones de pesos. En un país que se mide en inflación semanal, el número suena grande, pero ajustado por precios reales es un 27,9 % menos que en los mismos fines de semana del año pasado. Menor cantidad de viajeros, menor duración de las estadías (promedio de 2,2 noches frente a las 2,9 de 2024) y bolsillos mucho más flacos. La decisión del Gobierno de no unificar los feriados en un solo súper finde –como pedían los operadores turísticos– dejó dos tandas de tres días: del 15 al 17 y del 21 al 23. Se logró repartir mejor el flujo, sí, pero a costa de menor volumen total. Apenas 721 mil personas viajaron por el feriado de Güemes, mientras que el Día de la Bandera atrajo a 1,4 millones. Todo un dato para quienes siguen midiendo el pulso de la reactivación por rutas y estaciones. La charla, interesante por cierto entre operador turístico y legislador provincial en café del Paseo Aldrey, arrojó más “info” sobre el estudio realizado por la CAME.

El turismo de cercanía, se consignó, fue la tabla de salvación: escapadas cortas, tanque lleno hasta la mitad, viandas en la mochila y consumo medido en destino. En lo que va de 2025, ya se celebraron cinco fines de semana largos. Viajaron 8,8 millones de turistas y se movieron más de dos billones de pesos (unos 1.821 millones de dólares). Aunque en caída interanual, el turismo sigue funcionando como una rueda que gira gracias al empuje de las pymes locales. Cada escapada representa ingresos para comercios, hosterías, restaurantes, guías, transportistas y productores regionales. La política mira estos datos con atención. No solo por su impacto económico, sino también por lo que revelan del ánimo social: la gente necesita respirar, aunque sea con menos días y menos plata. No hay que subestimar ese impulso, ni creer que los números bastan para sostener un sector. El turismo interno, sin incentivos ni planes de promoción, se banca solo… pero empieza a mostrar señales de fatiga. La hija del legislador, con su amiga, reclamaban que el padre se apurara para llevarlas hasta el Polideportivo, al recital de Lali Espósito. “Faltan dos horas todavía”, intentó calmarlas, pero no le quedó más remedio que satisfacer la demanda de las fans de la cantante que, pese a estar engripada, ofreció un espectáculo de alto nivel.

Pidió la cuenta, se levantó y pagó. Pero antes de la retirada alcanzó a escucharse que, mientras tanto, otros destinos miran a la Argentina con ojos de oportunidad. Brasil, por ejemplo, recibió 2,2 millones de turistas argentinos en los primeros cinco meses del año. Un aumento del 96,8 % respecto a 2024. El tipo de cambio, los paquetes promocionales y el famoso “todo incluido” seducen a un viajero que aquí se cuida hasta de pedir postre. En Casa Rosada toman nota, pero no demasiado. El Gobierno, que pregona la libertad para ir “a donde quieras y como puedas”, parece haber delegado el impulso turístico al libre albedrío del mercado y la buena voluntad de las provincias. Sin PreViaje, sin promoción y con tarifas liberadas, el modelo de escapada ahora es con vianda y mate. Y si hay que elegir entre llenar el tanque o la heladera, la ruta se pierde por abandono, se expresó, palabras más, palabras menos.

Provoleta, entraña, ensalada de rúcula y parmesano y agua mineral sin gas se veía en la mesa que ocupaban el “capo” de marca líder de cervezas –marplatense él– y periodista en restaurante de la zona de Alem, donde la charla giraba en torno a lo sucedido la semana pasada cuando una caravana de motociclistas –la mayoría de ellos sin siquiera contar con registro– se convirtió en una tragedia. La noticia tuvo repercusión nacional. Las imágenes del impactante choque de un automovilista contra una caravana de motos en una avenida de Mar del Plata, que le costó la vida a una persona de 18 años, se viralizaron en redes sociales y fueron difundidas por todos los medios del país. Y también hubo polémica. “Todos los que salieron organizados con las motos sabían lo que hacían, salieron a eso”, aseguró el intendente Guillermo Montenegro en un duro mensaje publicado en redes sociales. El siniestro, que tuvo lugar en la intersección de la avenida Fortunato de la Plaza y Talcahuano, involucró al conductor de un Chevrolet Corsa Classic blanco y una caravana que llegó a contar con alrededor de cien motos. “La única víctima en todo esto es el remisero de 23 años. Para él sí fue una tragedia. No solo le rompieron su herramienta de laburo, sino que también le pegaron, lo apuntaron y le robaron. Ya hablé con él y me puse a disposición para todo lo que necesite. Cuenta con el apoyo ciudadano”, sostuvo Montenegro.

El intendente también criticó a los motociclistas que sufrieron heridas graves y los responsabilizó por lo ocurrido. “El ‘joven de 18 años que perdió la vida en el accidente’ formaba parte de un grupo de delincuentes. Hay siete heridos y mi deseo es que paguen sin importar cómo hayan quedado físicamente. Esa es mi verdad. Tienen que estar presos”, sostuvo Montenegro, quien además apuntó contra lo que denominó la “romantización de la delincuencia” en torno a las caravanas de motos. El intendente remarcó que “la ‘caravana de motos’ no es otra cosa que una organización de choreo”. Y agregó: “Por eso repito, esta no es una discusión de tránsito”. “En los últimos seis meses, secuestramos 2.500 motos en operativos de la Patrulla Municipal. Cuento los resultados de los operativos todos los fines de semana. Siempre nos movemos a diferentes lugares de la ciudad”, añadió.

