El presidente Mauricio Macri, al contrario de lo que dijo en la campaña de 2015, anunció ayer que el Estado Nacional dejará de financiar el Fútbol Para Todos (FPT) desde el año próximo.

Macri insistió en la campaña para llegar a la presidencia que no iba a terminar el Fútbol para Todos si él era elegido, como otras “conquistas” de la etapa pasada que prometió que no iba a tocar. Ahora la promesa incumplida llegó al fútbol.

En efecto, ayer Macri se reunió con el titular de Fútbol para Todos, Fernando Marín, en la Casa de Gobierno, con la presencia del secretario general de la Presidencia, Fernando De Andreis, bajo cuya responsabilidad está el programa del fútbol gratuíto por TV creado durante el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner. Y si bien los funcionarios no hicieron declaraciones a la prensa, fuentes oficiales confirmaron la disolución de FPT desde enero próximo por lo cual la AFA o los clubes “podrán negociar la transmisión de los partido con cadenas locales o internacionales”.

La confirmación se da en medio de un conflicto “in crescendo” entre los dirigentes de clubes y la Comisión de Regularización de la AFA, a cuyos integrantes un sector directivo de los clubes le endilga que cumple órdenes que llegan desde la Rosada. Es que justamente “el golpe” por el cuál no hubo elecciones el pasado 30 de junio y se terminó eligiendo esta comisión lo propició el gobierno nacional. Para el comicio había cinco candidatos y se cumplía con los estatutos pero el gobierno primero presionó y ahogó al demorar los pagos del FpT y después, a través de la IGJ, con vínculos con el presidente de Boca Daniel Angelici, propició una intervención que derivó en la elección de esta Comisión “DESnormalizadora” que encabeza Armando Pérez. Ahora, paradojicamente, el propio Angelici se suma a un pedido unánime de elecciones en AFA para que se vaya este “comité” que fracasó en su gestión.

Lo real y concreto es que el fútbol argentino está menos normalizado que nunca, y esa “intervención” fue irresponsable y provocó, entre otras cosas, que se fuera Gerardo Martino como DT de la Selección y se fuera a los Juegos Olímpicos con un equipo improvisado. Y ahora, además, llegó el “certificado de defunción” para el Fútbol para Todos, aunque ya en la práctica la mayor parte del dinero la seguía poniendo el Estado pero para un negocio de privados, con publicidad privada.