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La Ciudad 1 de octubre de 2017

Esperan que los combustibles aumenten al menos un 6% con la liberación de precios

Así lo aseguró el integrante de la Cámara de Expendedores de Combustibles, Patricio Delfino. La suba podría producirse en el corto plazo o después de las elecciones.

Los expendedores de combustible esperan que la decisión del gobierno de liberar los precios provoque subas de al menos el 6%. No está claro el momento: el aumento puede comenzar de manera gradual a partir de hoy o después de las elecciones del 22 de octubre.

“Los precios hoy están fijados en función del valor del dólar y del barril de crudo al 30 de junio. Si lo pasamos a la actualidad, de allí surge que el aumento puede ser de un 6%”, explica Patricio Delfino, integrante de la Cámara de Expendedores de Combustibles. Y explica: “Obviamente si el dólar sube en los próximos meses, el precio del combustible va a subir. Y si por cualquier razón el precio del crudo se disparara también impacta directamente en los surtidores. Lo mismo es al revés: si el petróleo y el dólar baja, los valores del combustible descienden”.

Más allá del valor final del combustible, para Delfino la medida del gobierno nacional “es razonable”. “Es la vuelta a la racionalidad y que las cosas no dependan del capricho de un funcionario. Se establecen reglas de juego claras. Es lo que se hace en todo el mundo”, argumenta.

La decisión de liberar el precio de los combustibles, que fue comunicada el viernes pasado por el Ministerio de Energía las empresas pretroleras, obedece a que el precio internacional del crudo Brent se ubica por arriba de los precios sostenes que rigen para el petróleo crudo local, de 55 dólares para la variedad Medanito (liviano), y de 47 dólares para el Escalante (pesado).

El esquema de precios vigente hasta ayer establecía que si la cotización del crudo Brent superaba esos 55 dólares durante más de diez días continuados, el acuerdo quedaba suspendido y se pasaba a un mercado liberado, donde cada petrolera resolvía su política de precios.

De todas maneras, el acuerdo ahora suspendido podría volver a activarse si el precio internacional del Brent bajara a menos de los 55 dólares (que tiene el crudo liviano local) durante más de diez días consecutivos, y las compañías petroleras locales formularan tal pedido al Ministerio.

A partir de esta nueva situación, cada empresa evaluará si aumenta o no sus precios a partir de hoy, tomando en cuenta sus costos económicos, la actitud de sus competidoras, y tal vez también la expectativa del gobierno en materia política.

“Hasta ahora los precios de los combustibles en los surtidores los autorizaba o no el gobierno nacional. En otro tiempo, las intervenciones del secretario de Comercio Guillermo Moreno eran las que determinaban el aumento o la rebaja del precio”, explica Delfino. Y agrega: “Ahora a lo que apunta el gobierno nacional es a un esquema de mercado normal como ocurre en todo el mundo excepto en los países donde hay abundancia de petróleo como pueden ser Venezuela, Irán o Arabia Saudita que pueden fijar el valor por debajo del mercado internacional. En el resto de los lugares, el precio se rige por la ley de la oferta y la demanda y de allí sale su precio. Va a pasar lo que debe ser normal y con las reglas de juego del mercado”.

Para Delfino, “no hay que tenerle miedo” a la decisión del gobierno nacional de liberar el precio del combustible. “Se va a dar una competencia entre las empresas. No es que se van a poner de acuerdo para fijar un valor. Cuando los precios estén libres, las empresas van a querer ganar participación en el mercado”, sostiene. Y ejemplifica: “Una que tiene el 10% quiere captar el 12% y la que tiene el 55% como YPF va a tratar de no perder esa cuota”.

El integrante de la Cámara de Expendedores de Combustible también destacó que en este nuevo escenario de precios “aparece como nivelador el producto importado”. “Esto significa que el que quiera importar combustible va a poder hacerlo y venderlo en el mercado local”, dice. Y enseguida explica: “Si las empresas que operan en el país fijan un precio muy alto, el negocio se pone interesante para estas compañías que importan combustible. Si ellos ingresan al mercado hacen que los precios se nivelen”.

El rol de Estado

En este sentido, Delfino asegura que “los precios no van a subir por las nubes sin ningún tipo de control”. “El Estado le ha hecho mucho daño al sector petróleo fijando políticas arbitrarias. En la actividad se toman determinados riesgos como perforar un pozo y que no encuentren nada o que el precio del petróleo sea difícil de establecer, pero no se aceptan las intervenciones arbitrarias de un gobierno que fije el precio por debajo o por arriba del mercado internacional”, explica. Y agrega: ” Si los precios se fijan en el mercado interno por debajo de los internacionales las inversiones dejan de fluir porque prefieren hacer negocios en otros mercados. En cambio, si los precios son fijados altos tampoco es visto como algo perdurable por las empresas del sector y no invierten porque lo ven como algo frágil”.

Para Delfino, esta situación que se vivió provocó que el país “perdiera el autoabastecimiento energético”. “Pasó con el petróleo, la luz y el gas. Pasó porque no hubo políticas racionales y no hubo inversión. Ese es el gran problema cuando se fijan precios ficticios”, afirma.



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