El incendio que acabó con el viejo conventillo de la calle Chile afectó a más de 30 familias que se quedaron sin vivienda y esperan ahora la ayuda del municipio para relocalizarse en algún sector de la ciudad.

Los técnicos que recorrieron el asentamiento usurpado desde hace décadas en Chile al 2000 encontraron fallas estructurales graves y recomendaron de manera informal la prohibición de permanencia. “Buena parte de la estructura ya había pasado por un incendio y el material está absolutamente resentido. La construcción es muy antigua, hay grietas, se encontraron sótanos que hacen muy inestable los lugares próximos y el metal de algunas paredes se fundió”, explicaron a LA CAPITAL.

Esta tarde Vilma Baragiola, secretaria de Desarrollo Social, continuaba coordinando las labores de asistencia a las 36 familias afectadas. “Que de manera simultánea tanta gente se quede sin casa, pierdan todo, que los chicos no tengan siquiera útiles para ir a la escuela es algo nunca visto. Yo pasé por varias situaciones difíciles pero esto es lo peor que vi”, recordó Baragiola

De acuerdo al relevamiento realizado en el lugar más de 100 personas se vieron afectadas por el siniestro iniciado en la tarde del martes. Muchos adultos permanecieron en el lugar y otros junto a los más pequeños se trasladaron a casas de sus familiares. Para hoy el plan de contingencia municipal prevé el alojamiento en el CIC Malvinas y en un comedor barrial.

Asimismo, cerca de 60 chicos en edad escolar perdieron útiles y vestimenta para iniciar las clases, por lo cual otra de las prioridades es la obtención de esos artícules esenciales. “Realmente me conmueve ver a la gente traer bolsitas chicas, otras mas grandes, pero todos donando lo que pueden. Ante el panorama desolador, eso es una esperanza”, contó Baragiola.

A propósito, las donaciones se reciben en el comedor y centro cultural “El Conventillo” que está en la parte delantera del conventillo, en Chile entre Bolívar y Moreno.

Respecto a las soluciones de fondo, Baragiola indicó que ya mantuvo reuniones con el intendente Carlos Arroyo para analizar la posibilidades de otorgar terrenos fiscales.

El conventillo es un asentamiento de casas usurpadas desde hace varias décadas e incluso algunas familias llevan más de 20 años viviendo en esas condiciones en el lugar.