Llantos y aplausos marcaron el regreso a la ciudad de los cuatros marplatenses que unieron nadando las islas Malvinas, a través del estrecho San Carlos. El jueves 17 lograron cumplir su objetivo deportivo, bajo la consigna de “identificar a los combatientes ‘sólo conocidos por Dios’, que es un tema humanitario”, señalaron.
Los marplatenses Adrián Echavarría, Diego Picardo, Martín Sánchez y Guido Ganim fueron recibidos, ayer al mediodía en el monumento a los caídos en Malvinas, por familiares y amigos luego de haber logrado cumplir la hazaña que se habían propuesto.
El pasado 12 habían emprendido el viaje a las Malvinas para unir las islas a nado a través del canal de San Carlos, objetivo para el que entrenaron durante un año bajo las órdenes de Claudio Plit y Andrés Rosso.
Después de abrazarse con su familia, Guido reconoció que “esto nos marca un antes y un después en nuestra vidas. Estamos orgullosos del grupo que armamos y de haber cumplido el objetivo. La verdad es que estoy más cansado del viaje que de la nadada”, festejó ante LA CAPITAL mientras se multiplicaban los brazos que intentaban saludarlo.
Diego, que no se pudo sacar los anteojos porque “lloré todo el viaje”, aseguró que “lo que te pasa cuando pisas Malvinas es muy fuerte, pero es que es como dicen, Malvinas se siente”.
Por su parte Adrián -que llegó portando la camiseta de Peñarol- agradeció “a todos los que nos ayudaron. Cumplimos nuestro objetivo y estábamos en deuda con todos los que nos apoyaron. Pero cumplimos”.
Por su parte, Martín dijo sentir “alegría, emoción, es muy fuerte. Estoy muy contento porque logramos nuestro objetivo”.
Las lágrimas de emoción se dibujaron en los ojos de la mayoría que se hizo presente en la bienvenida, como en la mirada de un exultante Julio Aro -ex combatiente e integrante de la fundación “No Me Olvides”.
“Esto es espectacular. Cuando lo lograron, a la distancia, lloré como loco”, reconoció. Los abrazos, las lágrimas y los aplausos se multiplicaron al pie del monumento, mientras que cada segundo era registrado por la cámara de Bernardo Boucho -con su hija Isabel en brazos y seguido de cerca por Clara-, quien también fue parte de la expedición junto a su hermano Guillermo.
A los marplatenses, de entre 34 y 41 años, nada en particular los vinculaba con Malvinas, ya que no tienen ni familiares ni amigos relacionados con la guerra.
Pero sintieron un compromiso ineludible con el “Proyecto ADN”, que lleva adelante el ex combatiente Julio Aro, para identificar a los 123 soldados argentinos “sólo conocidos por Dios” que quedaron en el lejano sur.
Y ayer celebraron haber dado algunas brazadas en pos de ese objetivo.