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La Ciudad 13 de septiembre de 2017

Amenazas en escuelas: las hipótesis van desde las travesuras a la desestabilización social

La Justicia investiga 34 amenazas de bomba en colegios de Mar del Plata, 30 de ellas ocurridas entre agosto y septiembre. Números, datos y un mapa interactivo para visualizar la problemática que preocupa a autoridades municipales, educativas y judiciales.

La Fiscalía de Determinación de Autores investiga 34 amenazas de bomba en colegios de Mar del Plata, 30 de ellas ocurridas entre agosto y septiembre. Este repentino incremento de falsas amenazas en establecimientos educativos en un año electoral signado por la convulsión social, hace pensar a los investigadores que podrían tratarse de hechos que excedan “travesuras aisladas” de estudiantes para evitar un examen y que se traten de hechos que buscan “una situación de desestabilización social”.

La situación de las falsas amenazas de bomba en colegios llamó la atención de autoridades municipales, educativas y judiciales. Con cada amenaza de bomba, los protocolos de seguridad indican que hay que evacuar el establecimiento y, luego, deben actuar los miembros de la Brigada Antiexplosivos de los Bomberos, con apoyo de personal policial y de Defensa Civil.

Es decir, con cada amenaza se pierden entre una y dos horas de clases en la escuela afectada y cada operativo afecta a personal de Bomberos, de la Policía y de Defensa Civil. Además, cada amenaza requiere un informe completo enviado a la Fiscalía de Determinación de Autores para que sea investigado. Todo esto se traduce en recursos destinados a cada amenaza.

Mapa interactivo con las 24 escuelas en las que la Justicia investiga amenzas

Además del problema que genera una falsa amenaza por bomba, hechos caratulados como “intimidación públicacon una pena que va desde los 2 a los 6 años, el fiscal que investiga los hechos, Eduardo Amavet, remarca que “existen peligros a la hora de evacuar a todo un colegio, como las condiciones climáticas y el control de tantos alumnos en la vía pública”.

Para el fiscal Amavet, estas amenazas podrían exceder a “travesuras aisladas”. Esta hipótesis la fundamenta por el incremento de hechos: ya que en 2014 se registraron 7; en 2015 fueron 17; en 2016 se contabilizaron 20 y en lo que va del 2017 ya van 34. De esta manera, el fiscal considera que al tratarse de un año electoral podrían buscar “una situación de desestabilización social”.

El fiscal analiza el hilo conductor que podría motivar a estas amenazas, ya que si bien en varios casos coincidieron con exámenes que se registraban en el colegio afectado, en algunos no se vio esta coincidencia.

Entre los aspectos más importante que los investigadores tienen en cuenta, están los informes telefónicos, con los que se puede saber de dónde salió la llamada, de qué número y de quién es la titularidad de esa línea.

Como primeras conclusiones, de 30 causas investigada por la Fiscalía de Determinación de Autores entre el 1 de agosto y el 10 de septiembre, 24 escuelas fueron afectas, de las cuales 12 son públicas y 12 privadas.

En estas cusas, en la mitad de las veces la amenaza llegó al teléfono del colegio y en el resto la amenaza la recibió el 911 directamente. Hasta el momento, no se registraron amenazas provenientes desde teléfonos celulares.

La Escuela Secundaria N°1 (ex Piloto) es de las más afectadas.

La Escuela Secundaria N°1 (ex Piloto) es de las más afectadas.

Escuelas afectadas

El colegio que más amenazas recibió es el Divino Rostro, con cuatro. Luego la Escuela Técnica N°3, con tres amenazas, seguida por la Escuela Técnica N°1 y la Escuela Secundaria N°1 (ex Piloto), con dos.

Las escuelas que recibieron amenazas de bomba son: Nuestra Señora del Carmén, Divino Rostro, San Roque, Escuela Media N°6, Escuela Ténica N° 3, San Agustín, Santa Cecilia, Polivalente de Arte, Don Orione, Fray Mamerto Squiu, Secundaria N° 22, Escuela Secundaria N°1 (ex Piloto), Don Bosco, Escuela Municipal N°8, Instituto Argentino Modelo, Escuela Ténica N°1, Escuela Media N°2, Escuela Media N°7, Mar del Plata Day School, Escuela N°47, Colegio San Antonio, Inmaculada Concepción y Escuela Secundaria N°4.

Por lo que puede apreciarse en el mapa confeccionado por el equipo de LA CAPITAL, la mayor concentración de amenazas se da en el centro y microcentro, donde se encuentran 13 de los 24 establecimientos.

Llamadas identificadas

Uno de los casos que más sorprendió a los investigadores tuvo que ver con una amenaza de bomba en el colegio San Roque -Manuela Pedraza al 2000- en la que la llamada se registró en el Gran Buenos Aires, desde el teléfono fijo de una casa de la localidad de Glew. El titular de la línea ya estaría identificado, por lo que la Justicia podría avanzar en esta situación.

Otras de las llamadas identificadas tiene que ver con una de las cuatro amenazas que se registraron en el Colegio Divino Rostro -Almafuerte 1600-, en el que el intimidador utilizó un teléfono desde una celda en las cercanías de Alem y Paso.

La otra llamada que pudo ser identificada fue en una amenaza que recibió la Escuela Media N°6 -Luro al 9400-. En esta oportunidad, alguien utilizó el teléfono semipúblico que se encuentra dentro de la institución para llamar al propio establecimiento. En este caso, el fiscal Amavet remarcó el “poco control” que tienen los directivos con situaciones que pasan dentro del colegio.

Una amenaza casi resuelta

El único caso prácticamente esclarecido ocurrió el martes 22 de agosto en la Escuela Media N°5 -Avellaneda y Entre Ríos-.

En esta oportunidad el llamado provino de un celular dentro del colegio. Según las primeras averiguaciones, se utilizó el celular de una alumna, que lo había dejado en su banco mientras fue al baño. Situación que aprovechó un compañero para “hacer una broma”.

Este episodio es investigado por el fiscal del Fuero de Responsabilidad Penal Juvenil Marcelo Yáñez Urrutia, ya que desde un primer momento se supo que un menor había participado del hecho. El fiscal solicitó las actas pertinentes y pidió a los directivos de la escuela que identificaran a todos los alumnos de ese salón.

Al día siguiente, en las oficinas del Fuero de Responsabilidad Penal Juvenil, una mujer fue con su hija, quien se trataba de la alumna de 15 años a quien le utilizaron el teléfono.

“Ellos lo toman como broma y no es ningún chiste”, consideró Yáñez Urrutia y dijo: “Esto es un delito grave, es intimidación publica con una pena de 2 a 6 años. Y todo joven punible es responsable y puede ser sometido a proceso penal y si les cabe la imputación por intimidación pública los voy a procesar”.

Sin embargo, para el fiscal este hecho particular fue una especie de “travesura” y ya acordó con los directivos del colegio para dar una charla a los alumnos con el fin de concientizarlos.



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