Antes de llegar, por primera vez a Mar del Plata, para presentar su disco "Caravana", el rapero y campeón de freestyler, Valentín Oliva -WOS-, habló con LA CAPITAL.
por Claudia Roldós
El rapero y freestyler argentino Valentín Oliva, conocido artísticamente como WOS, se presentará este sábado, 19 de octubre, por primera vez en Mar del Plata.
Criado en una familia de artistas, comenzó a introducise en el mundo de las “batallas” de Freestyle -una de las manifestaciones artísticas de la cultura Hip Hop– cuando tenía 14 años y en poco tiempo, su nombre, su estilo, su arte comenzaron a trascender. Fue la revelación de El Quinto Escalón en 2016, en 2019 fue Campeón Argentino de la Batalla de los Gallos y Sub Campeón Mundial y en 2018 se consagró Campeón Mundial de Freeystyle en la Batalla de Gallos de Red Bull y Campeón de la primera liga profesional FMS.
En paralelo, el artista de 21 años, quién ha estudiado teatro, piano y batería, comenzó a desarrollar su proyecto musical solista. Hace pocas semanas se publicaron en las plataformas digitales los temas de su primer disco, “Caravana”, y en pocas horas batieron record de reproducciones.
Junto a su banda, integrada por Guillermo Salort en batería, Fran Azorai en teclados y Ca7riel en guitarras, WOS, presentará estas canciones, que tienen una base de rap, pero influencias de otros estilos, en GAP.
Antes de este encuentro con el público marplatense, el artista dio una nota a LA CAPITAL, en la que habló de la observación, la necesidad de plasmar en su arte “lo que me afecta, lo que está pasando”, la exploración de géneros, subgéneros y públicos distintos y la “deconstrucción” de la cultura del Hip Hop.
– Tus inicios en el Freestyle y el rap fueron en las ‘batallas’, que son dialécticas, de argumento, hay un ejercicio intelectual importante ¿Cómo es la preparación para esas batallas?
– Si, es como una lucha de conceptos, tiene mucho de teorías, de refutarlas, de darlas vuelta, de pregunta y respuesta. Mezcla otras disciplinas y es un ejercicio mental y físico también, mezcla algo de lo artístico y lo deportivo y competitivo que es interesante y amplio. Se arma un debate musical. Ahora no estoy haciendo muchas batallas, pero la preparación es participando, no hay mucha vuelta, es tirando freestyle seguido. Y los argumentos salen de lo que uno se va alimentando, de las experiencias que uno va teniendo en la vida. Prestar atención a lo que pasa alrededor te va dando argumentos. Yo no tengo una manera puntual de entrenar o generar argumento, creo que son los que voy teniendo como persona y eso es lo que voy largando en el rap.
– Desde los inicios en una plaza a la masividad del Freestyle y producir canciones y un disco. ¿Te sorprendió el fenómeno y como te posicionaste?
– Es algo que, en principio, me tomó por sorpresa pero ahora con la música toma mucho más sentido para mí, porque esa expansión que se generó, poder usarla para expresar lo que tengo ganas y darle a la gente algo más trabajado, más mascado, más propio, está buenísimo.
La exposición tiene de todo, sus cosas buenas y sus cosas malas pero la verdad que estoy bastante contento con lo que pasó en general con la movida en argentina y con varios de los pibes con los que venimos hace un montón de tiempo tirando freestyle y demás, que también están haciendo lo suyo, tocando por todos lados, mostrando lo que empezó en un lugar muy chico.
– Se ve la explosión, el fenómeno, pero no debe ser fácil lograr hacerse un nombre. ¿Cuánto trabajo, recursos detrás?
– Fue la explosión de una cultura. Algo de lo lindo que tiene el Hip Hop es que es autogestivo, de reunirnos, hacer las cosas entre nosotros, impulsarnos, a veces eso está más presente, a veces se pierde un poco en la individualidad, a veces uno toma su camino. Siempre hay diferencias y posibilidades distintas, por el contexto. No es lo mismo tener acceso a la cultura, a los eventos que haya, poder investigar, conocer, tener poder adquisitivo para alquilar un estudio que no tenerlo. Y no es lo mismo estar en una posición con cierto reconocimiento en las batallas, que arrancar de 0. Por eso es importante que haya igualdad de oportunidades, tratar que sea todo un poco más parejo y que por lo menos estén las bases para que la gente pueda vivir de una forma más tranquila desde la que pueda empezar a desarrollar sus proyectos personales, sean cuales sean, sin estar viviendo en constante duda, en constante riesgo, sin saber qué te va a pasar. La incertidumbre, muchas veces cierra puertas.
