Un nuevo y grave hecho de violencia en pleno centro de Mar del Plata. Un hombre golpeado y apuñalado. Todos los días hay peleas y en muchos casos quedan víctimas heridas. Un conflicto que supera ya la mala imagen turística.
El microcentro marplatense, otrora símbolo de encuentro y paseo familiar, se ha convertido en un foco de violencia que preocupa a vecinos, comerciantes y turistas. Incidentes que van desde peleas callejeras y arrebatos hasta robos y agresiones con armas blancas, han generado un clima de inseguridad y desconfianza en la Peatonal San Martín.
Esta mañana volvió a suceder. Un hombre que acostumbra a merodear el centro fue hallado inconsciente en Rivadavia y Santa Fe, víctima de un brutal ataque que le provocó un fuerte golpe en la cabeza y múltiples heridas cortantes. Este hecho se suma a una serie de incidentes que han marcado la pauta de la violencia en la zona. Días atrás, una disputa por dinero en plena Peatonal San Martín culminó con un hombre apuñalado por la espalda. Testigos describieron la escena como un acto de violencia desencadenado por una deuda y agravado por el consumo de sustancias. En diciembre, un delincuente irrumpió en un edificio de Córdoba al 1700, asaltando y apuñalando al encargado tras romper una ventana con una baldosa. El agresor huyó con un botín de objetos personales.
En agosto de 2024, vecinos y comerciantes alzaron la voz para denunciar la creciente presencia de personas en situación de calle, peleas, arrebatos y robos piraña, exigiendo medidas urgentes para recuperar la seguridad del espacio público.
En febrero de 2023, el homicidio de Lucio Garay (17) puso en evidencia la problemática del merodeo de jóvenes y menores en la Peatonal San Martín, un caldo de cultivo para la violencia y el delito. En marzo de 2023, una pelea entre individuos que frecuentan el centro de la ciudad dejó como saldo un hombre de 40 años con múltiples lesiones cortantes.
En las últimas horas el intendente Guillermo Montenegro publicó, como ya es su costumbre, en la red X (Twitter) un video en el que se ve una violenta pelea y felicita que se haya solucionado con las dos aprehensiones de los involucrados.
“Mientras estos dos trapitos se pelean a sillazos y cuchillazos, a mí lo único que me importa es la gente que pasa alrededor y los locales. Si es por mí, que se maten entre ellos. Mi problema es que ponen en riesgo a los que pasan: una señora, tres chicas jóvenes, un padre con su hijo, otra chica sola”, planteó el jefe comunal tras publicar el video en sus redes oficiales.
El intendente aclaró que, gracias al trabajo de un agente que “detectó la situación a través de las cámaras del Centro de Operaciones y Monitoreo”, se lograron controlar los disturbios.
“Tu laburo fue enorme. Y gracias a las dos mujeres policías que pusieron el cuerpo acá para devolver la paz a la calle. Heroínas”, ponderó.
Mientras estos dos trapitos se pelean a sillazos y cuchillazos, a mí lo único que me importa es la gente que pasa alrededor y los locales. Si es por mí, que se maten entre ellos. Mi problema es que ponen en riesgo a los que pasan: una señora, tres chicas jóvenes, un padre con su… pic.twitter.com/oVyjrvjwY9
— Guillermo Montenegro (@gmontenegro_ok) March 2, 2025
La violencia en el microcentro marplatense no es un fenómeno aislado, sino el resultado de una compleja interacción de factores. La presencia de personas en situación de calle, muchas veces con problemas de salud mental y adicciones, las convierte en víctimas y perpetradores de la violencia. El consumo de sustancias exacerba la agresividad y altera el juicio, contribuyendo a la escalada de la violencia. La cuestión social de fondo -cuyo deterioro actual, origen, causas y responsabilidades debería ser una política de Estado- genera un caldo de cultivo para la marginalidad y la delincuencia. A pesar de la presencia policial, la percepción de inseguridad persiste, lo que sugiere la necesidad de estrategias más efectivas.
Habrá miles de marplatenses que hayan escuchado la frase de otro marplatense “a la Peatonal no voy ni loco”. El centro neurálgico, comercial, sentimental y de entretenimiento de toda una comunidad ha sido tomado por expresiones violentas que aceleran un espiral de desesperanza en comerciantes y vecinos.
Mar del Plata es una ciudad que históricamente ha abierto sus puertas a adultos mayores que desean vivir sus últimos años en el lugar que los hizo felices décadas atrás. Y la gran mayoría se instala en el microcentro, donde tienen que padecer este tipo de comportamientos. Ya no se trata solo de la imagen como ciudad turística que pueda verse afectada, sino la convivencia con los propios vecinos, incluso aquellos que la elijen para vivir.