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El Mundo 18 de febrero de 2018

Brexit, el impacto personal de un “proceso doloroso”

Ciudadanos europeos y británicos hablaron sobre sus esperanzas y temores ante el día que Gran Bretaña abandone la Unión Europea, el 29 de marzo de 2019.

Una carroza adornada con una figura que representa a la primera ministra Theresa May dando a luz al brexit, en el carnaval de Rose Monday. Foto: EFE | Friedemann Vogel.

por Robin Millard

Frustración con las negociaciones, cólera con Bruselas o miedo al futuro son algunas de las reacciones de británicos y europeos de a pie afectados por un Brexit que les está llevando a tomar decisiones trascendentes.

Oficinistas, ganaderos o locutores de radio han empezado a solicitar nuevas nacionalidades o a mudarse mientras los políticos de ambas partes se las ven y se las desean para alcanzar un acuerdo cuando falta solo un año para la salida.

“Otras personas de mi edad están empezando a asentarse, hacen planes más a largo plazo con sus vidas”, explicó Matt Davies, de 32 años, un británico que trabaja en un centro de atención telefónica de Madrid.

“Para mí es muy difícil planear algo más allá de marzo de 2019 porque no tenemos ni idea de lo que va a pasar”, añadió.

Para el millón aproximadamente de polacos en el Reino Unido, ha llegado el momento de plantearse el futuro en este país ante un Brexit que afecta “cada aspecto de nuestras vidas”, narró Gosia Prochal, de 25 años, una locutora de radio de Peterborough, en el este de Inglaterra.

AFP habló con cinco ciudadanos europeos y cinco británicos que viven en el Reino Unido, y otros cinco británicos que residen en la Unión Europea, sobre sus esperanzas y temores ante el día que este país abandone el bloque, el 29 de marzo de 2019.

William Lynch, de Irlanda del Norte, es un ostricultor de Lough Foyle. Durante su crecimiento, las ostras pasan de esta provincia británica a Irlanda, porque su criadero está entre los dos países.

Si se imponen aranceles, trasladará su empresa al país vecino.

“No puedo esperar hasta el último minuto”, dijo este exbombero de 63 años. “No puedo trabajar con incertidumbre”.

El Reino Unido, desgarrado

En un sondeo del mes pasado de YouGov, realizado entre 1.669 adultos británicos, el 57% estimó que el gobierno no está negociando bien con Bruselas, mientras que el 25% estimaba lo contrario.

El ganadero Pip Simpson estimó que Bruselas lo está poniendo “lo más difícil posible para que ningún otro país lo vea como una opción fácil”.

Simpson, de 51 años, votó a favor de salir de la UE pese a que perderá los subsidios agrícolas europeos, de los que depende para sobrevivir.

Los sondeos de los últimos meses muestran un leve aumento del número de personas que ahora, a la vista de las perspectivas, creen que el Reino Unido debería seguir en la UE, pero los expertos estiman que no es una diferencia sustancial.

“El país estaba dividido por la mitad hace 18 meses y eso no ha cambiado mucho”, dijo el analista político John Curtice.

La discordia ha provocado desasosiego entre algunos británicos que viven en la UE.

Andrew Ketley, de 41 años, es un analista financiero que se mudó a Múnich el año pasado y está tratando de echar raíces.

La principal consecuencia del Brexit “fue acelerar nuestra salida permanente del Reino Unido”.

“No queremos vivir en un país que se está desgarrando y que probablemente acabará siendo permanentemente más pobre”, añadió.

Barnaby Harward, de 44 años, un editor de textos legales que vive en Varsovia con su mujer polaca desde 2005, enterró cualquier deseo de volver a su país.

“Todo lo del Brexit me quitó las ganas. Me hizo sentir que mi país no es lo que yo creía que era”, explicó.
Emily Macintosh, de 30 años, funcionaria de comunicaciones de la Agencia Europea de Medio Ambiente en Bruselas, solicitó la nacionalidad belga.

“Soy escocesa, soy británica, soy europea, y espero pronto ser belga también”, explicó.

Los ciudadanos europeos en el Reino Unido están tomando medidas similares.
Gabriela Szomoru, de 32 años, una contable rumana de una empresa de lechugas de Kent, en el sudeste de Inglaterra, dice que Inglaterra es ahora su “casa”.

“Veo mi futuro en el Reino Unido. Inglaterra es mi casa ahora.

Soy una buena ciudadana y merezco estar en Inglaterra. Me gustaría obtener la nacionalidad”.

Un proceso doloroso

En el mundo de los negocios, hay impaciencia porque se aclaren las cosas.

“Es importante que lleguemos a un acuerdo, y relativamente rápido, para ofrecer claridad y certeza a las empresas. Soy relativamente optimista de que se conseguirá, pero será un proceso duro”, explicó Richard Stone, de 44 años, director ejecutivo de la empresa operadora en bolsa Share.

Para el importador de vinos Laurent Faure, francés de 50 años, propietario del restaurante Le Vieux Comptoir en el centro de Londres, la devaluación de la libra por el Brexit le ha reducido casi por completo los beneficios.

Y se plantea “hacer otra cosa, si es necesario irme de Inglaterra”.

Dimitri Scarlato, de 40 años, un compositor musical italiano, profesor de composición en el Royal College of Music de Londres, reconsidera su futuro,

“El Brexit cambió mi opinión sobre vivir en este país. El único desenlace positivo es que adquirí el sentimiento de ser europeo”.

AFP-NA