A la hora del café, sumándose a la mesa desarrollador inmobiliario y amigo rosarino impactado por haber visto por primera vez en su vida a las ballenas desde la costa, esa misma mañana en la zona del Paseo Jesús de Galíndez, el ejecutivo marplatense quiso saber sobre los nuevos emprendimientos que le cambiarán la cara al puerto local. Había leído el día anterior un artículo en medio capitalino sobre Bendu, el desarrollo comercial que renovará el Puerto de Mar del Plata desde la conocida Manzana de los Circos y se convirtió por un rato en periodista, tirando preguntas a diestra y siniestra. Supo así que las obras avanzan a ritmo acelerado en lo que será un nuevo polo de atracción cultural, gastronómica y recreativa que ocupará 35.000 m² y abrirá sus puertas a fines de 2025. También para el público infantil habrá una plaza de 3.000 m² equipada con juegos y actividades gratuitas al tiempo que la verdadera joya del espacio será un tobogán de 12 metros de altura que aspira a convertirse en un nuevo ícono del paisaje marplatense. Además, se le detalló, Bendu incorporará espacios de coworking, corredores verdes y un diseño urbano en sintonía con el proyecto de revitalización del puerto, que incluye amplias aceras para favorecer la circulación peatonal y accesos por las calles Solís, Gaboto y Elcano.

“A partir de que se anunciara oficialmente, Bendu ha recibido un gran volumen de consultas de operadores locales y nacionales. Y ya “podemos confirmar que el segundo supermercado Coto de Mar del Plata será parte fundamental del proyecto, con una apertura prevista para el 8 de diciembre”, aseveró Juan Pablo Reverter, titular de la firma H. Ledesma, responsable del desarrollo y la comercialización. En gastronomía, dijo, están avanzando con marcas como Mostaza, Kentucky, SAO, Tostado, Guolis y Royal Berry, muchas de las cuales llegarán con propuestas renovadas para este nuevo espacio que tendrá una oferta comercial de cerca de un centenar de locales. “Arcor, por ejemplo, planea un local único y exclusivo en la ciudad, y Lucciano’s sumará su nueva línea de chocolates y alfajores, marcando su primera incursión en este formato en Mar del Plata”, añadió. En esa línea, importantes marcas nacionales e internacionales del mundo de la moda manifestaron también su interés en sumarse al proyecto al igual que reconocidas firmas de otros sectores, como la librería Yenny, la marca de descanso Simmons, Uzume, el bazar Zoom y la juguetería Giro Didáctico. La novedad, explicó Reverter, es que “estamos avanzando con un acuerdo con una cadena especializada en artículos para el hogar y la construcción, que podría instalar un espacio de 5.000 m2, complementando la propuesta del supermercado Coto”.

Cerca del restaurante donde ya los mozos rogaban interiormente que el cónclave llegara a su fin –tras la segunda vuelta de café–, y a tan solo unos metros de Bendu, avanza desde hace más de dos años otro ambicioso desarrollo inmobiliario como lo es el Distrito de Arte y Diseño (DAD). Con 145.000 m2 totales y una inversión que supera los 100 millones de dólares, el proyecto revitalizará dos manzanas –de un total de 15.000 m²– ubicadas sobre la avenida Juan B. Justo, frente al Golf de Playa Grande. Contempla un basamento comercial y seis edificios de usos mixtos, con vivienda, oficinas y hotelería. El primero en lanzarse fue Malecón DAD, un edificio de viviendas premium en 18 pisos, que ofrece amenities en el segundo y último piso: espacios de coworking y reunión, spa, espacios para practicar yoga y meditación, sala de masajes, gimnasio, piscina in-out, SUM, dos subsuelos con cocheras y acceso al jardín interno de 6.500 m2 con una pileta de borde infinito. Las unidades se comercializan desde los 150.000 dólares y tiene fecha de entrega en 2028, como ya lo informara este medio.

“El valor de las unidades es hasta un 30 % inferior al de zonas ya consolidadas, como Playa Grande o Varese. Al tratarse de un área con alto potencial de revalorización, los precios aún no reflejan el desarrollo futuro”, destacaba ese mismo sábado Florencia Miconi, CEO de Imasa, empresa constructora que tiene a su cargo la construcción de ambos proyectos en entrevista radial. Además, se anunció la realización de una fiesta de gala por el 90º aniversario del Centro de Constructores de Mar del Plata, el próximo sábado 12 de julio en los salones del Gran Hotel Provincial de Mar del Plata. En cuanto al puerto, ya empieza a cambiar de piel. Y no es solo con discursos o renders: ya hay máquinas trabajando, planos concretos y –sobre todo– nombres propios que marcan un antes y un después. Porque lo que hasta hace poco era zona de galpones y poca vida urbana empieza a perfilarse como un nuevo distrito de diseño, cultura y consumo, con marcas nacionales y globales, poniéndose en primera fila. Lo cierto es que la inversión privada avanza y Mar del Plata se asoma a una chance que pocas veces se da: reconvertir un puerto en decadencia en un nuevo corazón urbano. Ya no es solo un dibujo bonito. Si las marcas grandes siguen apostando, si los inversores no le sueltan la mano y si el Estado acompaña, lo que se viene en el puerto puede ser histórico. Bendu y el DAD pueden marcar el rumbo de un cambio trascendental.