– En tus canciones, las letras los temas que abordás tienen la fuerza de la experiencia, de la realidad que ves, que atraviesa a tu gente, lo que te rodea. ¿Sos atento, observador?
– En mi caso si, tiene que ver con una mezcla de varias cosas, de vivencias, cosas que uno ve y luego las escupís en el estudio y terminan generando la identidad de cada uno. Siempre viví el rap de esa manera. Siempre fue algo de lo que me atrapó, escuchar a otros raperos que hacían lo mismo, que desde la lírica expresaban miles de cosas distintas y abordaban temáticas personales y de otros. Siempre me enganchó por ahí y ahora lo voy desarrollando.
– ¿Quienes son tus referentes?
– Va cambiando, porque voy ampliando el universo musical. Intento dejar que aparezcan influencias de todos lados y no solo del rap. En un principio en lo que fue le rap hispano, KCO, Canservero, Residente y después Eminem. Eso se va ampliando y escucho cosas más fusión, que mezclen el rap o el trap con otros estilos musicales.
– En tu música se nota la fusión, con el rock, por ejemplo…
– Si, hay un poco de todo, siempre con el rap encima, pero me abrí un poco a jugar con cosas distintas y hay un poco de todo.
– Tu tema Canguro tiene un componente social, llama la atención sobre la desigualdad y la falta de oportunidades. ¿Te interesa ser una voz que amplificadora de esa realidad?
– Creo que está bueno que mi música sea actual. Actual conmigo mismo. Lo que me afecta, intento plasmarlo. Me pasa eso viendo el contexto político y social, como está todo y lo digo en los temas, intento reflejarlo. Es como mi lugar, donde siento que quizás puedo aportar algo, decir algo y desde donde me sale, que es el arte.
Siento que tengo que aprovechar este espacio que tengo y también creo que es una necesidad propia de sacar algo que quizás me está molestando. Pero también tengo temas más exiastenciales.
– ¿Como Andrómeda por ejemplo?
– Claro. Tienen que ver en el sentido de poder descargar algo que está dando vueltas y creo que en este momento que están las cosas bastante difíciles es algo que está girando todo el tiempo y lo tengo presente.
– Con tu arte trascendiste el nicho de público, llegas a varias generaciones ¿Lo buscaste?
– Me gusta ampliar, pero son cosas que no las busco mucho, me van pasando. Incluso me sorprendo, nunca me imaginé que me iban a escuchar pibes tan chiquitos ni gente tan grande. Pero es un poco lo que termino generando, tanto en la música como en lo que digo. Me gusta explorar géneros y subgéneros y del mismo modo me gusta cuando mi música llega a lugares y gente bien distinta, con pensamientos variados y lo mismo tocar en distintos lugares. La variedad vuelve todo más rico, no tan cerrado ni aburrido.
– El ambiente del Hip Hop y rap ¿Se están abriendo a las chicas, también?
– Es abierto, pero al mismo tiempo, historicamente ha sido bastante machista. Con el contexto va avanzando y evolucionando un poco, abriéndose. Mismo los que estamos vamos aprendiendo y van apareciendo más pibas. Siempre hubo algunas pero la apertura se va dando de a poco y creo que cada vez va a ser mayor. Todavía falta, es cuestión de que vaya cambiando la cabeza de todos.
– Que se piense ¿Es un paso?
– Si, porque una de las bases del Hip Hop se supone que es la unión, el respeto y se supone que es incluir a quién quiera ser parte, entonces hay que ver si después desde los hechos lo hacemos o no. Yo reviso cosas mías y he usado las palabras ‘viejas’ u otras cosas que no me gustan para nada, lo reviso. Y hay muchas pibas que están en el Hip Hop hace tiempo, desde Actitud María Marta, Zara, creo que ellas y otras son las que van a abrir el juego para otras que se sientan identificadas.