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Arte y Espectáculos 28 de abril de 2017

Impacta y genera debate la serie “Por 13 razones” en la que una adolescente se suicida

Generó un debate acerca de la conveniencia o no de verla, si deja un mensaje peligroso o si es una herramienta de concientización sobre los problemas que aborda.

El impacto de la serie “Por 13 razones” (13 Reasons why) recientemente estrenada a través de la plataforma on line Netflix, en la que una adolescente de 17 años se quita la vida y envía un casete a cada una de las personas que culpa de su suicidio, generó un debate acerca de la conveniencia o no de verla, si deja un mensaje peligroso o si es una herramienta de concientización sobre los problemas que aborda.

“El tema de la serie no es nuevo, es viejo pero tiene una presencia y una actualidad notable; toma dos sentimientos universales, la venganza y la culpa. La protagonista se venga de todos los que la agraviaron, y se venga suicidándose; paga un alto precio pero no le importa, porque deja a todos con un sentimiento de culpa insoportable, irremediable, irreparable porque ella ya está muerta”, dijo a Télam el médico y psicoanalista Juan Carlos Volnovich.

En la trama “la chica es objeto de todo una serie de abusos, acosos de los varones a ella como mujer, de burlarse de su privacidad y difundir aspectos de su intimidad aprovechándose de esa complicidad de varones, que sacan chapa humillando a las mujeres, por eso no es bullying, porque son chicos que se juntan, que se solidarizan y hacen un pacto de caballeros para reconocerse como varones”, describió el especialista.

Por eso, “está bien que la vean los adolescentes, que la discutan, que hablen con los padres, con los educadores, con los chicos; que tomen conciencia del daño que pueden hacer cuando hostigan, cuando faltan el respeto a la intimidad; está bueno que puedan hablar los temas de género”.

Sobre la resolución final de la trama, cuando la joven que se suicida, Hannah Baker, envía una cinta grabada a las personas que considera responsables de su fatal decisión, Volnovich interpretó que “trae algo así como si ella puede ser testigo del sufrimiento que les infringe a quienes la acusaron, la agraviaron”.

“En la serie, Hannah deja los casetes y esto genera en el espectador la idea de que ella es testigo del sufrimiento de sus acosadores, como si post-morten se da el gusto de verlos sufrir y desquitarse”, destacó.

Con respecto al impacto que produce en los espectadores el tema de que una adolescente se quite la vida, el psicoanalista enfatizó que la serie “no instiga al suicidio, no es así” y destacó la importancia “de verla y poder hablar los temas que plantea”.

“A mi me parece que la serie se hizo tan popular, tan exitosa y tiene un efecto multiplicador porque toca muy bien una fantasía universal, que es la venganza contra los que te agraviaron”, evaluó.

Por su parte, el psicólogo Carlos Boronat, del Centro de Asistencia al Suicida, de la ciudad de Buenos Aires, precisó a Télam que “el tema de fondo parece ser el acoso y sus consecuencias posibles, entre ellas está el suicidio, como efectivamente sucede en la vida real”, y consideró que como “el adolescente es muy fantasioso, omnipotente e impulsivo, es fácil que se identifique con lo que sucede en la serie”.

En este sentido, precisó que “ese es el peligro, que se resuelva el problema tal como lo hace la protagonista”.

Para el experto, en la serie “hay una situación de acoso escolar y el problema de género está siempre presente”, en tanto señaló que “la protagonista se presta al acoso y al acosador se le va la mano, pero el que desata el bullying es el que hace público el tema, luego todos participan y ésto es lo insoportable, la mirada de los otros, la invasión de la privacidad”.

Sobre la preocupación que expresan padres en grupos de whatsapp de colegios secundarios, alertados por la serie y los supuestos riegos que conlleva, Boronat dijo que comprendía la situación y que “si bien hablar o ver películas sobre suicidio no lo provoca, en muchos casos en que una persona esté dentro de un proceso suicida es muy probable que ver o hablar del tema de un modo inadecuado puede ser el disparador del acto”.

El especialista aclaró que la resolución de un suicidio es un proceso en el que se piensa, se prepara, se gesta, que no se da de un momento a otro y que sucede más allá de cualquier serie o película.

“Podemos aprovechar la serie ya que es un tema tabú que no tiene entrada en los colegios, pero tratado por especialistas, con presencia y participación de los padres, pues ellos también tienen que conocer el tema para poder conversarlo en la casa”, dijo Boronat, tras añadir que esta serie “debería verse con los padres o en grupo que incluyan adultos y luego debatirla”.

Por otra parte, entre distintas opiniones vertidas por las redes sociales, se plantea que la serie no es atinada para que la vean chicos con determinados rasgos de personalidad o desorden psíquico, aunque coinciden en que es útil para hablar y debatirla.

Desde su experiencia en psicología, la especialista Adriana Franco, docente de la cátedra de Clínica de Niños y Adolescentes de la UBA, remarcó a Télam la importancia de un diagnóstico diferencial frente a “ciertas formas de infringirse dolor físico sin intención de muerte, o cuando se amenaza con la muerte para manejar ciertas situaciones familiares o sociales, o cuando hay un pasaje al acto suicida”.

“Siempre es un llamado de atención a ser escuchado”, enfatizó.