“Es un trabajo que me llevó mucho estudio, tuvimos que analizar mucho y es lo que nos mantiene vivos, hoy más que nunca el teatro es nuestra trinchera”, dijo la directora de teatro Viviana Ruiz sobre el estreno que se producirá este sábado, en el escenario de El Séptimo Fuego (Bolívar 3675), a partir de las 21.

Se trata de la obra “El público”, la última pieza que escribió Federico García Lorca, antes de ser asesinado por el franquismo. “Es una obra que rompe con el teatro burgués, no tiene nada que ver con el universo de Lorca, es surrealista, rompe con lo anterior, se lo llama el teatro imposble de Lorca, eso fue lo que más me atrajo”, indicó a LA CAPITAL.

Además, agregó que se trata de una historia ambigua, en la que no se dilucida “qué partes son una alucinación y cuáles una realidad dramática, estudia los deseos homosexuales reprimidos y defiende el derecho a la libertad erótica“.

La pieza, que se verá además de este sábado, el 30 de marzo y el 6 de abril y luego cada quince días, está actuada por Héctor Martiarena, Gabriel Casali, Nacho Garrido, Cristina Strifezza, Luciana dal Dosso y Santiago Ale.

El trabajo sobre las máscaras son de Rafael Vasser, el diseño y realización de figuras de Poiesis Tíiteres, el asesoramiento en sombras de Luisina Placenti, el asesoramiento en movimiento de Elizabeth Delfabro y la asistencia de dirección de Luciana dal Dosso. Además, el diseño de iluminacion y asistencia técnica son de Marcos Moyano.

“Hace un año que estamos trabajando”, anunció la directora y entendió que aborda un tema de estricta actualidad. “Uno siempre entrelaza el trabajo creativo y dentro del actual contexto social y político que vivimos sentimos que Lorca está cada vez más” cerca.

En esta historia, “pone en evidencia todo su trauma con la sexualidad y con su sentido político, hoy más que nunca está presente”. En el espectáculo, que incluye la utilización de máscaras, el dilema es “arrancar las máscaras, hacerlas pedazos y romper el teatro o vivir en el teatro”.

A través de una gran variedad de voces, Lorca pone sobre la escena el amor universal, el que debe ser vivido en libertad: el homosexual o el heterosexual, con personajes con máscara o sin ella, con nombre propio o sin él.